La EPE tiene un millón de clientes, es el 10% de la demanda del país. Por sus dimensiones y su demanda es hoy mayor a su par uruguaya.
De la redacción de El Litoral
politica@ellitoral.com
Fue un año distinto por el marco de las tarifas congeladas y nuestro objetivo fue llevar una política empresaria que no afecte la inversión”, resumió el presidente del Directorio de la EPE, Daniel Cantalejo.
“Desde 2007 llevamos adelante una política de recupero gradual de la sustentabilidad, con eje en un plan de inversiones que permita la recuperación empresaria y sostenido en el tiempo”, recordó y agregó: “2014 fue muy difícil y no hubiéramos logrado el objetivo de sostener la inversión sin los años de trabajo previos. No sólo por lo que hicimos en la EPE, también porque nuestros proveedores y contratistas fueron evolucionando al ritmo de nuestras obras”.
Mencionó que por ejemplo las empresas que instalan cables subterráneos “ya cuentan con tuneleras inteligentes (que valen $ 4 millones) y permiten tendidos en 400 metros sin romper veredas. Es parte de un proceso. Llegamos a 2014 con nuestras empresas proveedoras a buen ritmo de licitaciones”.
Por otra parte, “también pudimos tener inversiones con tarifas congeladas porque nuestra administración financiera fue buena en los años anteriores. Cuando llegamos a la empresa (en diciembre de 2007) había que pagar un crédito de 80 millones de pesos-dólares usado para expulsar mediante retiros voluntarios a 600 trabajadores en medio de un proceso de privatización. Hasta que llegamos a la empresa, siempre se pagó sólo intereses: nosotros comenzamos a pagar capital; ya estamos en un período en el que salimos de ese endeudamiento y eso nos permitió en 2014 estar financieramente sanos”.
Sustentabilidad
“Nosotros elegimos un modelo diferente al que vemos a nivel nacional. En 2007 nos trazamos el objetivo de la sustentabilidad eléctrica. Eso nos permitió actualizar tarifas -siempre teniendo el cuidado de hacer ajustes por debajo de la inflación y de los aumentos salariales- para no imponer un shock al usuario. Quien revise la evolución del salario real y la de la tarifa eléctrica verá que la segunda es bastante menor”, dijo Cantalejo.
“Hay un plan sostenido de inversiones y que fue creciendo en el tiempo. Y los resultados se pueden ver. Por ejemplo, tomemos el corredor costero, de norte a sur: fue potenciada la Estación Transformadora (ET) de Villa Ocampo; con 70 millones de pesos se ha construido la ET Chapero para el conglomerado Avellaneda-Reconquista proyectada para cubrir el aumento de la demanda de las próximas cuatro décadas, ya está en servicio y la inauguraremos tras el período de pruebas en febrero; fueron repotenciadas las ET Calchaquí y Faccioli de Reconquista; lo mismo en las ciudades de San Javier y de San José del Rincón. Hay que pensar que cada transformador lleva unos 10 meses de construcción y cuesta un millón de dólares. Se hacen con mano de obra santafesina (en la planta de Galves Tadeo Czerweny SA). Y en la ciudad capital se hizo la ET Puerto que permitió desafectar el viejo Centro de Distribución Rosario (en Lisandro de la Torre), se construyó a nuevo el Centro Distribuidor Alem que termina con tecnologías de 1965 (vino Illia a inaugurarlo).
Proveedores pacientes
“Hemos hablado con nuestros proveedores -dijo el funcionario ante una consulta- para poder superar 2014. Y hemos logrado que, ante esta coyuntura de tarifas congeladas, ellos comprendan la situación. Además del Estado, nuestros proveedores han sido parte de la financiación. Nos han entendido y en algunas compras hemos hecho ejercicios financieros para sostener la inversión”.
Explicó que lo mismo “ocurrió con nuestros grandes clientes”.
“La relación de la EPE con los grandes consumidores industriales es muy buena. Hemos encontrado juntos soluciones prácticas para mejorarles las condiciones del suministro eléctrico: por ejemplo, ellos han financiado la compra de transformadores (cada uno vale un millón de dólares). La financiación de estas obras desde 2007 a hoy alcanza los 140 millones de pesos. Y en muchos casos esas inversiones mejoraron también el suministro a los sectores vecinos”.
Una inclusión “verdadera”
El titular de la empresa destacó que “por primera vez hay una política fuerte para los que menos tienen”. Y comentó: “El gobierno de Santa Fe con la EPE, en el Plan Abre, regulariza suministros: eso es hablar en serio de inclusión social, de energía segura, porque se retira una maraña de cables que son un peligro mortal, y así puede ingresar el camión de la basura”.
