lunes, 7 de noviembre de 2016

"Agradezco los conceptos de Macri, pero yo soy peronista"

Omar Perotti es contador público. Senador nacional desde diciembre de 2015. En 1991 fue elegido intendente de Rafaela. En 2011 encabezó la lista de diputados nacionales. Fue funcionario provincial.

por Mauricio Maronna


"El presidente Macri tiene que ordenar a los jugadores en el gobierno. Hay un contexto que no es el mejor", dijo Perotti.


Omar Perotti parece disfrutar de los beneficios de la moderación política. La que le permite haber salido indemne de los 12 años de kirchnerismo, pese a haber representado al FpV, y que ahora le posibilita mantener el centro de la escena en el peronismo santafesino.

En una entrevista con La Capital, el senador rafaelino agradece los intentos del macrismo para acercarlo a su redil, pero reivindica su pertenencia justicialista. A la vez, critica la política económica oficial y pide un giro manifiesto en las acciones oficiales con las pymes.

Perotti considera que las elecciones de 2017 deben ser desdobladas en la provincia de Santa Fe y anticipa modificaciones en el proyecto de reforma electoral que está debatiendo la Cámara de Senadores de la Nación.

—¿A casi un año de gestión, cómo evalúa la marcha del gobierno nacional?

—Algunas alertas que se venían planteando respecto de la actividad económica y el desenvolvimiento de las pymes, vinculadas al mercado interno, se cumplieron, y eso nos preocupa, máxime en una provincia como la nuestra, que tiene un tejido basado en eso. Y el 90 por ciento de la producción de las pymes está vinculado al mercado interno, y eso se siente. Cuando se le decía esto al gobierno, respondía que en el segundo semestre esto se resolvería, pero no se dio. Eso genera preocupación.

—¿Qué le dicen en las recorridas por la provincia estos empresarios de las pymes?

—Hay alta preocupación, eso es lo que nos dicen.

—¿Y la raíz del problema cuál es? ¿Un mal plan económico, ausencia de inversiones?

—El gobierno tiene que entender que el Estado debe estar presente y tener un rol importante en una transición. El gobierno promueve con razón a la Argentina en el exterior, realiza eventos importantes con los que definen inversiones en el país. Allí plantea las reglas de juego, pero lo que le pasa al sector de las pymes es que se le han alterado las reglas de juego. Todos los que han invertido lo hicieron sustituyendo importaciones y apostando al mercado interno, dos variables que se sacuden muy fuerte cuando el Estado toma un rol distinto en relación a las importaciones y cuando el esquema de mercado interno se achica. Esto se da por un reacomodamiento de precios internos, con suba en los alimentos. Y la devaluación se quedó con poder adquisitivo. A eso súmele, la suba de tarifas.

—¿Y qué debe hacer el gobierno nacional?

—El gobierno tiene un contexto internacional que no es el mejor para la Argentina. Brasil, el principal socio del país, está severamente afectado. El mundo no está en una instancia compradora, está en un esquema económico de excedentes y Argentina no tiene potencial para incorporar productos. La única variable es el mercado interno, que está deteriorado. Lo que tiene que hacer el gobierno, lo que tiene que hacer Macri, es ordenar a los jugadores. Uno escucha en el área de industria muchos mensajes en el sentido de cuidar lo nacional, pero en otras áreas de gobierno no se generan esas condiciones. Hay que ordenarlo en base a la lucha contra la pobreza, porque allí hay trabajo que se debe sostener con la intervención del Estado.

—¿Hay ejemplos comparativos?

—Mire, cuando se festejó el Día de la Industria se recorrió el parque industrial de Pérez, y allí se vio que lo que antes no existía hoy es algo muy poblado. Se ven naves, galpones terminados y equipamiento de maquinaria completa en algunas industrias. En otras, avance de incorporación de maquinaria. Y en otro se ven naves terminadas. Esa es la apuesta de un sector empresario que decidió generar puestos de trabajo frente a la posibilidad de sustituir importaciones y con un mercado interno que demandaba. El empresario pudo proveer productos argentinos. Si el gobierno no entiende que debe acompañar a estos sectores, podemos tirar abajo el enorme capital que significa generar emprendedores. Por eso le digo: "Presidente, ordene a los jugadores".

—¿Qué proyecto saldrá del Senado en materia de reforma electoral?

—La aspiración es modificar lo que vino aprobado desde Diputados. Presenté junto a Abal Medina la sugerencia de otro proceso. Quiero entender que el gobierno busca resolver problemas, y si eso pasa por el faltante de boletas, bienvenida sea la tecnología. Pero así como hay gente que duda con lo de las boletas, hay otra que duda de la incorporación de un chip en esas papeletas. Y son atendibles las dos dudas. Lo que debemos hacer es asegurar la legitimidad. A Diputados le faltó más debate. El tiempo siempre se termina cobrando el no haber colaborado en una ley.

—¿Qué debate faltó para que esté claro el proceso de reforma electoral?

—Parecía que la discusión era sólo "tecnología sí, tecnología no". Como que todo sistema papel era tramposo y todo sistema con tecnología era una panacea. La celeridad en transmitir resultados no puede ser superior a la garantía de seguridad de un proceso electoral.

—En la Casa Rosada dicen: "El que le gusta a Macri es Perotti". Y el propio presidente le pidió al gobernador Lifschitz que se lleve bien con Corral y con usted. ¿Hay alguna posibilidad de que se incorpore a Cambiemos?

—Agradezco los conceptos, pero estas cosas tienen su devenir de acuerdo a las cosas que uno ha hecho en toda su vida. Soy un hombre de gestión y de diálogo. Yo he tomado una instancia de diálogo con el gobierno nacional para trasladar las inquietudes que uno recoge en Santa Fe. Cuando yo recorro un pueblo me acercan posiciones para gestionar, y no se gestiona ante la reina de Inglaterra. Hay que gestionar con el presidente Macri y sus ministros. Y yo llamo, voy y dialogo. Del mismo modo muestro las alertas, como las que le comenté al inicio de esta entrevista.

—¿Pero existe alguna chance?

—Plantear un escenario político común, y más a tres años, es algo totalmente fuera de momento. Tengo mi pertenencia política, soy peronista, siempre lo he planteado en cada uno de los lugares que me han tocado. Esa es mi impronta, mi identificación está clara. Y cuando uno está firme en sus convicciones puede dialogar con todos, puede sacarse una foto con todos. Es la mejor manera de gestionar los intereses de Santa Fe ante la Nación. Tener diálogo y abrir puertas es el camino que uno ha elegido, sin dejar de marcar diferencias o de hacer propuestas.

—¿Lifschitz debería desdoblar o unificar las elecciones santafesinas con las nacionales en 2017?

—Es bueno que se discutan los distintos niveles, que se pueda analizar la problemática local, provincial y la nacional. Comparto el criterio que se aplica en la provincia de Santa Fe desde hace bastante tiempo respecto de desdoblar los comicios. Soy parte de un proyecto nacional, con lo que la discusión nacional es importante darla, pero Santa Fe tiene su idiosincrasia, su particularidad y es bueno que los problemas y acciones de los santafesinos no queden tapados por los temas nacionales. Quiero una provincia protagonista de lo nacional pero firme en las definiciones propias, territoriales. Siempre es mejor discutir nuestros temas santafesinos en elecciones desdobladas de las nacionales.

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