El espacio lúdico –de Corrientes y Wheelwright– que forma parte del Tríptico de la Infancia ya tiene ocho años. Hubo un show de circo, velitas, deseos y una torta gigante que se fue confeccionando durante todo el fin de semana.
Como todos los años, la Isla de los Inventos festejó su cumpleaños. Velitas, deseos, torta gigante y un final a toda fiesta se vivió este domingo en el espacio lúdico –ubicado en Corrientes y Wheelwright– que forma parte del Tríptico de la Infancia. A partir de las 19, chicos y grandes soplaron las velitas de una torta enorme confeccionada con miles de las magdalenas que se fueron elaborando a lo largo de todo el fin de semana en una fábrica que funcionó en el andén. Después de los aplausos, el feliz cumpleaños y los tres deseos multiplicados por todos los presentes, llegó un espectáculo de circo para hacer volar la imaginación. La Isla de los Inventos es un lugar abierto para las ciencias, las artes y las tecnologías a través de lenguajes, diseños, medios y formatos. Se trata de crear e inventar a partir de dispositivos lúdicos y poniendo en movimiento el pensamiento. Emplazada en la antigua estación de ferrocarril Rosario Central, la Isla de los Inventos funciona desde 2003 con espectáculos, presentaciones, trayectos formativos y propuestas destinadas a la investigación. La Isla de los Inventos se incluye, junto a El Jardín de los Niños y La Granja de la Infancia, en el Tríptico de la Infancia, un circuito clave del proyecto pedagógico urbano a través de la creación de espacios públicos.
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