La diputada nacional celebró el nombramiento del ex cardenal y auguró que “se vienen tiempos distintos”. “Le pido a mi pastor que despoje a la Iglesia de los cínicos, corruptos e hipócritas”, aseguró
La diputada nacional, Elisa Carrió, se manifestó a favor del nombramiento de Jorge Bergoglio como el nuevo papa y no pudo ocultar su alegría y emoción frente a la noticia.
“El nombre de Francisco es el nombre de su misión. Es el rico que se despoja. Es un jesuita que Dios lo convirtió en franciscano. Dios le puso sandalias. Francisco era la honestidad, la sencillez frente al lujo, la ostentación y la corrupción vaticana en el año 1200. San Francisco de Asís es exactamente la cara contraria al vicio y placer del Vaticano”, describió Carrió.
La diputada calificó al ex cardenal Bergoglio, como “un hombre con carácter de acero” y detalló cómo se vivió la noticia ayer a la tarde en la Cámara de Diputados:“Estaban todos muertos con la noticia. Parecía un velorio. Algunos diputados de la oposición pidieron un cuarto intermedio cuando iba a hablar el nuevo papa y el bloque oficialista se opuso. Yo creo que estaban shockeados, pero se tienen que sobreponer porque vamos a ser la vergüenza del mundo”.
Y continuó: “Es un papa de un país del fin del mundo y de una de las naciones más corruptas. Algún sentido tiene que tener. Miren lo que dijo Obama, es el primer papa de América", destacó.
Además, se mostró esperanzadora en relación al futuro próximo y auguró: "Bergoglio es el mayor signo de que vienen tiempos distintos. Para mí hoy es una fiesta. ¡Qué signo para una nueva civilización de América del Sur!".
"Hay cosas que no voy a decir, pero él sabe muy bien lo que necesita el mundo cristiano. Sabe que muchos cristianos necesitan tomar la eucaristía. Los pecadores, los gays y los divorciados. Creo que su misión es dar respuesta a eso", resaltó Carrió.
"Lo que estoy pidiéndole a mi pastor es que tiene que despojar a la Iglesia de los cínicos, de los corruptos e hipócritas. Además, si se puso el nombre de Francisco estoy segura que tiene que andar de ojotas. A mí eso es lo que más me gustó porque yo ando siempre en ojotas. ¡Si Francisco lo hizo por qué no lo voy a hacer yo!", concluyó entre risas y al grito de "¡Que viva el papa!"
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