La Municipalidad está trabajando en la preparación de los terrenos. Hasta este sábado a las 21, el predio albergaba a 38 familias. En muchos de los casos, el agua ingresó de golpe a las viviendas de los vecinos del lugar.
Diario UNO |
crecida no da tregua a los habitantes de la Vuelta del Paraguayo, el barrio más afectado en la ciudad hasta el momento, que ante el ingreso del agua a sus viviendas se ven obligados a abandonarlas. La Municipalidad preparó un predio para albergar a los afectados por el fenómeno meteorológico en el ingreso a la Vuelta del Paraguayo y acceso a Alto Verde.
En el lugar los empleados trabajan para poner en condiciones nuevos módulos para resguardar a quienes lo necesiten. Desde Desarrollo Social confirmaron que hasta ayer se había alcanzado el armado del módulo número 40. A las 21 de ayer, la familia número 38 ingresó al complejo y se llevaban contabilizados 131 personas, 89 mayores y 42 menores.
“Vamos a instalar las viviendas que hagan falta, hasta que los chicos de Techo nos provean del nuevo material, vamos a trabajar con los módulos que tiene la Municipalidad”, adelantó el subsecretario de Desarrollo Social de la Municipalidad, Hugo Marchetti, al mismo tiempo que aclaró que se van a ir construyendo nuevos habitáculos en la medida en que la gente lo vaya solicitando.
Además de la construcción de viviendas, se trabaja coordinadamente con personal del ejército en los lugares donde no se puede acceder con vehículos para monitorear si aún existen familias que necesiten relocalizarse. Para llevar adelante esta tarea se emplean vehículos anfibios que recorren las áreas afectadas.
“De todos modos la gente que tenía sus viviendas anegadas ya están relocalizadas acá. Queda todavía gente en la Vuelta del Paraguayo pero que no tiene agua en su casa”, sostuvo el subsecretario y aclaró que en esos casos, personal de Gestión de Riesgo y de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) trabajan para determinar la situación de la energía eléctrica, que por precaución se desconectó.
Ante la imposibilidad para determinar cual será la magnitud de la crecida, la Municipalidad continúa trabajando en caso de tener que albergar más personas.
“Todo va a ir dependiendo de la magnitud de la crecida y como aún no se llegó al pico se supervisa permanentemente qué lugares van siendo afectados”, explicó Marchetti quien reiteró que las tareas de supervisión son permanentes. La Vuelta del Paraguayo cuenta con un total de 165 familias, de las cuales aún no se sabe si todas van a estar afectadas.“Hoy, el río está en valores aproximados de los 5,60 metros y el pico no llegó por lo tanto hay que estar permanentemente en alerta para que en la medida en que vaya afectando nuevas viviendas, nosotros tengamos la suficiente capacidad para ir alojando a la gente”, explicó el funcionario. Hasta el momento, el predio se encuentra en buenas condiciones sanitarias y no se reportó ninguna atención sanitaria.
Un éxodo obligado
Ayer al mediodía un importante número de personas transitaba por la calle de acceso a la Vuelta del Paraguayo, algunos los hicieron caminando, con el agua hasta la cintura. Bolsos abajo del brazo o cargados al hombro. Estaban aquellos que cargaron lo que pudieron en la canoa para acercarlo seco a la orilla y trasladarlo al predio o a la casa de algún familiar que los alojará mientras dure la crecida. Aquellos a los que el agua no les llegó, circulaban para poder llegar en canoa a su casa.
Este es el caso de Santiago Zapata, quien desde hace años vive en la Vuelta del Paraguayo. Sin embargo el temor del vecino pasa por el aprovechamiento que algunos pueden tener de esta triste situación. “Los que tenemos altura tenemos miedo que nos roben cuando corten la luz”, señaló Zapata que confirmó que los vecinos que se inundaron ya fueron evacuados.
En el otro lado Manuel ayudaba a sus familiares que viven en el acceso al barrio a descargar la canoa, en la cual pudieron trasladar un colchón, bolsas de ropa y un ventilador de pie. El viernes, el agua comenzó a ingresar por detrás de la vivienda, por precaución y ante el panorama que se pronostica, decidieron levantar y trasladar por medio de la canoa todo lo que podían. “Esta es la primera vez que veo algo así, antes venía despacito ahora lo hizo de golpe”, relató el joven de 23 años.
Sebastián, quien tuvo que sacar las pertenencias de su vivienda coincidió con Manuel al prevenir las consecuencias que tendrá esta crecida en su casa. “No llegó el agua pero salimos por las dudas porque nadie sabe ni tampoco te dicen nada”, explicó el damnificado.
“La verdad es que esto es impresionante, nunca se vio algo así”, relató el morador que en los 18 años que vive en la Vuelta le toca presenciar una crecida de tal magnitud.
Es sábado, y en el predio las familias se ubican en la puerta de los módulos, mientras que los chicos juegan los mayores ordenan el módulo para poder tener la mayor comodidad posible.
En una de esas puertas está sentada Natalia, quien junto a sus hijas de 21 y 7 años y su marido se instaló el sábado en el lugar. El agua, si bien no los tomó por sorpresa, los obligó a irse de su casa. “Entró de golpe el agua, por lo menos ya sabíamos y habíamos levantado las cosas”, relató la mujer que aseguró que lo único que perdió es el ropero. “Ya sabíamos que iba a pasar, esperamos que baje enseguida el agua”, sostuvo la joven que a pesar de la situación que le toca atravesar, se siente segura en el lugar que la resguarda. “Estamos bien, a estar allá en el agua”, manifestó la ama de casa.
Ante este panorama que a muchos les toca sufrir, el padre Héctor, quien está a cargo de las comunidades de Alto Verde, la Vuelta del Paraguayo, la Boca y la Guardia, ofició ayer una colorida misa. Bajo el sol trató de levantar el espíritu de los fieles.
“Como cada sábado tenemos la misa, pero la capilla está anegada y a la gente que suele ir los convocamos a venir para acá. Pero algunos están complicados porque se están mudando”, sostuvo el párroco quien valoró el papel del Estado ante la situación que les toca atravesar a los vecinos.
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