
Un niño de seis años jugaba con su hermano cuando encontró un huevo Kinder de chocolate. La curiosidad por saber qué juguete para armar traería en su interior lo llevó a quitar la envoltura y vaya que se llevó una sorpresa: Contenía una bolsita con polvo, que más tarde sabrían era una porción de metanfetamina.
De inmediato la dio a su tío, quien contactó al inspector Colin Shaw, de Limavady, en Irlanda del Norte, al que le llevaron lo hallado por el pequeño, y tras un análisis comprobaron que era una sustancia prohibida.
Además, expuso su preocupación, al ser esta golosina un atractivo para los niños, por lo que se inició una investigación.
Fuente: excelsior.com.mx
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