Clemente Lescano, el padre del joven baleado el día de la primavera en barrio Juan de Garay, pidió a la Justicia que investigue “a fondo” la brutal balacera.
Los festejos por el día de la primavera en el parque Garay fueron opacados por un gravísimo episodio que terminó con un muchacho de 34 años con múltiples heridas de bala. El hecho ocurrió el miércoles pasado a las 19, cuando Claudio Lescano caminaba junto con su esposa y sus dos hijitas, de dos y nueve años, por calle Crespo al 3.900. Un hombre se le acercó desde atrás y sin mediar palabra abrió fuego contra él. La brutalidad del ataque derivó en un sinfín de versiones sobre los motivos del intento de homicidio. Para aclararlas, el padre de Claudio, Clemente Lescano dialogó con Diario UNO y brindó la versión de los hechos que recabó con los testimonios de su hijo, su nuera y la mayor de sus nietas. “Claudio caminaba con su esposa por calle Crespo al 3.900, tenía tomada de la mano a la nena más chiquita y su mujer a la más grande. No se acercó una moto como dijeron algunos, el hombre se le aproximó desde atrás. Claudio escuchó algo metálico que caía al piso, y cuando giró la cabeza tenía una pistola apuntándolo”, dijo Clemente. “Con un acto reflejo –continuó– empujó a la nena más chiquita al piso, y la bala le pegó en la pierna, a la altura de la cara de la hija. Si él no la corría, le pagaba a ella. Por esa herida, Claudio se cae al piso y desde ahí le pega una patada al agresor y lo desequilibra”. Lo que sigue después es una ráfaga de balas, que según los casquillos que quedaron en la vereda, eran de una pistola 9 milímetros. Pero, según Clemente, no todas eran para Claudio. El hombre expresó que la reacción de la mujer de Claudio fue correr alrededor de un auto que estaba estacionado para cubrirse y escondió a las dos nenas debajo del chasis. “A ella también le disparó”, agregó Clemente. En el costado derecho Según las primeras declaraciones de Claudio, en principio, no podría reconocer al agresor: “Me dijo que no lo conoce. Que se equivocaron o que lo quisieron matar porque sí. En otros medios de prensa dijeron que se trataría de una venganza, hablaron de drogas. Nada de eso es cierto, Claudio tiene su verdulería, trabaja ahí todo el día. Su esposa es empleada doméstica. Hacen un esfuerzo enorme para tener lo poco que tienen. No es justo que les pase todo esto”, se lamentó Clemente, un policía retirado, de 62 años, con diez hijos que, tras ver que Claudio se recomponía en el hospital Cullen comenzó a realizar entrevistas en las radios para denunciar su indignación. “Ahora a mí me están presionando para que no hable, pero no me van a callar. Yo voy a pelear por mi hijo. Él ahora está internado con nueve balazos en el costado derecho del cuerpo. Tengo una nieta (la de nueve años) todavía en estado de shock por el horror de lo que vivió. Y a mi nuera que ni siquiera puede cerrar los ojos para dormir. Como policía, en los años que presté servicio vi muchos episodios violentos. Y sé que si se investiga van a encontrar al culpable. Quiero que hagan eso, que tomen el caso en serio y que busquen al delincuente. Mi hijo cuando se recupere va a declarar en el juzgado, él no tiene nada que esconder”, indicó el hombre. El miércoles, diario UNO dialogó con vecinos del parque Garay, quienes relataron el violento desenlace del ataque, en medio de los festejos por el día de la primavera. “Fue estremecedor sentir tantos disparos juntos. En forma inmediata, todos los vecinos salimos a ver qué pasaba”, expresó Yolanda Forgioni. Todos coinciden en que no fue un tiroteo, sino un ataque a quemarropa y de una sola pistola. También concuerdan con el malestar que dejó el episodio en el barrio.
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