El imputado Lucio Nast dijo que
los presos políticos eran atendidos por médicos, entre ellos el ex
gobernador de la provincia de Santa Fe, aunque negó torturas a
detenidos.
/La Capital |
Lucio César Nast, uno de los 10
imputados en el juicio oral por la causa Feced II, declaró que los
prisioneros en la ex Jefatura de Policía durante la última dictadura
"eran asistidos por médicos" y, en ese sentido, que "ha sido visitante
el doctor Hermes Binner, que debería prestar declaración para que diga
si pudo ver alguna persona torturada", dijo.
El sindicado represor amplió su
indagatoria ante el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario, aceptando sólo
preguntas de las defensas, en la cual rechazó los testimonios de
sobrevivientes del centro clandestino de detención que funcionó en el ex
Servicio de Informaciones (SI).
Además de una serie de consideraciones
políticas e ideológicas con las que buscó refutar las acusaciones en su
contra, el imputado, también conocido por el alias de Ronco, negó tener
que en esa dependencia policial se hubiera sometido a tormentos a
detenidos.
En ese sentido, afirmó en la audiencia
del viernes último: "Jamás he torturado a una persona. Me declaro ajeno a
esos hechos", afirmó, y agregó que "los prisioneros recibían asistencia
médica de todo tipo. Operaban galenos como el doctor Sylvestre Begnis,
hijo del (ex) gobernador de la provincia; Amílcar César Valle, médico de
la policía que era el primero en constatar denuncias de apremios
ilegales, y también eran asistidos por médicos particulares. Ha sido
visitante el doctor Hermes Binner que debería prestar declaración para
que diga si pudo ver alguna persona torturada".
Estos dichos de Nast, recuerdan la
polvareda que hace casi dos años atrás, y por el mismo motivo,
levantaron los dichos del abogado Gonzalo Miño, que en el marco de su
alegato en defensa de Ramón Genaro Díaz Bessone, ex jefe del II Cuerpo
de Ejército, se quejó de que "deberían investigarse entonces también a
los civiles, empresarios y políticos. Mi defendido mencionó gente como
el doctor Martínez Raymonda por ejemplo, otros imputados como (Carlos)
Altamirano mencionó que el doctor Binner revisaba a los detenidos y
pedía que lo lleven tabicado. Esa gente debería ser traída a estos
juicios". Miño es ahora el defensor de Nast y Altamirano es otro de los
acusados en el juicio oral Feced II.
Más testimonios. En la
última audiencia, dieron su testimonio los sobrevivientes del SI
Graciela Borda Osella, que perdió un embarazo de dos meses a causa de
las torturas, su marido Silvio Paganini, Elida Deheza y Esteban
Borgonovo.
"Quisiera decir que estos juicios
llevan muchos esfuerzos personales y colectivos— enfatizó Deheza al
Tribunal—, donde los represores guardan impune silencio sobre los
compañeros desaparecidos, a la distancia es un modo de seguir
torturándonos, negándonos una tumba. Pero estos juicios traen a mi
criterio fortaleza porque no hay posibilidad de construir en democracia
si no se hace con justicia".
El Informe Borgonovo.
El ex funcionario dio cuenta de dos momentos distintos de su vida. El
primero cuando fue secuestrado, a los 18 años, el 20 de agosto de 1977.
"(Rubén) Lofiego —imputado en el juicio— se presentó a sí mismo, era uno
de los que había estado interrogándome. Me mostro fotos. Una era de
Raúl Bustos a quien conocía porque fue compañero mío del Superior de
Comercio, se ufanaba de haberlo matado". En la audiencia identificó a
"Lofiego, Darío que después supe era (Julio) Fermoselle, Managua
(Ernesto) Vallejo".
Veinte años después, Borgonovo fue
subsecretario de Asuntos Legislativos. "El ministro de Gobierno que era
mi superior inmediato era Roberto Rosúa, y el gobernador Jorge Obeid. Se
consideró que había que hacer un informe sobre la policía, todavía
había asesinos que vestían el uniforme", relató el autor del informe que
lleva su nombre sobre policías en actividad que habían integrado la
patota de Feced.
"Se pudo establecer que no hubo error
ni exceso sino una política sistematica de violación a los derechos
humanos, cientos de victimas de los mismos delitos, torturas, hechos de
violaciones, saqueos. El gobernador separó de la policía a la primera
tanda de policías implicados, a partir de ahí siguieron otras tandas que
sucesivos gobiernos fueron separando de la policía de la provincia",
explicó. Destacó que "del informe se desprende que hay 30 (policías) que
participaron de esos interrogatorios", y mencionó entre los primeros
pasados a disponibilidad en el 97 a "Lofiego, Scortechini, Ibarra,
Moore, Peralta".
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