“Y esto se hace con una tarifa social. Inclusión no significa energía gratis ni energía ilimitada: se colocan (en postes altos) limitadores de corriente que saltan cuando por ejemplo se enchufan dos estufas de cuarzo”, destacó.
Cantalejo mencionó sólo los barrios con más avances. Es mayor al 50% en Marcos Bobbio y Centenario. En el Arenal (57%), Varadero Sarsotti (90%), Guadalupe Oeste (100%), Barranquitas y Pro Mejoras Barranquitas (100%), Las Lomitas (75%) y Alto Verde que es un desafío porque son 4.800 viviendas (58%). También avanzamos muchos en el Chaparral y Loyola Sur (de Santo Tomé).
El aporte más importante del Estado para la EPE en 2014 ha sido financiar estas obras, para el gobierno provincial la inclusión ha sido una prioridad e implica no menos de 100 millones de pesos.
Los números del reclamo ante la Nación
“Cuando se firmó el congelamiento, la Nación tenía que hacerse cargo del plan de inversiones de la EPE, lo cual no cubrió en la medida que esperamos. Para la EPE el congelamiento tuvo un costo de $ 1.050 millones: 350 por actualización de sueldos y 700 millones por obras. Pero la Nación sólo asumió las inversiones, no los salarios (como sí hizo con otras empresas)”.
El convenio “significó un esfuerzo muy importante para la EPE, y si bien políticamente veníamos hablando de esa cifra de 1.050 millones, a mediados de año, cuando se firma, la Nación plantea que todo lo que había pasado del primer semestre quedaba afuera. Así quedó fuera la paritaria y la inversión de la primera mitad del año. En definitiva fueron enviados a la Nación documentos por inversiones por 500 millones de pesos y sólo se pagaron 101 millones”.
El convenio contempla un máximo de $ 700 millones y Santa Fe va a buscar que se reconozca esa cifra. “Nosotros vamos a seguir conversando con la Nación para el cumplimiento total de ese monto, más allá de que las obras se sigan ejecutando, porque fue lo que comprometió la Nación en su momento”, adelantó.
En 2014 “se abrieron 250 licitaciones por 1.017 millones. En enero de 2015 serán 100 millones. Son números muy contundentes de una empresa que está en pleno proceso de recuperación, con la obra eléctrica en el eje de la política empresaria. Tenemos que revertir la desinversión que sufrió la empresa entre 2000 y 2007, con importantes quebrantos operativos”.
“Cuando llegamos, gran parte del equipamiento estaba bajo altos niveles de obsolescencia y hay que recuperarlo. Y de 2000 a 2014 esta industria ha crecido un 100%. Hace 15 años teníamos una EPE... hoy tenemos dos EPE. Y esto se tiene que ver reflejado en obras, en gestión empresaria, en incorporar tecnología, políticas e inversión en higiene y seguridad”,
Cantalejo sostuvo que “hoy sólo la EPE tiene con ropa ignífuga a todos sus trabajadores de redes y es la única con una Gerencia de Higiene y Seguridad. Además, se compraron grúas de 30 toneladas (hoy trabaja en una línea nueva de pilar) que no se compraban desde 1978. Y también otra, que está en Rosario, de la misma fuerza pero que permite sacar los transformadores de las cámaras subterráneas con maniobras que permiten esfuerzos horizontales (mediante un brazo articulado). Se reduce a la mitad el tiempo para cambiar un transformador quemado”.
Casi un millón de euros para medir medidores
La EPE compró tres mesas de contraste de medidores para Santa Fe, Rosario y Rafaela que permiten calibrar los medidores, y “garantizarle al cliente que no les cobramos de más (ni de menos) porque los medidores pueden en el tiempo tener período de descalibración”.
“Son herramientas muy importantes para una empresa de energía, pero hacía 40 años que no se compraban”, dijo Daniel Cantalejo.
“Serán los laboratorios para calibrar medidores más modernos del país, con calidad certificada por el Inti (Instituto Nacional de Tecnología Industrial)”, destacó.
Los medidores pueden tener oscilaciones “para cualquiera de los dos lados”. Los mecánicos tienden a frenarse pero los electrónicos pueden ir en cualquiera de los dos sentidos.
