A pesar de que están listas, anunciadas y a punto de ser ocupadas, la tira de 23 flamantes boleterías de la estación de ómnibus Mariano Moreno, sigue vacía. Tres semanas atrás ya era inminente su habilitación, pero la compañía que provee el servicio telefónico demoró la instalación de las líneas.
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"El lunes próximo comenzarán con ese trabajo", explicó Orlando Debiasi, presidente de la empresa del Estado municipal que administra la terminal por la que pasan entre 40 y 60 mil personas diariamente y a la que sólo supera el movimiento de la peatonal Córdoba. A su vez, en las cabinas provisorias donde hace un año y medio se venden los boletos las expectativas no están tan altas.
"Varias veces nos dijeron que nos mudábamos pero está verde", dijo sonriente una mujer detrás del vidrio, mientras atendía a los pasajeros.
"No se sabe lo que demorará y estamos todos esperando para irnos de acá ", dijo Viviana desde otra de las ventanillas que, en su momento, fueron emplazadas por un plazo de seis meses, según relató. Para Sebastián, la mudanza tal vez se haga efectiva la semana próxima. "Faltan los teléfonos e internet. No podemos trabajar sin eso", explicó a La Capital .
Mientras entregaba las planillas que habilitan la partida de un ómnibus, Daniela sinceró su pronóstico: "Ni miras de mudarnos".
El chofer que recibía la entrega aceptó el convite para opinar, pero sin identificarse, "Hace 24 años que vengo y esto es siempre igual", dijo.
Nuevo impulso. Según Debiasi, el 6 de julio pasado fue una especie de fecha clave porque se reiniciaron las obras de remodelación de la terminal, que llevaban tres meses suspendidas, "no por falta de fondos sino por imprevistos como el arreglo de desagües", explicó. En esa oportunidad, las autoridades dieron por hecho que las boleterías se habilitarían a la brevedad.
Pero, dos semanas después, las flamantes ventanillas siguen vacías en un espacio silencioso y lleno de luz que preside desde una esquina la intervención "Ovni bus", una especie de enorme bicicleta de variadas ruedas y hélices.
En ese mismo ámbito que da sobre calle Santa Fe, entre Constitución y Castellanos, desde octubre ya funcionan los sanitarios, mientras que a sus espaldas, de cara a las plataformas, siguen los trabajos para terminar locales comerciales.
"Falta un año de obras. En seis meses ya estará listo el 80 por ciento de la remodelación prevista", explicó Debiasi desde el segundo piso de la terminal, donde tiene su sede la empresa municipal que administra el sitio por el cual entran y salen miles de pasajeros a la ciudad. Y aseguró que desde su reinicio, veinte días atrás, las tareas "van muy rápido".
Para Debiasi, las boleterías están listas, equipadas y sólo falta instalar las líneas de teléfono, lo que se hará entre el lunes y el viernes próximos.
Además, el funcionario dijo que después de las vacaciones de invierno comenzará la demolición de una cuña central que involucra a tres locales comerciales.
"Nos pidieron estos días", explicó, tras lo cual indicó que sólo hay dos emprendimientos nuevos, el resto lleva tantos años como tiene la terminal y, por supuesto, implica varias generaciones de una misma familia.
Los locales de la estación se concesionan por veinte años, pagando un canon mensual que va de 80 a 100 pesos el metro cuadrado.
La actividad del lugar está reglada por una ordenanza municipal que, entre otras cosas, puso coto a los comercios del rubro gastronómico para evitar una saturación de la oferta.
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