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lunes, 7 de septiembre de 2015

ES UN KARMA PARA EL EQUIPO

La campaña de Colón como local deja mucho que desear. Jugados 11 partidos, apenas ganó dos con una eficacia del 33,3%. El plantel sabalero perdió más de lo que ganó en el Brigadier López y ahora se viene nada menos que el encuentro frente a Unión.
Diario UNO | 
ES UN KARMA PARA EL EQUIPO
 La historia indica que a lo largo de los años Colón se caracterizó por ser un equipo que se hacía fuerte jugando en su estadio. El aliento del público potenciaba a los jugadores sabaleros y en muchos casos disminuía a los rivales. Pero esa ecuación se modificó drásticamente en lo que va de este campeonato y hoy el conjunto rojinegro padece jugar en el Brigadier Estanislao López.
Los números así lo indican pero más allá de las frías estadísticas el segundo componente a analizar es el rendimiento de Colón en condición de local. Porque en la mayoría de los encuentros mostró un bajo nivel, incluso en los dos partidos que ganó. Cuesta encontrar una campaña tan mala, en donde por ejemplo  las derrotas duplican a los triunfos.
El Sabalero lleva disputados 11 partidos en su casa, con apenas dos victorias, cinco empates y cuatro derrotas. Cosechó 11 unidades sobre 33 en juego, con un porcentaje de eficacia del 33,3%. Muy por debajo del promedio histórico, a excepción de aquella campaña del Torneo Inicial 2013 en la que Colón sumó 12 puntos de tabla pero le descontaron seis. En aquel certamen, el Rojinegro había jugado nueve partidos en su cancha, cosechando dos triunfos, dos empates y cinco derrotas. Obteniendo ocho puntos sobre 27, con un promedio del 29,63%.
De todos modos ese torneo no es para tomarlo como referencia, ya que fue el peor en la historia de Colón y además fue determinante para que el equipo pierda la categoría al año siguiente. De allí lo preocupante que resulta la campaña actual, habida cuenta que el próximo domingo recibirá a Unión.
Los únicos dos festejos de Colón en el 2015 jugando ante sus hinchas se produjeron de manera consecutiva, en la 8ª fecha ante Olimpo por 1-0 con gol de Braian Romero y en la 10ª fue 2-1 frente a Atlético de Rafaela con tantos de Cristian García y Lucas Alario (en el final del cotejo).
Los empates fueron cinco, con Argentinos, Boca y Huracán 1-1, ante San Martín de San Juan 2-2 y con  Vélez 0-0. Mientras que las cuatro derrotas fueron ante Tigre, Independiente y Sarmiento por 1-0 y con Lanús fue 2-1. 
Quizás en el único partido de los que empató y que mereció mejor suerte fue ante el Bicho, pero habrá que mencionar que ante el Xeneize estuvo mucho más cerca de perderlo que de ganarlo y con Huracán terminó pidiendo la hora por la expulsión de Jorge Broun.
Respecto a las caídas que soportó, la única que fue de manera inmerecida se produjo ante Tigre, por un error garrafal de Lucas Landa que precisamente le costó la salida de la formación titular a quien por entonces  era el capitán del equipo.
Otro punto negativo que vale la pena destacar es que el Rojinegro convirtió muy pocos goles, tan solo nueve, mientras que recibió 11. Es decir menos de un tanto por partido, lo que habla a las claras de la dificultades que evidenció para llegar al arco rival y concretar. En apenas dos cotejos pudo marcar más de un gol que fue ante la Crema y el Santo sanjuanino 
Es indudable que muchos de los jugadores del plantel sufren la presión de los hinchas, que los termina perjudicando. Un caso emblemático en este semestre es el de Romero, que fue la gran figura de Colón en la primera mitad del torneo y hoy cada vez que entra en contacto con el balón se equivoca. Y el público se lo hace saber, como ocurrió en los primeros minutos del partido ante Sarmiento, aún cuando el encuentro estaba igualado. Ansioso y falto de confianza, el ex-Acassuso es uno de los tantos ejemplos que se puede mencionar de futbolistas que no encuentran el modo de absorber la ansiedad de los simpatizantes.
Es obvio que la responsabilidad no pasa por el accionar de los hinchas, sino por la falta de aplomo que caracteriza a muchos de los futbolistas. Es cierto que se trata de un plantel limitado, que hace más visible lo mencionado anteriormente.
  Por ello será fundamental para Darío Franco poder contar con todo el plantel para el clásico, pero sobre todo con los jugadores de experiencia, más acostumbrados a este tipo de desafíos. El sábado se notó la ausencia de Alan Ruiz, pero también la de Pablo Ledesma y en menor medida la de Cristian Llama. Si bien este último no tuvo tanta continuidad, es  importante a la hora de pedir el balón. Más allá de sus permanentes lesiones que no le posibilitan jugar tres partidos consecutivos.
Habitualmente se dice que los clásicos lo deben jugar los de mayor trayectoria y a eso deberá apelar Franco, quien ya habrá tomado notado de las dificultades que tuvo Colón. El entrenador habló de falta de actitud, una palabra que siempre molesta a los jugadores y también mencionó que deambularon la cancha. Eso de ninguna manera podrá suceder en el clásico.
No es una ventaja
Con todos los datos puestos arriba de la mesa, se podrá inferir en que hoy jugar el clásico en condición de local no supone una ventaja para Colón. En el historial es obvio que son más los partidos que ganó Colón en el Brigadier López que en el 15 de Abril. De hecho, la última vez que superó al conjunto rojiblanco fue en su casa por el Torneo Inicial 2012, cuando se impuso por 2-0.
Pero ahora y pensando en los antecedentes que trae el conjunto sabalero en lo que va del año, la realidad marca que es un verdadero interrogante cómo afrontará este partido que sin dudas marcará un antes y un después en todo el mundo Colón. 
Franco tiene por delante un arduo trabajo, no solo para mejorar en el aspecto futbolístico sino para reforzar la cuestión anímica y temperamental. Será fundamental que el aliento de su gente sea un factor de empuje y no se traduzca en un freno para los jugadores. Los números y el rendimiento hacen que no existan demasiados motivos como para esperanzarse. Pero en este tipo de partidos los antecedentes no cuentan demasiado y el que mejor se levanta ese día es el que termina festejando.
Una semana determinante
Vuelta al trabajo. Luego de la derrota frente a Sarmiento, el plantel sabalero tuvo el domingo de descanso y este lunes por la tarde retomará los entrenamientos en el predio, con la mente puesta en el partido del domingo ante Unión. Durante la semana, el cuerpo técnico aguardará por la evolución de varios jugadores que no estuvieron en el partido ante el Kiwi como los casos de Pablo Ledesma, Ismael Benegas y Cristian Llama. Pero también de Clemente Rodríguez, quien apenas pudo disputar 45’ por una molestia física. En el caso de Ledesma fue preservado para que llegue en su plenitud, quizás si el clásico se hubiese jugado el último fin de semana habría sido titular. El defensor paraguayo presenta una contractura y se lo seguirá de cerca para saber si es de la partida. Por su parte, el ex-Arsenal no jugó los últimos tres encuentros por una contractura, más allá de que se dijo en su momento que estaba desgarrado. Por el tiempo de recuperación, está más cerca de esto último que de una contractura.

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