El crimen se consumó a las 5 de la madrugada en las calles del barrio Brigadier López.
Foto: El Litoral
De la Redacción de El Litoral
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Dos hombres protagonizaron ayer un incidente armado, en el que uno resultó muerto y el otro, al ser atrapado por la policía, contó que abrió fuego contra quien momentos antes le había sustraído la moto.
La versión no fue confirmada oficialmente, aunque se encuentra trabajando en el tema la Unidad Especial de Homicidios, a cargo de los fiscales Jorge Nessier y Cristina Ferraro. Ellos, junto con la Sección Homicidios de la URI, serán los encargados de determinar cómo sucedieron los hechos y cuál es el grado de responsabilidad que le cabe al agresor, que según sus dichos pretendía recuperar el rodado por mano propia.
El único testigo que se presentó hasta el momento es un agente penitenciario, que al advertir las detonaciones de arma de fuego dio la voz de alto para que cesara el ataque. Pero lejos de sosegar al hombre armado, éste apuntó hacia donde estaba el penitenciario, obligándolo a cubrirse con el uso de su arma reglamentaria. Como saldo, el homicida recibió un disparo de 9 mm en el pie derecho y se encuentra detenido en Sala de Presos del hospital Cullen.
La víctima, identificada como José Omar F., de 22 años, circulaba en una moto Yamaha YBR de 125 cc cuando detrás comenzaron a zumbar las balas. Al menos tres disparos lo alcanzaron y cayó de la moto en Carranza y Berutti, en el límite de los barrios Brigadier López y Los Troncos, informaron desde la oficina de prensa de la Unidad Regional Uno.
El médico policial constató una herida de arma de fuego en el omóplato y otra en el parietal derecho, por lo que falleció en forma inmediata.
En el lugar se secuestró un revólver calibre 38 largo con cartuchos servidos; y fue arrestado Leonardo Andrés N. de 23 años.
Peligro en la costa
Un grupo de amigos que se encontraba cenando en una casa de Colastiné, debió interrumpir abruptamente la reunión cuando desde la oscuridad les dispararon con una escopeta.
Uno de los comensales, de 39 años, fue el que se llevó la peor parte porque fue el único en ser alcanzado por la perdigonada, que le impactó en el rostro y la cabeza. Ingresó pasada la medianoche al hospital Cullen donde le realizaron las curaciones y fue dado de alta.
El incidente se produjo en una casa de la calle Los Mandarinos, casi en su intersección con Mocovíes, y generó el temor de los dueños de casa que desconocen los motivos del feroz ataque. Fuentes del caso indicaron que el grupo estaba en una galería con vista a la calle y que de pronto oyeron la detonación y vieron el fogonazo, proveniente del fondo del terreno que linda con una obra en construcción.
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