Los investigadores de Igualdad Animal, con la ayuda de activistas locales, se infiltraron en la industria china de piel de perro y gato en distintas regiones del país y documentaron durante semanas las condiciones en las que se encuentran los animales.Los principales hallazgos fueron los siguientes:
En una granja de perros de Jining, en Shandong, fotografiaron a animales que se encontraban encerrados en pequeñas jaulas, con cercas de metal oxidado y salientes punzantes. Los perros vivían sobre un suelo sucio y desnivelado de cemento o bien de madera, con poco más que un puñado de paja donde poder tumbarse. Algunos de los animales presentaban infecciones y heridas.
En el Mercado Dali del distrito de Nanhai, en Foshan, también en la provincia de Guangdong, grabaron como descargaban de los camiones, sin ningún cuidado a los perros y a los gatos, que se retorcían dentro de las jaulas. No se proporciona ninguna atención a los animales que sufren o que se rompen los huesos, solo importa su carne y su piel. A la mayoría de estos animales se los roban a familias y en este mercado y otros similares se venden a mataderos y a restaurantes.
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