jueves, 23 de mayo de 2013

Falleció Marcelo Mateo, un estrecho colaborador del arzobispo Storni-EN LA PROVINCIA DE ENTRE RÍOS


El sacerdote era docente en la UCA Paraná. Fue sepultado el lunes en el Seminario entrerriano. Estuvo procesado por los apremios al cura José Guntern, quien le pidió a Storni que cese con los abusos.

 Un estrecho colaborador del exarzobispo de Santa Fe monseñor Edgardo Gabriel Storni, que en 2009 fuera condenado por abuso sexual, falleció el domingo al mediodía en Santa Fe tras descomponerse mientras celebraba una misa.

Se trata del padre Marcelo Mateo, quien era profesor de Teología III en la carrera de Derecho que se dicta en la Universidad Católica Argentina sede Paraná y formador de jóvenes en el Seminario Arquidiocesano de la capital entrerriana.

El sacerdote, de 56 años, estuvo involucrado en la denominada “causa Guntern”, junto a los sacerdotes Hugo Capello, Edgar Stoffel y Mario Grassi. Este expediente se inició por los apremios que denunció haber sufrido el cura José Guntern en la sede del Arzobispado de Santa Fe para que se retracte de las acusaciones contra Storni, quien había sido acusado de violar chicos en la década del 90.

Según las notas periodísticas de esos años, tras la presentación del libro de la periodista Olga Wornat en la Feria del Libro de Santa Fe, el padre Guntern dio prueba de su compromiso con la verdad cuando admitió, a la periodista de LT 10 Luciana Trinceri, que “un seminarista le había confidenciado cierta actitud de Storni para con él” y que, en razón de ese secreto revelado, “le había enviado una misiva a este para que cambiara de actitud”. Horas después que aquellas declaraciones se hicieran públicas, el anciano sacerdote denunció que “había sido conminado a presentarse de urgencia en la sede arzobispal, donde fue intimidado y obligado a retractarse de sus dichos” por los principales colaboradores del arzobispo, Hugo Capello, Marcelo Mateo, Edgar Stoffel y Mario Grassi, quienes incluso lo habrían coaccionado para firmar una carta que certificara su arrepentimiento.

El padre Guntern, falleció en 2007 pidiendo justicia, mientras que el exarzobispo fue condenado en 2009 por delitos sexuales, pero un año antes de su muerte esa sentencia se declaró nula y todo quedó en la nada. Mateo no era uno más en la estructura de la Iglesia santafesina, ya que integraba el Consejo Episcopal del Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, junto a los vicarios Capello, Stoffel y Grassi, denunciados y procesados por coacción.

El caso Guntern selló la suerte pública del por entonces arzobispo, generando la solidaridad masiva de los santafesinos que salieron a la calle para repudiar a Storni y a sus allegados. Mateo recaló en Paraná y encontró su lugar en la docencia. La lenta Justicia santafesina no se expidió sobre la cuestión a pesar del paso del tiempo. Quienes conocían a Mateo comentaron a UNO que “era muy querido por los chicos”, y lo calificaron como “excelente persona”. El sacerdote que fue sepultado en el Seminario de Paraná estaba muy enfermo, a tal punto de que en 2012 estuvo internado. En el último tiempo fumaba mucho.

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