La desaceleración de la economía china impactará este año de manera negativa en la economía mundial y en especial en la de los países emergentes, según un informe difundido hoy por la calificadora de riesgos Moody’s.
El informe consideró que el debilitamiento es “más pronunciado de lo anticipado” y advirtió que la economía de China “es actualmente uno de los mayores riesgos para la economía global”. La calificadora de riesgos pronosticó que las economías emergentes del G-20 crecerán 4,2 por ciento en 2016, dos décimas menos que el año anterior, luego de que Moody’s recortó las proyecciones para Brasil, México, Argentina y Turquía.
Esta ralentización de la segunda potencia económica mundial podría provocar un efecto en cadena en el crecimiento global, lo que podría crear una “aversión al riesgo” y un aumento del estrés de los mercados, consideró la calificadora de riesgos. Mientas tanto, el Gobierno chino está implementando medidas para mantener el crecimiento, pero Madhavi Bokil, vicepresidente de Moody’s, consideró que la obsesión de Pekín por llegar a cifras concretas podría afectar la calidad del crecimiento conseguido.
Para Moody’s, las “economías avanzadas” que forman parte del G-20 también tendrán un crecimiento más bajo, del 1,7 por ciento en promedio, comparado con el 1,9 por ciento conseguido el año pasado.
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