+4Foto:Agencia Santo Tomé.
Testigo silencioso. Imagen captada en el estribo oeste del Puente Carretero. El río Salado tenía 6,36 el viernes; 6,39 el sábado; 6,49 el domingo y 6,53 en la mañana de este lunes. Para estos días, se esperaba el pico de crecida.
Agencia Santo Tomé
santotome@ellitoral.com
La ciudad de Santo Tomé sigue con expectativa y lógica ansiedad la crecida del río Salado, que hoy “midió” 6,53 metros en la zona lindante al Puente Carretero, 4 centímetros más que ayer.
Ante dicha situación, desde el municipio se quiere llevar tranquilidad a la población. Para evitar males mayores se han intensificado las medidas preventivas que forman parte del protocolo de actuación ante casos de emergencias como éstas.
Este fin de semana, personal de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos estuvo abocado a reforzar la protección de la zona más baja de la costanera, concretamente en calle Iriondo entre Sarmiento y Necochea, con el objeto de aumentar la cota de defensa en unos 40 centímetros (para elevarla hasta 7,40 metros). A lo largo de dicho tramo, se instaló una manta de polietileno de 200 micrones, rellenada con arena y apuntalada mediante bolseado.
“Estamos tranquilos y ocupados en brindar las respuestas adecuadas”, destacó la intendenta Daniela Qüesta. “Tenemos todos los equipos disponibles en la calle, tanto los sociales como los de obras públicas; la capacidad de bombeo instalada está operativa en un ciento por ciento y seguimos monitoreando de manera permanente todo el sistema de defensas, en coordinación con Protección Civil de la provincia y los batallones del Ejército Argentino”, añadió la funcionaria. Luego amplió: “Nuestra prioridad es responder a esta contingencia y -al mismo tiempo- que el Estado municipal siga funcionando y garantizando los servicios básicos; solicitamos la comprensión de los vecinos que reclaman por temas como el desmalezado o el mantenimiento de calles”.
Familias evacuadas
“Pedimos un poco de paciencia; la emergencia hídrica y las condiciones climáticas nos están generando inconvenientes que obligan a focalizarnos en las cuestiones inherentes a la atención de los evacuados, por ejemplo; esperamos recuperar la normalidad progresivamente”, remarcó Qüesta en otro pasaje de su explicación.
Por la crecida del río, hasta el momento sólo se han visto afectadas familias ubicadas por fuera del anillo de la defensa costera, particularmente en los barrios Costa Azul, Costa de Oro y el sector del terraplén situado en jurisdicción de la Vecinal General Paz (en las adyacencias del Reservorio Nº 3 y la Planta de Tratamientos de Líquidos Cloacales). Los damnificados están siendo atendidos en el centro de evacuados que funciona en la sede de la Vecinal Sargento Cabral, el que en estos momentos atiende a un total de 22 personas.
Allí, se les brinda mantas, colchones y elementos de higiene personal. Además, la Municipalidad de Santo Tomé distribuye diariamente 44 raciones de alimentos; la mitad en el centro de evacuados y la otra mitad a personas que han optado por permanecer en sus viviendas, al resguardo de sus pertenencias. Sumado a ello, se reparten bolsones de alimentos secos a otras 17 familias, las que están en condiciones de cocinar. Los sectores más vulnerables son monitoreados por parte de los equipos técnicos de la Secretaría de Salud, Medio Ambiente y Acción Social.
santotome@ellitoral.com
La ciudad de Santo Tomé sigue con expectativa y lógica ansiedad la crecida del río Salado, que hoy “midió” 6,53 metros en la zona lindante al Puente Carretero, 4 centímetros más que ayer.
Ante dicha situación, desde el municipio se quiere llevar tranquilidad a la población. Para evitar males mayores se han intensificado las medidas preventivas que forman parte del protocolo de actuación ante casos de emergencias como éstas.
Este fin de semana, personal de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos estuvo abocado a reforzar la protección de la zona más baja de la costanera, concretamente en calle Iriondo entre Sarmiento y Necochea, con el objeto de aumentar la cota de defensa en unos 40 centímetros (para elevarla hasta 7,40 metros). A lo largo de dicho tramo, se instaló una manta de polietileno de 200 micrones, rellenada con arena y apuntalada mediante bolseado.
“Estamos tranquilos y ocupados en brindar las respuestas adecuadas”, destacó la intendenta Daniela Qüesta. “Tenemos todos los equipos disponibles en la calle, tanto los sociales como los de obras públicas; la capacidad de bombeo instalada está operativa en un ciento por ciento y seguimos monitoreando de manera permanente todo el sistema de defensas, en coordinación con Protección Civil de la provincia y los batallones del Ejército Argentino”, añadió la funcionaria. Luego amplió: “Nuestra prioridad es responder a esta contingencia y -al mismo tiempo- que el Estado municipal siga funcionando y garantizando los servicios básicos; solicitamos la comprensión de los vecinos que reclaman por temas como el desmalezado o el mantenimiento de calles”.
Familias evacuadas
“Pedimos un poco de paciencia; la emergencia hídrica y las condiciones climáticas nos están generando inconvenientes que obligan a focalizarnos en las cuestiones inherentes a la atención de los evacuados, por ejemplo; esperamos recuperar la normalidad progresivamente”, remarcó Qüesta en otro pasaje de su explicación.
Por la crecida del río, hasta el momento sólo se han visto afectadas familias ubicadas por fuera del anillo de la defensa costera, particularmente en los barrios Costa Azul, Costa de Oro y el sector del terraplén situado en jurisdicción de la Vecinal General Paz (en las adyacencias del Reservorio Nº 3 y la Planta de Tratamientos de Líquidos Cloacales). Los damnificados están siendo atendidos en el centro de evacuados que funciona en la sede de la Vecinal Sargento Cabral, el que en estos momentos atiende a un total de 22 personas.
Allí, se les brinda mantas, colchones y elementos de higiene personal. Además, la Municipalidad de Santo Tomé distribuye diariamente 44 raciones de alimentos; la mitad en el centro de evacuados y la otra mitad a personas que han optado por permanecer en sus viviendas, al resguardo de sus pertenencias. Sumado a ello, se reparten bolsones de alimentos secos a otras 17 familias, las que están en condiciones de cocinar. Los sectores más vulnerables son monitoreados por parte de los equipos técnicos de la Secretaría de Salud, Medio Ambiente y Acción Social.
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