Foto: Guillermo Di Salvatore
El Litoral
Danilo Chiapello
Es martes por la tarde, Martín Alejo Pecantel (13), concurrió al colegio Inmaculada Concepción porque tuvo que rendir una materia.
Poco después de las 9,30 se retiró y junto a dos amigos comenzaron a caminar por Cruz Roja, en dirección hacia el centro, con la intención de festejar que había rendido bien.
Al llegar a la plazoleta que está frente a la Cruz Roja los jóvenes se quedaron conversando y fue en ese momento que Martín sintió un dolor muy fuerte en su espalda. Enseguida sus amigos le levantaron la remera y vieron que tenía una herida con sangre. Todos se asustaron mucho.
El primero en reaccionar fue un vecino, que se cruzó y de inmediato se dio cuenta de la gravedad de la situación. “Esto es un balazo”, dijo.
“Como los chicos estaban muy asustados este hombre se encargó de hacer las llamadas del caso y ubicar por teléfono a los padres del menor.
La primera que llegó al lugar fue la madre de Martín, que se encontraba en la zona céntrica. La mujer cargó a su hijo en auto y salió rumbo al hospital de Niños. Mientras, los policías con el patrullero, le iban abriendo camino.
Agradecimiento
“Quiero destacar la respuesta que nos dieron en el hospital de Niños. No solo a mi hijo, sino a nosotros también que nos contuvieron, señaló hoy entre lágrimas Pablo Pecantel (61), el padre del joven herido.
“Uno de repente se vio envuelto en toda esta historia de locura. Pero aparecieron personas que nos supieron dar la serenidad que necesitábamos.
También le quiero agradecer a ese vecino, a quien no conozco, que fue el primero en asistir a mi hijo y el que se ocupó de hacer las llamadas del caso”.
Tuvo suerte
Más adelante el padre de Martín reveló que “los policías que intervinieron dijeron que era una bala perdida. Primero se pensó en un aire comprimido, pero luego se supo que fue un proyectil, calibre 22.
La bala pegó en la zona lumbar, a un costado de la columna. Los médicos nos explicaron que, exceptuando el balazo que se ‘comió’, Martín tuvo una grandísima suerte. El proyectil entró al cuerpo, pegó en un hueso y a 8 centímetros de la entrada tuvo un orificio de salida. En ese recorrido no daño nada.
Otro detalle que jugó a favor es que se cree que esa bala fue disparada desde una gran distancia. Llegó con poca potencia, porque sino le hubiese hecho más daño.
No hubo ningún incidente, ni nada. Yo incluso hasta pensé que los chicos podrían haber molestado a alguien con gritos o algo así, pero nada de eso ocurrió”, aclaró.
Sigo sin entender
“Según me contó Martín, al momento de sentir el impacto, el estaba mirando hacia el sur. Es como que la bala vino desde la avda Alem. Yo descarto que haya venido desde Alto Verde.
Igualmente no puedo creer que haya personas que hagan un disparo así sin medir las consecuencias.
Terminamos de caer recién a la noche. Y aun ahora todavía hay cosas que sigo sin entender. No comprendo cómo puede haber gente tan malintencionada o sin conciencia como para hacer un disparo en medio de la ciudad. Sigo sin entender muchas cosas”, culminó.
La bala pegó en la zona lumbar, a un costado de la columna. Los médicos nos explicaron que, exceptuando el balazo que se ‘comió’, Martín tuvo una grandísima suerte. El proyectil entró al cuerpo, pegó en un hueso y a 8 centímetros de la entrada tuvo un orificio de salida. En ese recorrido no daño nada.
Otro detalle que jugó a favor es que se cree que esa bala fue disparada desde una gran distancia. Llegó con poca potencia, porque sino le hubiese hecho más daño.
No hubo ningún incidente, ni nada. Yo incluso hasta pensé que los chicos podrían haber molestado a alguien con gritos o algo así, pero nada de eso ocurrió”, aclaró.
Sigo sin entender
“Según me contó Martín, al momento de sentir el impacto, el estaba mirando hacia el sur. Es como que la bala vino desde la avda Alem. Yo descarto que haya venido desde Alto Verde.
Igualmente no puedo creer que haya personas que hagan un disparo así sin medir las consecuencias.
Terminamos de caer recién a la noche. Y aun ahora todavía hay cosas que sigo sin entender. No comprendo cómo puede haber gente tan malintencionada o sin conciencia como para hacer un disparo en medio de la ciudad. Sigo sin entender muchas cosas”, culminó.
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