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martes, 26 de julio de 2016

Violencia de género en Rafaela "Necesito que me ayuden"

Una mujer de 39 años fue golpeada y abusada sexualmente por su expareja, quien además la amenazó. A pesar de realizar las denuncias correspondientes (y en más de una oportunidad), la Justicia y el Estado brillan por su ausencia. Debido a ello, y porque teme por su vida, la víctima contó su historia en las redes sociales como un desesperado pedido de ayuda.

Foto: Archivo El Litoral / Pablo Aguirre

Agencia Rafaela

La cantante y animadora de shows Perla Farías (39) tuvo que recurrir a las redes sociales para encontrar eco porque siente que su vida está amenazada y por la falta de respuestas, tal como ella lo manifiesta, de la Justicia y la Policía.

El estremecedor mensaje que publicó en su cuenta de facebook habla a las claras de la impotencia y la angustia por la que atraviesa, pero fue el detonante para que su caso tomara estado público y encendiera la alarma por las fallas que presenta el sistema ante est tipo de hechos. 

Farías estuvo de novia durante cuatro años con J.D., seis años mayor que ella, hasta que decidió ponerle fin al vínculo. Él se mostró empecinado en reanudar la relación, y ante la negativa de su expareja, el sujeto se tornó violento.

Fue así que el domingo 12 de junio se transformó en el peor día de la vida de la cantante por la agresión de la que fue víctima, tal como lo narra en su cuenta de Facebook: “el miedo lo sentí el día que me encerraste, golpeaste y abusaste de mí. No atiné siquiera a defenderme porque veía cerca la muerte y en tus ojos y palabras se reflejaban el odio hacia las mujeres. Sólo me quedé en silencio, de vez en cuando te pedía por favor que te retires de mi casa, que ya no me pegues...”.

Al día siguiente, se presentó en la Comisaría de la Mujer y tres días después recurrió nuevamente a la dependencia para dejar asentado que la seguía amenazando a través de mensajes de texto y la llamadas telefónicas a cualquier hora.

El miedo lo sentí el día que me encerraste, golpeaste y abusaste de mí. No atiné siquiera a defenderme porque veía cerca la muerte y en tus ojos y palabras se reflejaban el odio hacia las mujeres. Sólo me quedé en silencio, de vez en cuando te pedía por favor que te retires de mi casa, que ya no me pegues...”
(Relato de Perla Farías en su cuenta de Facebook)
 
La denuncia llegó a la Fiscalía Regional, instancia que le impuso al individuo una orden de restricción de acercamiento.

No obstante, el hombre no cesó con sus intimidaciones y a principios de mes a Farías le avisaron que J.D. se encontraba merodeando en las cercanías del local donde ella estaba trabajando, y en otra oportunidad fue visto en la esquina de su casa.

Sintiéndose hostigada, recurrió nuevamente la Comisaría de la Mujer para pedir custodia permanente, algo que nunca recibió, aumentando al extremo sus temores y su sensación de indefensión.

Así, el 4 de julio volvió a usar la red social y público: “El ’lobo’ sigue suelto!!! Y a pesar de la restricción para acercarse a mí, sigue rondando à”, sostuvo en un texto en el que también cargó contra los funcionarios que no le prestaron ni le prestan la atención debida, al tiempo que les advierte que no la “van a frenar con respuestas que no hacen más que mostrar las falencias de un sistema, de personas que no están aptas para tratar con personas y en algunos casos no están capacitadas para hacer su trabajo”.

En dialogo con LT 10 la mujer señaló que “la intención de hacerlo público es porque necesito que me ayuden. Mostrar lo que me pasa ante la sociedad para que me den protección porque la Justicia no está actuando. No lo hizo en su momento y todavía no tengo novedades”.

Después se quejó porque “en la Comisaría de la Mujer pusieron la mitad de las cosas que yo dije”, y que “como no tenía lesiones evidentes, aunque con el correr de los días fueron apareciendo moretones, chichones en la cabeza, la Fiscal me dijo que no se había tomado muy en serio”.
 
En otro tramo de sus declaraciones, aseguró que “yo sé que (él) tiene armas y alguna vez me dijo que si terminábamos mal me iba a matar, y esto lo dejé asentado en la denuncia”.

La intención de hacerlo público es porque necesito que me ayuden. Mostrar lo que me pasa ante la sociedad para que me den protección porque la Justicia no está actuando. No lo hizo en su momento y todavía no tengo novedades”
(Perla Farías)

A su vez comentó que cuando le señaló a la funcionaria judicial que J.D. violaba la restricción, ella le contestó que “tendría que filmarlo, algo que me pareció gracioso y me produjo una sensación de pánico de saber que puede estar armado y yo me tengo que exponer y hacer el trabajo que tienen que realizar ellos”. 

“Cuando hablé la primera vez con la fiscal le pedí, porque me dijeron que es Ley, un botón antipánico, y su respuesta fue que la Provincia está pobre. Entonces, para qué hacemos muchas marchas, se fomenta que las mujeres tenemos que denunciar y no tenemos protección ninguna porque no tengo el botón, no tengo custodia desde hace un mes y medio y me tengo que cuidar sola. Vivo con miedo”, dijo apesadumbrada.

En el mismo sentido, Farías dijo sentirse frustrada porque “creí que siendo mujer se iba a poner la camiseta. Me acuerdo que luego de la primera denuncia me dijo que tenía que ser sincera conmigo y que eso iba a quedar en un cajón, en una carpeta y que no iba a pasar nada porque lo denunciado no pasaba de ser una falta. Me fui llorando hasta mi casa”.

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