Se trata de dos nenas de 9 y 11 años que viajaron durante las vacaciones para visitar a su madre. Debían regresar el 17 de febrero pero no lo hicieron.
Dos menores de 9 y 11 años viajaron a fines de diciembre a Italia para pasar las vacaciones con su progenitora y, de acuerdo con el compromiso asumido por ella, debían retornar al país el 17 de febrero. Pero la mujer le comunicó al padre que no las mandaría de regreso y le bloqueó toda posibilidad de contacto con las chicas.
El matrimonio está separado desde mayo de 2010 y, poco tiempo después, Héctor Carpio obtuvo la tenencia legal de sus hijas cuando su ex esposa marchó a Europa para casarse con alguien que conoció a través de una red social. El caso está en la Justicia y llegará a Cancillería, adelantó la defensa del hombre.
Héctor y Erica llevaban varios años de casados cuando decidieron poner fin al matrimonio y se divorciaron. Como consecuencia de esa separación se celebró un convenio por el cual la tenencia de las menores estaría a cargo del padre y con un régimen de visita a favor de los abuelos maternos.
En vacaciones
Luego, el 15 de diciembre de 2010 padre y madre acordaron privadamente y ante escribano público, autorizar a las menores a viajar a Italia para compartir las vacaciones de verano junto a su madre desde el 28 de diciembre de 2010 al 1º de marzo de 2011.
Este acuerdo se cumplió, las niñas volvieron a su residencia habitual en la ciudad de Rafaela para continuar con sus actividades habituales.
Este antecedente serviría de base para que se le conceda nuevamente a la madre la autorización solicitada por vía judicial para que las menores viajen a Italia durante este receso escolar pasado, comprometiéndose a devolverlas los días previos al inicio del ciclo lectivo.
Pero esta vez las menores no volvieron, permanecen en Italia retenidas por su madre, configurando la figura jurídica internacional de “retención ilícita”, denunció el papá.
“Yo me hice cargo”
Héctor Carpio cuenta que se separó hace cinco años; “desde hace tres estoy divorciado y unos meses antes de que salga la sentencia de divorcio ella conoció a una persona por Facebook, me cedió la tenencia de las nenas y se fue a Italia. Finalmente, decidió quedarse allá, contrajo matrimonio y tuvo otra hija. Y yo me hice cargo de la custodia de mis hijas, de mandarlas al colegio, de que tengan una vida social, vestirlas, alimentarlas y de darles todo lo necesario”.
“En estos tres años que lleva allá, las nenas ya la habían ido a saludar durante un verano y volvieron en el tiempo y la forma convenida. Este año ella vuelve a formular el pedido de visita ante al Juzgado de Familia de Rafaela y yo accedí a que vayan a ver a su mamá, haciendo caso a la recomendación de la jueza y las sicólogas para que no se interrumpa el vínculo con la madre”, comentó el desesperado padre.
Sin contacto
Compungido continúa relatando que “un día antes de la fecha acordada mi ex mujer me mandó un mensaje por Whatsapp (aplicación gratuita de mensajes de texto) comunicándome que las nenas no iban a volver porque ella era la madre, tenía derecho y se las quedaba”.
Carpio denunció también que su ex impide cualquier contacto con las hijas. “Intenté hablarle pero la llamo al teléfono de su casa y al celular que tengo de ella y no me atiende”, señaló.
“Yo no sé lo que es perder un hijo, pero la situación que estoy viviendo, creo que es tan angustiante como eso”, dice con voz quebrada por la angustia. “Paso por la escuela, veo a sus compañeras y ellas no están y es difícil de soportar”.
Daño irreparable
“Cuando nos enteramos de que la mamá no iba a enviar de regreso a las nenas hicimos una presentación en el Juzgado para que la intime a la restitución, en el plazo de 72 horas, bajo apercibimientos de ley que habilitan las acciones penales y civiles que puedan corresponder y, sobre todo, una vía establecida en la Convención de la Haya sobre los aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores que permite, entre los países signatarios, la restitución de los menores que fueron sacados del ámbito de la custodia de sus progenitores”, explica la doctora Analía Schatzle.
La letrada advierte que con su proceder, la madre “ocasiona un daño irreparable a las menores porque las engañaron con que sólo iban de vacaciones y ahora están en un territorio distinto, en medio de una lengua y una cultura que desconocen, alejadas e incomunicadas de sus afectos, de su colegio, de sus objetos personales violando así sus derechos consagrados. Acá hubo todo un trabajo que hizo el papá ayudado por sicólogos para remontar la ausencia de la mamá, para encauzarlas, apoyarlas y ahora nos encontramos con esta situación”.
“El trámite es bastante engorroso en cuanto a su preparación porque implica demostrar que las nenas tienen su residencia en esta ciudad, se fueron pensando que iban de vacaciones y volverían a los pocos días, afectándolas en sus derechos e intereses. Una vez que contemos con toda la documental y esté traducida, haremos la presentación ante la Cancillería argentina”, asegura Schatzle.
“La Justicia de Italia debe dar una respuesta en un plazo máximo de seis semanas. Después, será la Justicia de Rafaela la que decida con quién deben vivir las niñas, pero mientras tanto deben estar con el padre quien tiene la tenencia”, apunta la abogada.
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