“Estas tareas eran tercerizadas, se hacían con laboratorios externos. Con esta inversión ahorramos costos y entramos en un nivel de eficiencia distinto. Ahora podemos prestar el servicio a cooperativas eléctricas y otras empresas que requieran el servicio”, expresó.
politica@ellitoral.com
Fue un año distinto por el marco de las tarifas congeladas y nuestro objetivo fue llevar una política empresaria que no afecte la inversión”, resumió el presidente del Directorio de la EPE, Daniel Cantalejo.
“Desde 2007 llevamos adelante una política de recupero gradual de la sustentabilidad, con eje en un plan de inversiones que permita la recuperación empresaria y sostenido en el tiempo”, recordó y agregó: “2014 fue muy difícil y no hubiéramos logrado el objetivo de sostener la inversión sin los años de trabajo previos. No sólo por lo que hicimos en la EPE, también porque nuestros proveedores y contratistas fueron evolucionando al ritmo de nuestras obras”.
Mencionó que por ejemplo las empresas que instalan cables subterráneos “ya cuentan con tuneleras inteligentes (que valen $ 4 millones) y permiten tendidos en 400 metros sin romper veredas. Es parte de un proceso. Llegamos a 2014 con nuestras empresas proveedoras a buen ritmo de licitaciones”.
Por otra parte, “también pudimos tener inversiones con tarifas congeladas porque nuestra administración financiera fue buena en los años anteriores. Cuando llegamos a la empresa (en diciembre de 2007) había que pagar un crédito de 80 millones de pesos-dólares usado para expulsar mediante retiros voluntarios a 600 trabajadores en medio de un proceso de privatización. Hasta que llegamos a la empresa, siempre se pagó sólo intereses: nosotros comenzamos a pagar capital; ya estamos en un período en el que salimos de ese endeudamiento y eso nos permitió en 2014 estar financieramente sanos”.
Sustentabilidad
“Nosotros elegimos un modelo diferente al que vemos a nivel nacional. En 2007 nos trazamos el objetivo de la sustentabilidad eléctrica. Eso nos permitió actualizar tarifas -siempre teniendo el cuidado de hacer ajustes por debajo de la inflación y de los aumentos salariales- para no imponer un shock al usuario. Quien revise la evolución del salario real y la de la tarifa eléctrica verá que la segunda es bastante menor”, dijo Cantalejo.
“Hay un plan sostenido de inversiones y que fue creciendo en el tiempo. Y los resultados se pueden ver. Por ejemplo, tomemos el corredor costero, de norte a sur: fue potenciada la Estación Transformadora (ET) de Villa Ocampo; con 70 millones de pesos se ha construido la ET Chapero para el conglomerado Avellaneda-Reconquista proyectada para cubrir el aumento de la demanda de las próximas cuatro décadas, ya está en servicio y la inauguraremos tras el período de pruebas en febrero; fueron repotenciadas las ET Calchaquí y Faccioli de Reconquista; lo mismo en las ciudades de San Javier y de San José del Rincón. Hay que pensar que cada transformador lleva unos 10 meses de construcción y cuesta un millón de dólares. Se hacen con mano de obra santafesina (en la planta de Galves Tadeo Czerweny SA). Y en la ciudad capital se hizo la ET Puerto que permitió desafectar el viejo Centro de Distribución Rosario (en Lisandro de la Torre), se construyó a nuevo el Centro Distribuidor Alem que termina con tecnologías de 1965 (vino Illia a inaugurarlo).
Proveedores pacientes
“Hemos hablado con nuestros proveedores -dijo el funcionario ante una consulta- para poder superar 2014. Y hemos logrado que, ante esta coyuntura de tarifas congeladas, ellos comprendan la situación. Además del Estado, nuestros proveedores han sido parte de la financiación. Nos han entendido y en algunas compras hemos hecho ejercicios financieros para sostener la inversión”.
Explicó que lo mismo “ocurrió con nuestros grandes clientes”.
“La relación de la EPE con los grandes consumidores industriales es muy buena. Hemos encontrado juntos soluciones prácticas para mejorarles las condiciones del suministro eléctrico: por ejemplo, ellos han financiado la compra de transformadores (cada uno vale un millón de dólares). La financiación de estas obras desde 2007 a hoy alcanza los 140 millones de pesos. Y en muchos casos esas inversiones mejoraron también el suministro a los sectores vecinos”.
Una inclusión “verdadera”
El titular de la empresa destacó que “por primera vez hay una política fuerte para los que menos tienen”. Y comentó: “El gobierno de Santa Fe con la EPE, en el Plan Abre, regulariza suministros: eso es hablar en serio de inclusión social, de energía segura, porque se retira una maraña de cables que son un peligro mortal, y así puede ingresar el camión de la basura”.
