miércoles, 17 de abril de 2013

Efecto Vale: hay al menos 10 empresas que están en proceso de venta


Así surge de un relevamiento entre los bancos de la City que tienen mandatos para encontrarles compradores. En la mayoría de los casos se trata de accionistas extranjeros que quieren irse de la Argentina.

Efecto Vale: hay al menos 10 empresas que están en proceso de venta

Lenta y silenciosamente empezó el éxodo de empresas extranjeras de la Argentina. No es como el 2002, cuando la explosión económica hizo que se fueran en manada. Pero comienzan a reproducirse los casos de compañías, mayoritariamente manejadas por inversores del exterior, que tienen en sus planes vender e irse del país.

Infobae confirmó a través de los principales jugadores del mercado financiero esta tendencia. Es más, según el relevamiento realizado por este medio, hay al menos una decena de casos (cuyos nombres no trascendieron). En su gran mayoría, los inversores extranjeros que controlan el management y deciden sobre las estrategias corporativas de las empresas, quieren hacer sus valijas e irse.

Entre los principales jugadores de la city, léase y bancos y boutiques que se especializan en M&A (fusiones y adquisiciones, según sus siglas en inglés), crecen los mandatos que obtienen por parte de las empresas para que les busquen “comprador”.

“En todos los casos, el inversor extranjero se quiere ir por la pérdida de competitividad, la falta de acceso al mercado cambiario, la imposibilidad de girar utilidades, y cierto cansancio por el cambio de reglas de juego en el país”, explicó el gerente de un banco muy activo en el mercado corporativo.

Las compañías que están en proceso de buscar nuevos socios ante la decisión de los accionistas extranjeros son de tamaño “mediano”. Léase, tienen una facturación anual que oscila los u$s100 y u$s200 millones, según le dijeron a Infobae los banqueros.

Exceptuando el ya conocido caso de Petrobras Brasil, que quiere liquidar sus negocios en la Argentina, las grandes corporaciones aún resisten. “No hay mega compañías queriendo salir del país. Y dentro de todo están queriendo vender en lugar de pagar todo lo que deben, indemnizar a todo el mundo, y bajar las persianas”, comenta el banquero.

Lo cierto es que no está descartado que incluso algunos nuevos inversores extranjeros quieran reingresar en posiciones más “ventajosas”. Según comentan, y a diferencia del 2002, los que se quieren ir no están dispuestos en regalar la empresa. “Nosotros tenemos negociaciones áridas porque nuestro cliente no va dilapidar una compañía así porque sí. Hay ánimos de vender, pero no a cualquier precio”, agregó otro ejecutivo de un banco de capitales nacionales.

Alternativa costosa

En algunos casos, cuentan en la city, las accionistas extranjeros estarían más “cómodos” con vender todo e irse en lugar que seguir litigando para encontrar un comprador. Esos casos, quizás extremos, son incluso muy difíciles de realizar.

Por un lado, la compañía debe pagar todo lo que debe y liquidar sus activos. Para tener alguna ganancia potencial, debería tener más “activos” que “pasivos” para irse “en paz” del país llevándose dinero posterior cierre de la firma ante la IGJ.

Claro que en ese caso, en donde a la empresa le quedó un resto de dinero, girar lo que le queda es hoy virtualmente imposible. El cepo cambiario, si bien la norma sobre las inversiones extranjeras está vigente, hace inviable que el Gobierno le permita comprar dólares y llevárselos.

En ese caso, lo que le queda a la empresa es pasarse a dólares vía el mercado paralelo o la operatoria de “contado con liquidación” (comprar bonos aquí y luego venderlos en Nueva York para girar la plata sin pasar por el mercado de cambios oficial). Claro, se hacen de dólares en el exterior a un precio altísimo. El dólar que surge del contado con liqui está en 8,90 pesos.

Los últimos antecedentes

Los casos más resonantes de empresas extranjeras que realizaron su salida del país son conocidos. A la cabeza, sin dudas, Vale Do Río Doce descartó un proyecto de u$s6.000 millones y se fue del país. Estaban en juego más de 6.000 puestos de trabajo en forma directa e indirecta.

Recientemente otra empresa brasileña decidió dejar de producir en la Argentina: Deca Piazza, la marca de grifería y sanitarios, dejó de producir después de 125 años de actividad. La empresa que fabricaba grifería está entre las tres más importantes del rubro en la Argentina y, además de volcar gran parte de su producción al mercado local, exportaba a otros mercados, en especial a los países del Mercosur.

También se retiró del país la empresa alemana Bosch, que cerró su call center que tenía en Capital Federal y ofrecía servicios de televenta al exterior. En este caso, los números tampoco cerraron y decidieron apostar por otros mercados. 

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