La Fábrica de Armas diseñó este artículo de defensa multiamenaza, que será el primero en su tipo que se confeccionará en el país.
La Capital |
Recientemente, la empresa estatal concretó con éxito la homologación del denominado Chaleco Multiamenaza Femenino 2.2 ante el Registro Nacional de Armas (Renar) y el próximo paso es iniciar su fabricación en serie. De esta manera, por primera vez se fabricará en la Argentina un chaleco multiamenaza pensado y diseñado especialmente para mujeres, uno de los pocos que se producen en el mundo.
El nuevo modelo cuenta con idénticas prestaciones técnicas y estándares de calidad que los producidos hasta el ahora por la empresa estatal, y se los denomina "multiamenaza" porque además de ser antibalas, protegen de ataques de arma blanca. "Antes los chalecos antibalas eran todos importados y los traíamos de afuera. Este es argentino", indicó la mandataria, quien agregó: "Ustedes no se imaginan las presiones, los lobbies. Nos decían que no se podía hacer, pero acá está el chaleco hecho por Fabricaciones Militares".
El proyecto de fabricar chalecos antibala en el país comenzó en 2012, con el diseño del producto por parte de Fabricaciones Militares, de acuerdo con los requerimientos del Ministerio de Seguridad y bajo los más estrictos estándares internacionales. Para ello, al año siguiente se inauguró una moderna planta en la Fábrica Militar Fray Luis Beltrán, de la ciudad homónima en Santa Fe, donde se inició la producción en serie de la versión masculina de esa prenda de protección, que actualmente se produce a un ritmo de 4 mil chalecos mensuales.
55 mil chalecos. Recientemente, el Ministerio de Seguridad celebró con Fabricaciones Militares un convenio que estipula la producción de 55 mil chalecos, tanto para las fuerzas federales como para las fuerzas provinciales a través del Consejo de Seguridad Interior.
Con una inversión de 10 millones de pesos, la concreción del proyecto fue fruto de un intenso trabajo interministerial, ya que además de las carteras de Defensa y de Seguridad participaron el Ministerio de Industria, asegurando la calidad a través del Inti, y el Ministerio de Desarrollo Social, apoyando a las ocho cooperativas con más de 100 trabajadores que producen las fundas externas. De esta última tarea participan, además, cinco pymes textiles nacionales con otros 150 trabajadores.
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