El fiscal Giavedoni viajó este martes a Buenos Aires para formalizar las acusaciones contra los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci
En Ezeiza. Los tres cumplen sus condenas por el triple crimen de General Rodríguez / Foto: José Busiemi - Uno Santa Fe
Los hermanos Cristian (42) y Martín (44) Lanatta y su ladero, Víctor Schillaci (35) –los tres prófugos más famosos del verano, que se escaparon el 27 de diciembre del penal de máxima seguridad de General Alvear, Buenos Aires y que fueron recapturados 14 días después en una arrocera de Cayastá–, fueron imputados este martes por los delitos que cometieron en la provincia durante esos días, para sostener la fuga. Hoy, los tres cumplen las condenas por el triple crimen de General Rodríguez en la cárcel federal de Ezeiza. Hasta allí fueron el fiscal santafesino Estanislao Giavedoni y el defensor oficial Leandro Miró para formalizar las imputaciones.
Según trascendió, ninguno de los tres quiso declarar sobre los hechos y se limitaron a escuchar las acusaciones. Solo Víctor Schillaci cortó el silencio para decirle al fiscal que le pedía disculpas a los santafesinos por las molestias causadas en la provincia.
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Schillaci y Cristian Lanatta, el menor de los dos hermanos, fueron acusados por tres hechos. El primero es el secuestro del ingeniero agrónomo Juan Ignacio Reynoso ocurrido el 7 de enero. Según consta en la investigación, los acusados lo obligaron a que los llevara hasta su departamento ubicado en el microcentro santafesino y se quedaron allí dos días, luego le robaron la camioneta que usaba para trabajar y otras pertenencias personales y se fueron.
El segundo hecho ocurrió el 9 de enero y es el violento ingreso a una casa ubicada en la zona rural de Campo del Medio (departamento Garay), donde también privaron de su libertad a un matrimonio integrado por Graciela Macedo y Héctor Ferreyra.
El último hecho es la privación de la libertad de Rodrigo Martín Franco, el sereno del molino arrocero Spalleti ubicado a la altura del kilómetro 64 de la ruta provincial número 1 (departamento Garay), ocurrido el 11 de enero, el día en que finalmente fueron detenidos.
Por su parte, Martín Lanatta fue imputado por los dos primeros hechos ya que fue detenido días antes que su cómplices. Así, la calificación de los delitos para Cristian Lanatta y Schilacci es la siguiente: privación ilegítima de la libertad calificada y robo calificado por ser cometido en banda y en poblado y con la utilización de arma de fuego, todo en concurso real; privación ilegítima de la libertad calificada y robo calificado por ser cometido en banda y en despoblado y con la utilización de arma de fuego, todo en concurso real; y privación ilegítima de la libertad calificada y tenencia de arma de fuego de guerra (este último hecho no se aplica a Martín Lanatta).
Por separado
Para extremar las medidas de seguridad, las audiencias se realizaron por separado, en oficinas de los pabellones donde cada uno de ellos está detenido. De los tres, Schilacci es el más custodiado. Está alojado en el pabellón 1 y tiene asignado un agente a su lado las 24 horas del día. Por eso, el encuentro previo a la audiencia que tuvo con su defensor oficial, se realizó en una oficina toda vidriada, para que su custodio no lo perdiera de vista. Dos corredores más lejos están los hermanos Martín y Cristian Lanatta, que ocupan los pabellones 3 y 4 respectivamente. Las tres imputaciones fueron filmadas por personal de la Policía de Investigaciones que viajó con el fiscal Giavedoni.
Pero, además, las audiencias tuvieron otras particularidades. Uno de ellos es que se realizó sin juez. Y es que una de las facultades del nuevo Código Procesal Penal es que permite que en casos en los que no está en juego la libertad de los detenidos, se pueden realizar solo entre las partes, sin intervención de un magistrado. En este caso, como los tres ya están detenidos por condenas, el fiscal no solicitó su prisión preventiva. El otro detalle llamativo es que el defensor oficial les informó a los imputados que su defensa no va a ser gratuita.
“Esto es muy importante y estamos aplicándolo en los casos en los cuales los defendidos están en condiciones de pagar honorarios. Se lo informamos y ellos estuvieron de acuerdo y lo aceptaron, a pesar de que podrían haber contratado abogados particulares”, explicó Leandro Miró, quien además trabaja en el caso junto con la defensora adjunta Magali Mazza y Sandra Müller como abogada colaboradora.
Por su parte, el fiscal consideró que la audiencia se desarrolló “con normalidad” y que los tres imputados se mostraron “colaborativos con el desarrollo de la audiencia y no hubo ningún inconveniente. Como dato anecdótico, Schillaci pidió disculpas por las molestias causadas en la provincia de Santa Fe”, agregó el fiscal. En relación al futuro de la investigación, Giavedoni indicó que “el próximo paso procesal es la presentación de la acusación, que es la instancia previa a la realización del juicio oral y público”.
Gabriela Albanesi / gabialbanesi@uno.com.ar / De la Redacción de UNO
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