Por ALBERTO ARCE 14 marzo 2016
En el campo de Idomeni, más de 14.000 civiles, dos tercios de los cuales son mujeres y niños, sobreviven en condiciones precarias pasando frío y rodeados de barro. CreditValdrin Xhemaj/European Pressphoto Agency
HAMILO, Grecia — En una clara muestra de desafío al cierre de fronteras decretado por las autoridades de la Unión Europea, más de 2000 migrantes y refugiados atrapados en Grecia atravesaron un río crecido por las lluvias para ingresar en Macedonia.
En escenas dramáticas mostradas por Euronews podía verse cómo refugiados ancianos y jóvenes con sus hijos en brazos transportaban sus pocas pertenencias mientras cruzaban a pie el río ayudados por una cuerda para no perder el equilibro. Algunos activistas griegos los ayudaban a pasar. El paso es peligroso y no todos lo logran. La policía macedonia confirmó el hallazgo de tres cuerpos ahogados en el río Suka, los tres de nacionalidad afgana.
Los migrantes y refugiados salieron caminando a primera hora de la mañana del campo de Idomeni, en Grecia. Uno de ellos, un ciudadano sirio, Ibrahim al Almad, dijo que llevaba atrapado en Grecia un mes. “Mi hermano está en Stuttgart y quiero reunirme con él. Mira lo que nos obligan a hacer, fíjate en todas esas mujeres y niños”.
En Idomeni hay más de 14.000 personas que acampan en condiciones muy precarias debido al frío y la lluvia. Dos tercios de esas personas son mujeres y niños.
Puede que aun cruzando de Grecia a Macedonia, su tiempo en el país, que no es miembro de la Unión Europea, sea escaso. Soldados del ejército detuvieron a cientos de personas poco después de que cruzaran el río y los subieron en camiones. No está claro el lugar al que se les transporta. La agencia Reuters, citando fuentes policiales macedonias, dice que se les regresa a Grecia.
Lo sucedido la mañana del lunes en la frontera entre Grecia y Macedonia plantea el mayor reto a la decisión europea de hace unos días de cerrar la llamada “ruta de los Balcanes”, que ha dejado a más de 40.000 personas atrapadas en Grecia, y sucede poco antes de que los líderes de la Unión Europea traten de cerrar un acuerdo con Turquía para que ese país reciba a los refugiados que la Unión Europa tiene pensado devolver. Eslovenia, Serbia y Croacia, además de Macedonia, mantienen sus fronteras cerradas.
En enero y febrero de este año, más de 123.000 migrantes han llegado a Grecia en comparación con los 4600 que llegaron en los mismos meses del año pasado. En 2015, más de 850.000 personas atravesaron la ruta de los Balcanes, que ahora se ha cerrado.
El cierre de las fronteras de Macedonia fue solicitado por Austria, otro de los países europeos que ya cerró sus fronteras a los migrantes y refugiados hace semanas y ha tenido un efecto dominó en varios países vecinos. Gran parte de la frontera macedonia está bloqueada tan solo por círculos de alambre de púas y los migrantes pueden romperlo para cruzar a través de ríos y montañas al oeste del campo de Idomeni en las cercanías de Hamilo, una localidad griega.
La portavoz en Macedonia de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR), Ljubinka Brasnarska, dijo que “esta es la situación a la que llega la gente debido a su desesperación y frustración. Las restricciones al paso de fronteras que han impuesto algunos países están a obligando a estas personas a comportarse de manera desesperada”.
Según la agencia, solo la semana pasada, cruzaron a Grecia desde Turquía unas 8500 personas.
El ministro austriaco de relaciones exteriores, Sebastian Kurz, dijo el viernes en una entrevista con un medio alemán que las fronteras deberían estar cerradas. “Tendremos que hacer en la ruta de Italia y el Mediterráneo todo lo que estamos haciendo en la ruta de los Balcanes”.
“La ola de refugiados que se mueve por Europa central se ha terminado”, añadió.
La Canciller alemana Ángela Merkel dijo el lunes que no tenía ninguna duda de que el cierre de las fronteras beneficiaba a su país. Alemania es la nación que más migrantes y refugiados ha recibido en 2015, pero su política de puertas abiertas ha cambiado. El domingo, un partido de extrema derecha que defiende el cierre de fronteras consiguió los mejores resultados electorales de su historia.
Pero el Primer Ministro italiano Mateo Renzi defiende la postura contraria. Durante una conferencia en Roma, el lunes, dijo que era hora de terminar con el egoísmo de países que creen que levantando muros se responde a los retos que plantea la migración. “¿Cuánto creen que puede durar un muro en la época de internet?”, dijo. “¿Cuánto tiempo podremos seguir haciendo como que no vemos este problema, pensando solo en las próximas elecciones en vez de pensar en la construcción europea?”.
Con información de Associated Press y Reuters
nytimes.com
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