El pasado martes un joven de 21 años, mientras buscaba una parada de colectivos, 3n 4 de Enero y J.J. paso, fue tomado por la fuerza por un supuesto policía de civil quien le propinó una serie de golpes. La denuncia por el exceso la recibió la fiscal Milagros Parodi.
Prensa Gobierno de la Ciudad |
El matrimonio compuesto por Pablo Godoy y Fernanda Poux se presentó en nuestra redacción para denunciar la situación vivida el pasado martes por el hijo de 21 años de la pareja que fuera violentamente arrestado -sin motivo alguno- en la zona sur de la ciudad, golpeado y llevado a la seccional primera donde no se le permitió el uso del teléfono para tomar contacto con los familiares cuando, además, tenía el documento nacional de identidad y la credencial que lo identificaba como alumno de la carrera de Ingeniería Civil de la facultad regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional.
Los padres contaron que el pasado martes, el hijo de ambos, entre las 9 y las 10 de la mañana, “concurrió a la sede del Club Colón de Santa Fe para hacerse socio. Concluido el trámite buscó la parada de la Línea 4 de colectivos para volver a casa, pero como no sabía bien dónde paraba, caminó hasta 4 de Enero. En esa esquina, como no hay parada, la unidad de la Línea 4 pasó de largo y nuestro hijo volvió sobre sus pasos. Cuando estaba caminando dudó sobre si iba hacia una parada y decidió retomar el sentido hacia 4 de Enero para buscar el lugar correcto de detención de los colectivos”.
Empujones y golpes
En este punto, subrayaron que “ahí fue cuando una persona vestida de civil lo toma del brazo y le dice: ‘Quedate quieto, soy policía’, y nuestro hijo instintivamente comienza a forcejear porque no sabía si era víctima de un robo. En ese forcejeo, el supuesto policía le rompe la ropa, le saca el hombro y le golpea el rostro. También a esta persona se le rompen los lentes y se lastima. Además, la gente que pasaba por el lugar gritaba: ‘¡Matalo!, ¡Matalo!’, con lo que el susto era todavía peor”.
Agregaron que “el hombre que se había identificado como policía lo esposó y pidió ayuda. En ningún momento le preguntó quién era ni le solicitó su identificación. Luego llega un móvil de la policía de la provincia, con cuatro agentes, con armas largas y chaleco antibalas. Mi hijo seguía sin comprender nada y el hombre que lo había detenido le gritaba: ‘Devolvele los documentos al pibe’”.
Recordaron que el móvil policial “lo lleva a nuestro hijo hasta la seccional primera de policía. Allí no le dejan hacer una llamada telefónica y lo meten en un calabozo. Estuvo detenido unas dos horas y media, lo identificaron haciéndole ‘tocar el pianito’ y después lo largaron”.
Esa misma mañana, todavía no era el mediodía del martes, el joven acompañado por sus padres se dirigieron a la sede del Ministerio de la Acusación para realizar una pormenorizada descripción del caso de abuso al que fuera sometido. La denuncia fue recibida por la fiscal Milagros Parodi quien dio la orden de que fuera a las dependencias de Medicina Legal para que se identificaran los golpes recibidos.
La familia espera el resultado de las acciones desde la Justicia ya que, insisten en remarcar, “se le debería haber pedido que se identificara; a su vez, el policía debió identificarse y todo habría sido resuelto de manera civilizada”.
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