Tras el discurso del arzobispo José María Arancedo en el que llamó a la conciliación, el Ministro de Seguridad, Raúl Lamberto consideró adecuada la intervención eclesiástica en la negociación con la fuerza pública en estado de rebeldía.
Rosario 3 |
El gobierno de Santa Fe apostó a la intermediación de la Iglesia Católica en el conflicto con la Policía luego de que el Arzobispo de la arquidiócesis santafesina, José María Arancedo, diera un discurso en el que apeló a la unión y al diálogo.
El ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, confió en que esperan que los policías en protesta acepten la nueva propuesta salarial ofrecida desde el Ejecutivo. En este contexto, valoró la posibilidad de que la Iglesia opere como un ámbito neutral y de conversación entre las partes. “Hay un ofrecimiento de diálogo de Monseñor Arancedo y creemos que tener un interlocutor es esencial”, manifestó.
Arancedo brindó un caluroso discurso en el marco de la situación conflictiva que vive la provincia desde el viernes pasado, cuando un grupo de policías se apostó en la puerta de la Jefatura de Rosario para reclamar actualización salarial y mejoras laborales. La actitud fue reproducida por los agentes de Santa Fe y de varias localidades del interior provincial.
El sacerdote pidió “diálogo constructivo” y apeló a un diálogo sincero. “Si queremos ser Nación tenemos que estar unidos. Hay problemas, dificultades pero donde existe una capacidad de diálogo la solución es posible”, indicó en tono reconfortante. “Hay que reconstruir actitudes de reconciliación, sabernos partes de un todo. Argentina necesita eso”, remarcó.
“Los que estamos aquí y los que están afuera somos hermanos. Y hay que encontrar soluciones en el marco de las instituciones, de la ley, de la República”, agregó.
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