El Concejo de Funes las aprobó en tiempo récord y el intendente Barreto salió a defenderlas. Los vecinos cuestionan los emprendimientos al señalar que "no queremos edificios en la ciudad" y porque alteran la fisonomía tranquila del lugar.
Rosario 12 |
"Los barrios de elite no son prioridad", rezaba firme el cartel en la puerta de la Municipalidad de Funes. Una nueva convocatoria, la segunda asamblea pública en apenas cuatro días, la sostenía y ganaba en cantidad de asistentes. Más de 300 personas se manifestaron en la esquina de Santa Fe y Angelomé para insistir con el pedido al intendente Diego León Barreto, que vete las tres ordenanzas que le dieron ok a tres nuevas urbanizaciones en la ciudad. En reunión con el grupo de vecinos movilizados, el titular del Ejecutivo PRO dijo que pensaba "rever" dos de los desarrollos, aunque descartó que vaya a derogarlos. "Vamos a seguir luchando hasta las últimas consecuencias", avisaron los autoconvocados en la tarde noche de ayer.
El conflicto gana visibilidad en el mundo político, provincial y nacional. El sábado asistió el diputado santafesino Carlos del Frade a la primera asamblea y ayer se sumó la diputada nacional Lucila De Ponti, quien se puso a disposición de los manifestantes "para frenar el desarrollo inmobiliario de una sociedad fragmentada como la de Funes". La legisladora del Movimiento Evita se preguntó el "porqué del apuro" de los concejales locales, quienes aprobaron dos desarrollos apenas ocho horas después de ingresados al recinto. La movida fue gestada por todas las bancadas del PRO (Carlos Olmedo y Luis Dolce), el Frente Para la Victoria (Roly Santacroce y Juan Miguez) y parte del Frente Progresista (Ana Martelli). "No tenían idea de lo que estaban votando, no conocen Funes", sentenció Santiago Bereciartúa, uno de los autoconvocados.
Barreto convalidó y defendió el actuar del Concejo, minimizó la lucha de los vecinos y dijo a la mañana: "Tal como manifesté en la campaña y lo sigo sosteniendo, tenemos una visión más moderna del rol que debe tener un Municipio. Funes debe convertirse en la ciudad que está destinada a ser, una ciudad pujante, en constante crecimiento, y estos desarrollos generan nuevos desafíos para nuestra sociedad. El Concejo le dio la pre factibilidad, ahora deberán cumplimentar todos los requisitos establecidos, incluso provinciales y nacionales". En rigor, el desarrollo más polémico, un complejo de ocho edificios que superó sin obstáculos la normativa vigente hasta el momento, ya cuenta con aprobación de estudio de impacto ambiental de la Provincia, tal como lo consignó uno de los responsables del complejo.
Román Llopart, otro de los referentes de la convocatoria, admitió ayer que la movida de los autoconvocados "no está dando resultado". Es que corre el tiempo y si no se pronuncia León Barreto, llegará la promulgación de manera automática. El vecinalista castigó al intendente PRO y los ediles por "querer modificar el estilo de la ciudad sin consultar a la gente". A la vez, remarcó que Funes "no soporta crecer más de esta manera desordenada", por ese motivo solicitó nuevamente el veto a las ordenanzas y el llamado a un nuevo plan estratégico funense "a 20, 30, 50 años". Cerró con un pedido enfático a Barreto: "No queremos edificios en Funes, esperamos un gesto de él".
De manera sorpresiva, el Legislativo de Funes aprobó el martes de la semana pasada dos barrios cerrados y un parque industrial. "¿Cuál era la urgencia, cerca de las fiestas, cómo puede tener nuevos habitantes esta ciudad si no tiene infraestructura?", se preguntó el ex edil Mauro Miguez. En el horizonte más cercano, los vecinos buscarán sumar mil firmas, cantidad necesaria para "obligar al Concejo al tratamiento por sí o por no". Los ediles retoman el proceso ordinario en el mes de marzo. "Vamos a ver si se atreven a darnos la espalda, tenemos dos meses", apuntó Miguez. En el caso de que León Barreto promulgue las ordenanzas interpondrán "todo lo que fuese necesario para poner en stand by los proyectos".
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