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domingo, 16 de diciembre de 2012

El gran buque Sampan amarrado en el puerto santafesino está embargado


El Sampan, además, cuenta con una orden de interdicción para navegar, lo que no le permite abandonar la estación fluvial. La situación de la embarcación, en un futuro inmediato, es incierta.


El gran buque Sampan amarrado en el puerto santafesino está embargado
El buque Sampan llegó al puerto de Santa Fe el 11 de abril de 2011. Hacía años que la estación fluvial local no recibía una embarcación de semejante envergadura. Las primeras informaciones oficiales que se brindaron al respecto aseguraban que el barco llegaba a la ciudad para que se le realicen reparaciones y el cambio de bandera –actualmente es de Liberia– para nacionalizarlo.

Pasó más de un año y medio y el Sampan sigue en el mismo lugar y ya nadie quiere hablar del tema. Desde la empresa Maruba, de capitales argentinos, propietaria del buque, dijeron “no estar interesados en hacer una nota” sobre el Sampan. Desde el Ente del Puerto de Santa Fe aseguran que “no pueden brindar información sobre una empresa privada”.

A mitad de año, el presidente del Ente Autárquico del Puerto de Santa Fe, Marcelo Vorobiof, fue requerido periodísticamente para tener mayores precisiones sobre la situación del buque. Al respecto Vorobiof dijo que el barco estaba realizando las tramitaciones para cambiar de bandera y que esos trámites se realizaban en Buenos Aires.

Pero, al parecer, hasta el propio presidente del Ente portuario desconocía la situación real por la que el buque no se movía. En junio de 2011 el juzgado nacional de primera instancia en lo Civil y Comercial Federal Nº 9 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cargo del doctor Alejandro Saint Genez, trabó un embargo y dictó la interdicción de navegación sobre el Sampan.

El 27 de julio, por los micrófonos de LT10, Vorobiof decía: “Para nosotros es bienvenido (que el barco continúe en el puerto) porque nos da imagen portuaria, ingresa el pago de un canon y desmitifica que el puerto local no tiene actividad”.

Sobre el pago del canon, en la edición del 29 de julio de 2012 de Diario UNO se le pregunta a Vorobiof cuánto dinero aportó hasta el momento el propietario del buque para permanecer en el dique. El titular del Ente respondió: “Es un trámite privado. No es un dato a publicar”.

Respecto al embargo y la interdicción de navegar que pesa sobre el Sampan, Diario UNO volvió a consultar a Vorobiof sobre el tema y la respuesta fue diferente: “Ahora no tengo la información. Pero eso es público, no tengo ningún problema en brindárselo la semana que viene”.

Al mismo tiempo, el funcionario aseguró que la empresa que tiene el Sampan está pagando el amarre “perfectamente, sin ningún tipo de inconvenientes” a pesar del embargo. Pero aclaró: “La situación judicial del buque no es un tema que al Puerto le incumba. Mientras a nosotros nos respeten el contrato de pagar el amarre, que es como si fuera un estacionamiento, es suficiente. No podemos dar información (sobre una empresa privada) ni preocuparnos porque hay una situación jurídica especial con los titulares. No nos incumbe si está embargado, si tiene problemas jurídicos. Mientras nos paguen el amarre, lo demás es una cuestión entre privados”.

Empresarios vinculados al comercio marítimo que trabajan en escalas portuarias como la local estimaron que un buque de las características del Sampan debería pagar una tarifa aproximada de mil dólares por día de estadía en un puerto. De todos modos las precisiones estarán la semana que viene.


Nacionalizarlo, casi imposible
El Sampan tiene bandera liberiana, y eso no es casual. En el mundo del comercio marítimo las banderas de conveniencia son una herramienta para hacer más rentable el negocio. Concretamente hay países donde se registran los buques con una menor carga impositiva y les ofrecen un sistema de registro cuyos controles son mínimos. Además de Liberia, entre los pabellones de conveniencia se encuentran Panamá, Corea del Norte, Seychelles, Malta y Chipre, entre otros.

En la Argentina, para nacionalizar un buque, la empresa propietaria debería aportar cerca del 44 por ciento de su valor en impuestos, una cifra millonaria. Incluso la mayoría de las empresas armadoras (las que realizan la explotación comercial de las naves) argentinas se fueron al Paraguay para evitar el pago de muchos impuestos. La legislación argentina tendría como objetivo favorecer y defender la actividad de los astilleros argentinos. Por eso, la posibilidad de cambiarle la bandera al Sampan requiere de una inversión casi sin sentido.

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