A través de un proyecto presentado por el Presidente del Bloque Oficialista, Ariel Rodríguez, el Concejo Municipal declaró en la sesión de hoy su beneplácito por el Programa educativo “Sabores y Saberes”, línea de formación que lleva adelante el Ministerio de Educación de la Provincia.
Prensa Concejal Rodríguez |
El mismo, tiene por objetivo el fortalecimiento de los lazos entre las escuelas y sus comunidades, a partir de los ejes centrales de comensalidad, territorialidad y construcción colectiva. Estosimplican la generación vínculos y de espacios de acercamiento en la escuela y los hogares, la producción de laboratorios de alimentos a cielo abierto en las escuelas y los domicilios de los estudiantes, y la construcción de hornos mixtos de uso comunitario.
“El Programa Sabores y Saberes que lleva adelante el Ministerio de Educación, realmente es una iniciativa muy importante, interesante y saludable, que tiende a generar espacios de encuentro, de comunicación, de convivencia entre escuelas y comunidades. Esta vez a partir de los sabores, de las comidas, de las prácticas culinarias tradicionales, realizadas en hornos de barro que ellos mismos fabrican. Los territorios en donde se comenzó a implementar el programa son lugares con una alta vulnerabilidad social, por lo cual esto también tiende a recrear vínculos y afectos entre los vecinos, las familias, los docentes y los alumnos. Es por ello que el Concejo Municipal expresó su beneplácito y reconocimiento a esta actividad, destacando, a su vez, el esfuerzo de quienes lo llevan adelante”, argumentó Rodríguez.
Las Coordinadoras del Programa concurrieron al Recinto para recibir la distinción del Concejo y para contar su experiencia. Ellas son: Lirio Bianchini, Zulma Dorato, Mónica Domínguez, Cecilia Locateli y Daniela Pascual. La propuesta está planteada para los niveles inicial, primario y secundario, con la colaboración de sus respectivos docentes y familias. Se inició en el 2009 en Rosario, y este año se comenzó a aplicar en nuestra ciudad, en cuatro territorios: Villa Hipódromo (Jardín Municipal, Taller Nº 181, Esc. Primaria Nº 821 y Jardín de Infantes Nº 142), Yapeyú (Jardín de Infantes Nº 224, Esc. Primaria Nº 1109 y Taller Nº 199), Santa Rosa de Lima (Esc. Primaria Nº 809 y Jardín de Infantes Nº 173), y Centenario (Taller Nº 196 y Jardín de Infantes Nº 73)
La “comensalidad” es un momento de encuentro y de diálogo, donde se crean y recrean lazos, donde se ponen en juego el dar y el recibir, el agasajo y el agradecimiento. La construcción de hornos de barro de uso comunitario en diversos establecimientos de la ciudad se utiliza como medio para impulsarla, para compartir recetas y un mismo espacio al cocinar pan casero y pizzas que se harán en esos hornos, y luego reunirse todos juntos a practicar la comensalidad, ritual que remite a los participantes a lo más ancestral de las relaciones humanas. Alumnos, docentes, padres y vecinos, experimentan los saberes vinculados con la familiaridad, la vecindad y las tradiciones, la alimentación, el cultivo y la producción de comidas. Así, se intenta fomentar la creación de vínculos y relaciones entre todos los actores.
En esta primera etapa, los chicos trabajaron con la tierra y la dejaron lista para su uso. Para cada momento de la construcción se prevé un ritual especial para compartir entre todos los participantes. Otros utilizaron cemento y hasta propusieron la elaboración de un recetario para utilizar cuando el horno esté listo.
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