jueves, 9 de enero de 2014

COLÓN: A PURA GAMBETTA

Después de sumar al delantero uruguayo Julián Lalinde, el Sabalero abrochó al defensor de Universidad San Martín de Porres y de la Selección peruana, a préstamo por seis meses. “Me gustó el desafío”, manifestó Gambetta.
Diario UNO | 

A PURA GAMBETTA
La pretemporada sigue su curso y, a medida que pasan las horas, las novedades se van sucediendo constantemente. Con la premisa de armar una buena base física y futbolística para afrontar uno de
los campeonatos más decisivos de su historia desde su vuelta a Primera División allá por 1996, Colón se mentaliza en salir del pozo en el que está sumergido hace casi un año. Para ello es imperioso hacer un exhaustivo trabajo de fondo y, por sobre todas las cosas, afrontarlo con compromiso.
 

Una de las primeras medidas del presidente Eduardo Vega –además de subsanar las deudas y la sangría económica–, se enfocó en la contratación del nuevo entrenador. Así es como llegó Diego Osella, que venía de dirigir a Patronato de Paraná. Éste fue el primer eslabón de una idea que tiene un solo objetivo: permanecer en la máxima categoría.

Con el vicepresidente Víctor Godano anclado en Capital Federal, se fueron llevando a cabo varias gestiones con el fin de sumar las tres incorporaciones permitidas (son dos, pero se abrió una tercera
por la lesión de Maximiliano Caire) solicitadas por el nuevo conductor. Las prioridades: un defensor, un mediocampista central y un delantero.
 

Desembarco
El primero en llegar fue el atacante uruguayo Julián Enrique Lalinde, de 28 años proveniente de Deportivo Pasto de Colombia –quedó en libertad de acción por falta de pago–, quien ayer arregló
todo con la institución, a préstamo por seis meses, y ya se sumó a los trabajos en el predio.
 

Pero una buena estructura necesita siempre de buenos cimientos y, como un equipo se arma de atrás para adelante, raudamente se hicieron las gestiones para sumar al peruano Gianmarco Gambetta, de 22 años, quien viene de desempeñarse en Universidad San Martín de Porres. Pese a que para muchos es un ignoto futbolista, llega precedido de buenos antecedentes, incluso formó parte de la Selección de su país en las últimas Eliminatorias.
 

Osella había dicho en primera instancia que pretendía a un jugador alto, “mucho más en un fútbol que a veces se define de pelota parada”. Y al parecer no lo defraudaron, ya que este defensor tiene 1,91
metro y es zurdo.

Al  igual que el charrúa, su arribo se cristalizará a más tardar mañana (día en el que viajará con destino a Santa Fe) también cedido por seis meses y con opción de compra. De esta manera, se transformará
en el segundo refuerzo.
 

“Esta propuesta me llegó de un momento a otro. Justamente yo me mantenía entrenando en la pretemporada con el equipo que había jugado en la última temporada, pero no había firmado nada (la prórroga de su contrato). Y ayer (por el martes) me comunicó mi representante que había un opción de ir a la Liga Argentina para jugar en Colón. Sinceramente ni lo pensé y le dije que sí, que fuéramos para adelante”,
reconoció el limeño en diálogo con LT 9.

Apenas anoticiado de esto, el férreo marcador central se puso en conocimiento de la situación actual de la entidad, hoy en zona de descenso. Pero así y todo aceptó el reto: “Acá en Perú sabemos
qué club es Colón, porque por ahí pasaron varias compatriotas (Juan Manuel Vargas y Juan Elías Cominges). Sé que es un club muy grande, pero que últimamente, por lo que tengo entendido, está pasando por algunos problemas. De todas maneras, eso no fue impedimento para mí, ya que es un lugar en el que cualquiera quisiera jugar. Me gustó el desafío”.

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