lunes, 15 de abril de 2013

Colón le ganó 2 a 1 a Vélez en el Brigadier López


A los 3' del primer tiempo, el equipo de Gareca se puso en ventaja de penal con gol de Rescaldani. En el segundo tiempo a los 12' Urribarri y a los 46' Curuchet dieron vuelta el resultado para los de Morant.

Colón le ganó 2 a 1 a Vélez en el Brigadier López

 Fútbol, dinámica de lo impensado bautizó para todos los tiempos Dante Panzeri en su libro editado en el año 1967 que sirvió para desmitificar muchos aspectos del juego y hacer hincapié en la impronta individual por encima de todas las cosas, dejando de la lado la lógica que en este deporte no es tal. En función de lo mencionado, hoy es difícil encontrar una explicación al momento que atraviesa Colón de la mano de Pablo Morant cosechando tres victorias de manera consecutiva.

Es evidente que existe un mérito por parte del entrenador, pero la realidad indica que el fútbol es de los jugadores, y en la actitud y predisposición de los mismos se puede encontrar las causas para sostener esta racha que no deja de llamar la atención. Ni el más optimista de los jugadores, dirigentes e hinchas hubiesen pensando que Colón hilvanaría tres victorias consecutivas ante Tigre, Newell´s y Vélez.

Sin embargo y aplicando aquella famosa frase de Panzeri, caemos en la cuenta que el fútbol está lleno de imponderables y sospresas, por lo cual se hace difícil terminar acertando en el diagnóstico. Muchos habrían pensado que para este delicado presente que vivía Colón luego de la ida de Roberto Sensini se necesitaba experiencia.

Pero el que asumió fue un técnico joven como Morant sin demasiada trayectoria en el banco de suplentes, pero que indudablemente acomodó varias cuestiones para salir a flote y mirar el horizonte con otro espíritu, en síntesis hizo de Colón al menos en estas tres fechas un equipo, serio, combativo y con carácter de lucha para superar las adversidades.

Pasó en el debut con Tigre, cuando el equipo luego de ponerse dos goles arriba, el rival se lo empató en una ráfaga y encima jugó parte del segundo tiempo con un hombre de menos. Pero en los minutos finales apareció Emmanuel Gigliotti para darle el triunfo casi de manera agónica. Con Newell´s también estableció una diferencia de dos goles, pero inmediatamente el equipo rosarino descontó al minuto para generar cierta zozobra. Sin embargo lo supo aguantar y salió nuevamente airoso, y la prueba contundente fue la de ayer cuando comenzó perdiendo desde el vestuario por el gol de Ezequiel Rescaldani de penal, pero con paciencia y predisposición lo dio vuelta.

Está claro que la deuda de este equipo y lo dijo en conferencia de prensa el entrenador pasa por la generación de juego, pero teniendo en cuenta que el momento de Lucas Mugni dista mucho de ser el mejor, el cuerpo técnico se inclina por una mitad de cancha, en la que combina recuperación, con profundidad por las bandas.

A Colón le cuesta tener la pelota y por eso ante Vélez sufrió cuando tuvo que hacerse cargo de salir a buscar el empate, ya que por las características de sus jugadores le queda mucho más cómodo jugar de contra, como sucedió ante Newell´s. Generó muy poco en ataque, dado que Martín Luque y Gabriel Graciani no pudieron superar a sus marcadores por las bandas e influyeron muy poco.

Encima Facundo Curuchet pese a su voluntad inquebrantable, no estaba preciso en los últimos metros, encima Rubén Ramírez estaba fuera de foco y a contramano de las acciones de juego, con lo cual se hacía complicado inquietar a Germán Montoya.

La ventaja inicial a través de Rescaldani le dio tranquilidad al conjunto que dirige Ricardo Gareca, para esperar que el elenco sabalero se adelantara y sorprenderlo de contragolpe. En el segundo tiempo Colón salió a llevarse por delante a su rival, sin ideas pero con muchas ganas de revertir la imagen.

Y fue a través de la pegada de Bruno Urribarri quien con una notable ejecución de tiro libre rompió la resistencia de Montoya para establecer la igualdad a los 14 minutos del complemento. A partir de allí Vélez se adelantó y tuvo un mano en los pies de Rescaldani a los 21 minutos que contuvo Diego Pozo. Parecía empate, pero el partido le tenía reservada una sonrisa a los hinchas, cuando se jugaba el tiempo adicional, Urribarri metió un bochazo para Curuchet quién a la carrera le dio el triunfo que alargó esta racha inimaginable hace un mes cuando el estadio se prendía fuego y Sensini decía adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario