jueves, 9 de enero de 2014

Importar tomates de Brasil no reduciría los precios al público

El descenso de los precios internos por motivos estacionales así como el encarecimiento de la producción brasileña por la suba del real vuelven inconvenientes las importaciones de hortalizas del país vecino.
Infobae | 
Importar tomates de Brasil no reduciría los precios al público
La importación de tomates es frecuente en épocas de escasez del producto por cuestiones climatológicas y es más común al finalizar el invierno y comenzar la primavera, período estacional de menores stocks. Fue en octubre del año pasado cuando el kilo de tomates en los supermercados de Capital y Gran Buenos Aires llegó a superar los $30 e incluso alcanzó los $40 y se decidió importarlos de Brasil para disminuir su valor al público. Uruguay y Paraguay son otros de los vecinos que ayudan a abastecer el mercado local cuando la demanda lo requiere.


Este miércoles, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich señaló que "la presidente Cristina Fernández de Kirchner instruyó al ministro de Economía, Axel Kicillof, para que a través delMercado Central propicie la importación de tomates de Brasil, para garantizar abastecimiento y precio, y si es posible a un valor menor".

"La importación ocurrió toda la vida, es una cuestión de oferta y demanda que no se puede controlar", comentó a Infobae Daniel Canepa, de la firma Tumori y Cánepa SRL, con 20 años de trayectoria en el Mercado Central.
En octubre del año pasado el cajón de 20 kilos de tomates de producción nacional llegó a venderse en el Mercado Central en un rango de 400 a 500 pesos, según la región del país de donde procediera, mientras que el cajón traído desde Brasil se pagó en torno a los $350 a precio mayorista, por lo cual, el kilo de tomate brasileño en el ente concentrador llegó a ofrecerse al público a unos 20 pesos.
Sin embargo, en la actualidad los valores del mercado variaron: el kilo de tomate en el área metropolitana se vende en un rango de precios entre 10 y 16 pesos el kilo y no en los $30 de tres meses atrás, mientras que los tomates provenientes de las principales zonas hortícolas del país vecino, Minas Gerais y Goias (a unos 2.200 kilómetros de Buenos Aires), costarían un 5% más por la revalorización del real brasileño. Así, al público en el Mercado Central no se conseguirían debajo de los $21, a lo que habría que agregar el costo de distribución a las bocas de venta minoristas, como verdulerías, supermercados y autoservicios.
En cualquier caso, la importación no evitará que persistan las dificultades para ofrecer el kilo de tomates a $10,50, tal como establece el acuerdo de precios rubricado por el Gobierno con diez cadenas comerciales, vigente desde el 6 de enero.
Debate por las importaciones
 
"Sorprende un anuncio de esta naturaleza y más en un momento en el que el productor está perdiendo dinero y vendiendo bajo el costo su producción. Por el momento hay muy buena producción y oferta; por el contrario, falta demanda, así que no habría motivo para importar", expresó a InfobaeTV el presidente de la Asociación de Productores Hortícolas de La Plata, Alberto Pate.
En estos días, un cajón de buena calidad se negocia en el Mercado Central a valor mayorista que oscila entre los 50 y los 60 pesos, con un precio estimativo de apenas tres pesos por kilo. Luego, por el costo de logística y el margen de ganancia de los distintos actores de la cadena de distribución y comercialización, llega al público a un precio que multiplica por cuatro el mayorista.
Asimismo, Daniel Canepa recordó que el productor queda expuesto a las pérdidas por cuestiones climáticas o por la caída de precios cuando la cosecha es muy abundante: "Cuando el productor no puede vender su mercadería, nadie se interesa por colocarla en otros países o buscarle otra solución. Lo castigan".
"Una garrafa de bromuro de metilo –para fumigaciones vale $9.000 y cura un invernáculo. Elcosto de producción es muy elevado, cuando viene el viento y sopla los nylon, ¿quién lo amortiza? Esas cosas a nadie le importan en ese momento, hasta que se sienta a la mesa y vale $40 un kilo de tomates. Vale u$s3.000 curar y sembrar una hectárea, este año, el año que viene o el otro año", describió Canepa.
La extensión territorial y la variedad climática de la Argentina permiten producir tomates en distintas regiones durante todo el año. La principal zona de cultivo es la provincia de Buenos Aires, en el norte (Escobar, Pilar y Zárate), el Gran La Plata y el cinturón verde que rodea a Mar del Plata, desde fines de noviembre a abril, cuando no hay riesgo de heladas. Esos tomates son los que abastecen a la ciudad de Buenos Aires y alrededores en esta época del año.
Durante el invierno y la primavera, es el noreste del país, con epicentro en el litoral deCorrientes, el que produce los tomates que se consumen en el área metropolitana, con cultivos que se extienden de mayo a diciembre. También hace su aporte el noroeste, con cultivos entre abril y octubre. El norte de Salta y Jujuy, carente de heladas, genera producción de tomates incluso en pleno invierno.

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