“Y esto se hace con una tarifa social. Inclusión no significa energía gratis ni energía ilimitada: se colocan (en postes altos) limitadores de corriente que saltan cuando por ejemplo se enchufan dos estufas de cuarzo”, destacó.
Cantalejo mencionó sólo los barrios con más avances. Es mayor al 50% en Marcos Bobbio y Centenario. En el Arenal (57%), Varadero Sarsotti (90%), Guadalupe Oeste (100%), Barranquitas y Pro Mejoras Barranquitas (100%), Las Lomitas (75%) y Alto Verde que es un desafío porque son 4.800 viviendas (58%). También avanzamos muchos en el Chaparral y Loyola Sur (de Santo Tomé).
El aporte más importante del Estado para la EPE en 2014 ha sido financiar estas obras, para el gobierno provincial la inclusión ha sido una prioridad e implica no menos de 100 millones de pesos.
Los números del reclamo ante la Nación
“Cuando se firmó el congelamiento, la Nación tenía que hacerse cargo del plan de inversiones de la EPE, lo cual no cubrió en la medida que esperamos. Para la EPE el congelamiento tuvo un costo de $ 1.050 millones: 350 por actualización de sueldos y 700 millones por obras. Pero la Nación sólo asumió las inversiones, no los salarios (como sí hizo con otras empresas)”.
El convenio “significó un esfuerzo muy importante para la EPE, y si bien políticamente veníamos hablando de esa cifra de 1.050 millones, a mediados de año, cuando se firma, la Nación plantea que todo lo que había pasado del primer semestre quedaba afuera. Así quedó fuera la paritaria y la inversión de la primera mitad del año. En definitiva fueron enviados a la Nación documentos por inversiones por 500 millones de pesos y sólo se pagaron 101 millones”.
El convenio contempla un máximo de $ 700 millones y Santa Fe va a buscar que se reconozca esa cifra. “Nosotros vamos a seguir conversando con la Nación para el cumplimiento total de ese monto, más allá de que las obras se sigan ejecutando, porque fue lo que comprometió la Nación en su momento”, adelantó.
En 2014 “se abrieron 250 licitaciones por 1.017 millones. En enero de 2015 serán 100 millones. Son números muy contundentes de una empresa que está en pleno proceso de recuperación, con la obra eléctrica en el eje de la política empresaria. Tenemos que revertir la desinversión que sufrió la empresa entre 2000 y 2007, con importantes quebrantos operativos”.
“Cuando llegamos, gran parte del equipamiento estaba bajo altos niveles de obsolescencia y hay que recuperarlo. Y de 2000 a 2014 esta industria ha crecido un 100%. Hace 15 años teníamos una EPE... hoy tenemos dos EPE. Y esto se tiene que ver reflejado en obras, en gestión empresaria, en incorporar tecnología, políticas e inversión en higiene y seguridad”,
Cantalejo sostuvo que “hoy sólo la EPE tiene con ropa ignífuga a todos sus trabajadores de redes y es la única con una Gerencia de Higiene y Seguridad. Además, se compraron grúas de 30 toneladas (hoy trabaja en una línea nueva de pilar) que no se compraban desde 1978. Y también otra, que está en Rosario, de la misma fuerza pero que permite sacar los transformadores de las cámaras subterráneas con maniobras que permiten esfuerzos horizontales (mediante un brazo articulado). Se reduce a la mitad el tiempo para cambiar un transformador quemado”.
Casi un millón de euros para medir medidores
La EPE compró tres mesas de contraste de medidores para Santa Fe, Rosario y Rafaela que permiten calibrar los medidores, y “garantizarle al cliente que no les cobramos de más (ni de menos) porque los medidores pueden en el tiempo tener período de descalibración”.
“Son herramientas muy importantes para una empresa de energía, pero hacía 40 años que no se compraban”, dijo Daniel Cantalejo.
“Serán los laboratorios para calibrar medidores más modernos del país, con calidad certificada por el Inti (Instituto Nacional de Tecnología Industrial)”, destacó.
Los medidores pueden tener oscilaciones “para cualquiera de los dos lados”. Los mecánicos tienden a frenarse pero los electrónicos pueden ir en cualquiera de los dos sentidos.
“Estas tareas eran tercerizadas, se hacían con laboratorios externos. Con esta inversión ahorramos costos y entramos en un nivel de eficiencia distinto. Ahora podemos prestar el servicio a cooperativas eléctricas y otras empresas que requieran el servicio”, expresó.


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