Se espera que este martes declare la mujer que fue atendida en un sanatorio de Santo Tomé. Además se presentó un abogado en representación de la denunciada y testimonió Albretch.
Diario UNO |
La causa que investiga la denuncia que formuló el Colegio de Médicos de Santa Fe comenzó esta semana a tener sus primeras declaraciones testimoniales. Este lunes, se presentó ante el fiscal Andrés Marchi el Presidente de la entidad y ratificó la denuncia, y aportó documentación relevante para la pesquisa.
Pero la ronda de relatos no terminó ahí, la fiscalía citó para este martes a la paciente. Se trata de una mujer que el 3 de febrero pasado fue al Colegio de Médicos a estampillar un certificado y que destapó la irregularidad. Al cierre de esta edición no se había confirmado si la mujer se iba a presentar o no.
La otra novedad es que la denunciada ya tendría un representante legal, ya que un abogado de la matrícula local se notificó ante la fiscalía como defensor de C.V.D, sin embargo, como todavía no hay una imputación formulada aún no se pidió ninguna medida puntual.
Otra de las alternativas que estudian los investigadores por estas horas es la posibilidad de realizar allanamientos en la institución médica donde prestaba funciones la mujer denunciada.
El paso del tiempo y el estado público de la causa es uno de los factores que juega en contra de esta alternativa, sin embargo no descartan la posibilidad de tener accesos a los libros de guardia para poder constatar si C.V.D. los firmaba y –en todo caso– cuantas jornadas laborales habría cumplido.
“Sabemos que la mujer usaba información (el número de matrícula) de un profesional de la ciudad de Santa Fe y que incluso el número de folio tampoco coinciden”, manifestó Albretch, apenas se conoció la denuncia.
“En ese sentido –abundó– estamos, por lo menos, ante una falsificación de documento público. El hecho estaría encuadrado en el Código Penal, que en el capítulo sobre delitos contra la salud pública prevé una pena de quince días a un año de prisión para el que «sin título ni autorización para el ejercicio de un arte de curar o excediendo los límites de su autorización, anunciare, prescribiere, administrare o aplicare habitualmente medicamentos, aguas, electricidad, hipnotismo o cualquier medio destinado al tratamiento de las enfermedades de las personas, aun a título gratuito”. En el Colegio aún no saben si esta persona trabajó en otras prestadoras de salud. “Estamos intentando rastrear esa información”, manifestaron.
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