Daniel Lungo fue condenado por apuñalar en el corazón a Pablo Conti frente a la disco Galileo. El crimen ocurrió en marzo de 2010. Lungo era el dueño del boliche Galileo, en la ciudad de Pérez, donde se originó la gresca que desembocó en la muerte de Pablo Conti.
La Capital |
El dueño de un boliche de Pérez fue condenado a diez años de prisión por el asesinato de un futbolista de 25 años al que le asestó una fatal puñalada tras un incidente ocurrido fuera del local tres años atrás. Para el juez de Sentencia Nº 6 Julio César García no se trató de un acto defensivo en medio de una pelea sino de un ataque provocado por el comerciante, quien salió a buscar al joven cuando el roce inicial había cesado y le clavó el cuchillo en el corazón.
El crimen de Pablo Conti, por el cual fue condenado Daniel Angel Lungo, de 43 años, ocurrió en marzo de 2010. Por el hecho también fue sentenciado un socio del comerciante, Julián Romildo Testa, a un mes de prisión de ejecución condicional (no irá a la cárcel) y trabajos comunitarios por el delito de lesiones leves en el marco de la gresca fatal.
Inicialmente Lungo fue acusado de homicidio en riña, figura más leve que se aplica cuando se produce una muerte en una pelea y no se puede identificar al responsable. Sin embargo, con el correr de los días se afianzó en el expediente la versión de que el dueño del boliche acuchilló al futbolista —se desempeñaba en un equipo de una liga cordobesa— y la carátula cambió a homicidio simple, delito por el que fue procesado por el juez Juan Andrés Donnola y ahora condenado.
Es que para García esa figura penal no es aplicable al caso porque la investigación determinó que Lungo le asestó una puñalada mortal a Conti en el tórax que le perforó el ventrículo derecho. Además le provocó lesiones cortantes a José Inocencio L. —amigo del muchacho fallecido— en el dedo pulgar de su mano derecha. A su vez, Testa golpeó la cabeza del futbolista contra un árbol y le propinó patadas cuando estaba tirado en el suelo.
El hecho. En base a numerosos relatos de testigos, el fallo reconstruyó que a las 5.30 del 6 de marzo de 2010 Lungo protagonizó una pelea con un amigo de Conti en la esquina del boliche Galileo —9 de Julio y Belgrano— de Pérez. La gresca cesó pero derivó en una segunda reyerta en la plaza frente a la disco, donde ocurrió el homicidio. Luego, allegados a la víctima incendiaron el auto de Testa y provocaron destrozos en el boliche.
Todo comenzó con un incidente menor, un altercado dentro del boliche entre Conti y un joven "de pelo largo" en el que fue raspado o recibió un puntazo leve. El futbolista protestó ante los encargados de seguridad y fue sacado del boliche junto con su amigo José Bella. Ya en la puerta, Conti se quejó ante Lungo por la lesión que había recibido y el dueño le permitió volver a entrar, escoltado por uno de los custodios, para señalar al autor de la agresión.
Entonces se inició en la entrada una pelea entre Lungo y Bella. Se desafiaron a pelear y, según algunos testigos, ya entonces el comerciante exhibió una navaja. Se trenzaron en una pelea en la esquina y todo indica que Bella golpeó a Lungo, lo dominó y lo arrojó al piso. Del local salieron patovicas y amigos del joven que los separaron y el dueño de Galileo volvió a entrar a la disco.
Lungo quedó golpeado y le aconsejaron llamar a un médico, pero no quiso. Para entonces Conti ya había sido echado. Según el fallo, Lungo "salió inmediatamente con algunos patovicas y su socio Testa hacia la plaza donde estaban Bella, Conti y algunos amigos". Ahí Testa golpeó al futbolista en la cabeza y "Lungo decidió atacarlo con una navaja o cuchillo que le provocó una sola herida en el ventrículo derecho y se desangró en pocos minutos". En segundos, con ese cuchillo, atacó a José L., a quien le seccionó parte de un dedo.
Sin razón. Para condenar a Lungo, el juez valoró los dichos de los testigos y del propio Testa. "Yo participé separando porque a Daniel le estaban pegando. Para defenderse, él optó por agarrar el cuchillo. Cuando me estaba cayendo por segunda vez, vi que a Daniel le seguían pegando y entonces él le pegó un puntazo a Pablo", dijo Testa. A su vez, García tuvo en cuenta un comentario posterior de Lungo, cuando en medio de los destrozos les gritó a los amigos de Conti: "Rompan, putos, total ahí está agonizando".
El juez también consideró que "no hubo racionalidad" para "repeler la agresión", ya que cuando Conti fue apuñalado estaba peleando a golpes de puño con Testa y no había peligro para su integridad física que justificara asestarle una puñalada en el pecho.
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