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jueves, 15 de enero de 2015

SANTA FE Una niña, entre dos familias que se disputan su tenencia

Una pareja gay denunció discriminación porque una mujer no quiere darles en adopción a su hija, que está bajo la guarda de otra persona. Ahora la Justicia deberá decidir cuál es el mejor hogar.
Diario UNO | 
Una niña, entre dos familias que se disputan su tenencia

Una vez más un caso de adopción despierta el debate en la sociedad. Una pareja gay denunció que fue discriminada porque solicitó la adopción de una nena de tres años y la madre biológica de la criatura se negó a ceder sus derechos. Ahora la Justicia deberá decidir si la niña se queda con su progenitora –y con otra mujer que tiene la guarda– o si se la entrega a la pareja que asegura que hace un año y medio que la cría.
Esteban Medrano y Leonardo Ocampo son pareja hace más de ocho años y solicitaron la adopción de una niña de tres. Aseguraron, en diálogo con Diario UNO, que hace un año y medio que la nena vive con ellos y que la han criado como a una hija.
Sin embargo, desde lo formal, la niña está a cargo de Dora Zambrella, una allegada a Marcela Insaurralde, la madre biológica de la pequeña. Zambrella explicó a Diario UNO que Insaurralde le entregó la guarda –el trámite se inició en 2013– de la pequeña y de su hermanito porque estaba enferma y no podía cuidarlos de manera adecuada.
La mujer que tiene la guarda reconoció que tenía una amistad con Ocampo y Medrano y que la niña, al igual que sus tres hijos biológicos, tenía contacto con la pareja pero resaltó que vivía con ella. Además, manifestó que la madre biológica no tiene intención de dar a la niña en adopción a esa pareja.
En tanto, desde la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia indicaron que se intervino en el caso a pedido del Tribunal de Familia que actúa para la realización de las entrevistas a las partes pero que la resolución del caso estará en manos de la Justicia.
Cristian Allende, subsecretario de Niñez, señaló que no es extraño que existan entre particulares acuerdos legales para ceder la guarda de niñas y niños. También evaluó que la definición judicial en casos como los de las familias Serra y Di Terlizzi han abierto la puerta a que se busque la adopción por fuera de los caminos reglamentados.
Sobre el caso puntual que involucra a Insaurralde, Zambrella, Ocampo y Medrano, el funcionario explicó que “es bastante habitual que una madre o un padre delegue el cuidado a otro familiar o a alguna persona de confianza. Por supuesto en esos casos queda un vacío jurídico sobre las responsabilidades de cuidado y la forma de desandarlo es el inicio del trámite judicial de guarda con consentimiento. Así se traslada la responsabilidad de cuidado de una persona a otra. O sea, el progenitor que tiene la responsabilidad del cuidado de su hijo consiente que esa responsabilidad recaiga en otra persona”.
Al respecto detalló que, en principio, esa situación –que es la que se ha dado entre Insaurralde y Zambrella– no implica la pérdida de derechos del progenitor. “No es como cuando se confirma la adopción. La persona que entrega a un hijo en guarda sigue manteniendo la patria potestad y quien recibe la guarda tiene la responsabilidad del cuidado pero no tiene plenamente todas las obligaciones y derechos respecto de la crianza. Es una situación jurídica bastante precaria que se plantea por un tiempo determinado”, marcó.
El deseo de una pareja
Leonardo Ocampo indicó que ellos se hicieron cargo del cuidado de la nena a partir de que Zambrella se las entregara hace un año y medio. Con el paso del tiempo y a partir del afianzamiento del vínculo es que decidieron solicitar la adopción formal de la pequeña.
“La mujer que tenía la tutela le había entregado la nena a una familia de Villa del Parque, donde estaba en pésimas condiciones. Entonces, mi mamá que la conocía le dijo que a nosotros nos ponían mil trabas para adoptar. Después de eso, un día la mujer fue a mi casa y me dijo que no podía tener a la nena y que nosotros le íbamos a poder dar todo. La abandonó y nos la entregó”, relató Ocampo.
