anuncio

anuncio

anuncio

anuncio

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Falsa alarma: el instituto Malbrán tiene antiveneno para víboras para décadas

No habrá escasez. El organismo despejó dudas ante el alerta generado por una posible faltante a nivel global de uno de los tratamientos para picaduras de serpientes
Antídoto. La producción de los antídotos para las picaduras se hace con el veneno de las serpientes / Foto: Gentileza www.teinteresa.es
En las últimas horas circuló en varios medios de comunicación una noticia en la que la organización Médicos Sin Fronteras advierte que el mundo podría quedarse en 2016 sin uno de los tratamientos más efectivos para picaduras de víboras, y que esto pondría en riesgo las vidas de decenas de miles de personas, principalmente en el mundo en desarrollo.

Ante esta información, Diario UNO consultó a Mariana Maglianese del área de Control de Vectores del Ministerio de Salud, quién señaló que la falta de suero antiofídico afectará principalmente la provisión privada, pero que “por suerte en Argentina, el Instituto Malbrán hace tanto los antivenenos para alacranes, como para víboras y arañas venenosas”.

“Todos estos antivenenos los produce el sector público desde el Malbrán. En Argentina las víboras yararás abundan y lo propio pasa con la cascabel, entonces, no hay problemas de provisión de veneno para los antídotos”, explicó y contó que las víboras están en un serpentario, donde son alimentadas, mantenidas en cautiverio, y se les hacen extracciones periódicas del veneno, hasta que vuelven a generarlo en 20 días aproximadamente.

En el mismo sentido, en diálogo con Diario UNO, Daniel Hermann, quien se desempeña en el Área de Animales Venenosos, del Malbrán sostuvo que la alerta se generó por una noticia que está bastante mal redactada, porque habla de faltante global, pero que en realidad se trata de un laboratorio que cerró y que produce el antídoto para África, y que ni siquiera es para América o Europa.

“Es un laboratorio privado que hacía el antiveneno para este tipo de serpientes, dejó de fabricarlo, y lo empezó a fabricar otro laboratorio que lo vendía más barato, y como ahora ambos dejaron de fabricarlo tendrá que pasar un tiempo hasta haya una nueva producción”, expresó.

A su vez, remarcó que Argentina cada año produce más antiveneno y que el país está protegido con antídotos de todas las especies venenosas que hay en el país. “Estamos cubiertos por decenas de años con la cantidad de veneno que tenemos”.

La producción de antídotos
En este sentido, comentó que para poder producir el antídoto se necesita el veneno específico del animal a combatir, sea este una araña, víbora o alacrán. Al respecto ejemplificó: “Se saca el veneno de una yarará, y se le da en pequeñas dosis a caballos, hasta que los equinos adquieren inmunidad, y a partir de allí generamos los antivenenos”.

En ese orden de cosas sostuvo que más allá de tener los caballos para poder generar la inmunidad, los planes de inmunización llevan un tiempo prolongado, y que esto es lo que puede estar pasando con los laboratorios que hacen este tipo de antiveneno.

“Se les atrasó esa parte, y seguramente van a tardar unos ocho meses para poder tener de vuelta el producto final. Pero nosotros en Argentina, no pasamos ni por casualidad por esa situación. Estamos bien cubiertos”, reiteró.

Escasez de especies
Hay especies de serpientes de las que hay menos cantidad y por ende, conseguir especímenes para producir los antídotos es más difícil. Es el caso de la serpiente de coral. En este sentido Maglianese comentó que hace 15 días un vecino del interior de la provincia de Santa Fe, avisó que tenía un animal de esta especie, y desde el gobierno provincial se facilitaron los medios para que se pueda llevar hasta el Malbrán. “Estas víboras son difíciles de conseguir, y se utilizan para un fin que es benéfico, porque sirve para obtener los antivenenos”, destacó.

Al respecto, Hermann explicó que si bien hay pocos animales, también hay muchos menos accidentes que involucran a estas serpientes por la propia biología del animal. “No es una serpiente agresiva, y no está cerca de las personas. El 97% de los accidentes se producen por una yarará, por víboras de coral es mucho menor el riesgo. Cada 1.000 accidentes, uno es por una coral”.

Dejanos tu comentario

No hay comentarios:

Publicar un comentario