Y siguió: “Un año y medio la tuvimos y ahora que nosotros queríamos regularizar la situación para tener la guarda provisoria y, luego, la tenencia total, aparece la madre biológica y nos la arrebata. Cuando la mujer que tenía la tenencia se entera de que iniciamos el trámite busca a la madre biológica y van a la comisaría a pedir la tenencia de la nena”.
Para Ocampo la decisión de Insaurralde de no entregar a la nena para adopción responde a una situación de discriminación por tratarse de una pareja gay. “No quiere que esté con nosotros porque dice que jamás nos daría a la nena porque somos unos p...”, afirmó el joven.
La pareja espera que la Justicia falle a su favor porque consideran que las mujeres han abandonado a la niña en más de una oportunidad demostrando desinterés por su bienestar. “La madre está peleando por un capricho. A la nena nos la arrebataron sin que les importe el vínculo que ella tenía con nosotros hace un año y medio para que esté con la madre que ni conocía”, subrayó.
Los argumentos de la familia
En la actualidad, la nena está viviendo en la casa de Zambrella, donde también está alojada Insaurralde. La mujer que tiene la guarda de la pequeña explicó a Diario UNO que tanto ella como la mamá de la nena están esperando la resolución de la Justicia sobre esta situación y negó que le haya entregado la niña a la pareja de Ocampo y Medrano.
“Ellos nunca la tuvieron viviendo en su casa. Nosotros teníamos un vínculo de amistad. Ellos se la llevaban y a veces se quedaba a dormir, pero si estaba yo. Pero nunca se las di. Me sorprendió mucho que digan que quieren adoptarla”, dijo Zambrella.
Y agregó: “Tengo todos los documentos firmados que dicen que la mamá la dejó a mi cuidado. Ella quiere que la nena se quede conmigo. Nosotros estamos haciendo todo legalmente. La mamá no le quiere dar los chicos a nadie porque ella está viva, los dejó a mi cuidado porque tiene un problema de salud y no podía tenerlos”.
La mujer reconoció que compartía mucho tiempo con la pareja Ocampo y Medrano y que los sentía “parte de la familia” pero aseguró que eso no implicaba que les haya otorgado a la nena. “A lo mejor ellos se encariñaron porque compartíamos mucho, estaban en los cumpleaños o iban al jardín. Pero no es justo lo que hicieron”, dijo y resaltó que “la mamá no quiere darla en adopción, solo la dejó a mi cuidado”.
También resaltó que en estas semanas la nena estuvo muy bien. “Ésta es su casa y está acostumbrada a quedarse acá. Está con sus hermanos, está bien”, indicó y resaltó que hace tres años que tiene a los niños (la pequeña de tres años y a su hermanito de cinco).
Antecedentes controversiales
Después de la notoriedad que tomaron los casos de las familias Serra y Di Terlizzi se generó un debate social sobre si deben o no avalarse las adopciones que se dan fuera del sistema formal existente en la provincia.
Consultado sobre si considera que la resolución de la Justicia a favor de esas familias ha generado que se multipliquen las intenciones de adopción por fuera de los canales normados, Allende marcó: “Sí, lamentablemente esos casos han tenido su impacto. Priorizar los derechos de los niños por sobre los deseos de los adultos es aún el gran desafío. Y a veces hay adultos que cortan los caminos de una manera, a mi criterio, irresponsable y después resultan respaldados por resoluciones jurídicas, aunque nosotros hemos planteado la disconformidad con esos fallos judiciales”.
Para el subsecretario de Niñez lo que debe priorizarse es “el derecho del niño a convivir con su propia familia. Cuando eso no es posible, a convivir con una familia alternativa sin distinguir cuestiones sociales, ni culturales ni orientaciones sexuales de quienes van a ser los aspirantes a guarda preadoptiva. Una familia que no puede tener hijos y no tiene resuelta la vida en términos económicos también puede convertirse en una familia adoptante”. 

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