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jueves, 14 de agosto de 2014

SANTA FE: Santa Rosa: se tapó el socavón, las casas siguen inhabitables

Hace dos semanas, se hundió la calle en Pasaje Público entre Primera Junta y Mendoza. Se encontró la falla y fue arreglado el problema, pero las cuatro viviendas afectadas aún esperan una solución

Autor:Mauricio Centurión / Uno Santa Fe - Ahora. La empresa solucionó el inconveniente, tras varios días de trabajo.

Autor:Mauricio Centurión / Uno Santa Fe Antes. Hace quince días, el gran pozo ocupaba toda la calle del Pasaje.
Hace 14 días, Diario UNO publicaba la denuncia de un grupo de vecinos de Santa Rosa de Lima que se quedaban sin sus viviendas porque un gran socavón se había formado en el centro de la calle. Era una consecuencia directa de la obra de cloacas que se realizó en el barrio. El lugar es Pasaje Público al 2.300, entre Primera Junta y Mendoza a la altura del 4.800; donde las cuatro casas de enfrente, dos en cada vereda, comenzaron a hundirse. Durante estas dos semanas, la empresa responsable de extender la red cloacal solucionó el inconveniente y arregló el pozo, pero las familias aún esperan una respuesta para sus viviendas.

Maquinarias de gran porte llegaron al barrio para solucionar el problema, encontraron la pérdida, arreglaron el caño, compactaron la tierra, taparon el pozo y ahora esperan que el nivel de la calle vuelva a ser como antes. Pero, las casas siguen cediendo y para los vecinos la solución en dos de ellas es derribarlas y volver a construirlas. Por ahora siguen deshabitadas. Cabe recordar que en ese momento, dos familias hicieron la mudanza. Las casas 17 y 36 sacaron todo y se fueron a vivir de un familiar. Los que habitan la 37 dejaron algunas pertenencias y salieron con lo más indispensable; y los de la 16 decidieron quedarse.

Ahora, la familia que habita la vivienda 17 decidió arreglarla y retornó; y la lindante, también fue reparada. Son las dos viviendas ubicadas del lado este del Pasaje. Mientras que las de enfrente, están muy afectadas y el peligro de derrumbe es inminente. Es decir que el inconveniente en la calle se solucionó, pero no se conoce hasta dónde afectó el socavón los cimientos de las casas de la vereda oeste, por eso consideran que deben derribarse, rellenar el lugar y volver a construirse.

No es la primera vez
Según contaron los vecinos a Diario UNO, este es el tercer socavón en el barrio. El primero fue en Arenales y Primera Junta donde también afectó a un vivienda, cuyo propietario decidió iniciar un juicio; el segundo, es en Azopardo y Catamarca, donde el pozo que se formó está lleno de líquidos cloacales; y el último es el del Pasaje Público.

Pero además, se detectaron algunas pérdidas en diferentes puntos del barrio. Esto se da porque quedaron las cámaras sin tapar y al llover se llenan de agua y comienza a rebalsar. Por eso cada vez que hay tormentas tienen miedo, porque en los sectores más bajos, esta agua contaminada ingresa a la viviendas.

Por otra parte, aseguran que solo se debe relevar esos lugares y colocarles una tapa o hacer la conexión domiciliaria porque aún hay muchas que no la tienen y la cámara está abierta. Además, se deben hacer los arreglos a los caños de agua que fueron afectados también con la obra de cloacas y luego saldrán a reclamar por el arreglo de las calles, un viejo pedido del barrio Santa Rosa de Lima.

En relación a este último tema, contaron que son más o menos 20 las pérdidas de agua que se detectaron en el sector donde se hizo la obra de cloaca. Esto es porque para colocar el caño de la red la empresa responsable de la obra tuvo que cortar los de agua y muchos fueron mal cerrados o quedaron abiertos. Hoy las consecuencias se ven con la acumulación de agua en muchos sectores de Santa Rosa de Lima.

Los fundamentos
El problema comenzó cuando una gran máquina llegó hasta el Pasaje para destapar el caño que pasa por el centro de la calle y llega hasta la estación de bombeo ubicada en la esquina del Pasaje y Primera Junta, construida en el marco de la obra de extensión de la red cloacal que impulsó el municipio. La sonda que introdujeron se trabó e intentaron sacarla de cualquier manera, pero no fue posible y todo quedó así. Dos días más tarde, una grieta atravesó la calle de manera transversal y los vecinos comenzaron a observar rajaduras en las paredes, pero nada hacía prever que un pozo se comenzaba a tragar las viviendas. La decisión fue dejar esas casas por prevención.

La situación era en todas similar: las grietas arrancaban en el piso y terminaban en el techo y, en algunas, la pared rajada se separó y permite ver del otro lado en una abertura de entre uno y dos centímetros. Los marcos verticales de las puertas se separaron del horizontal y en todas el piso se partió y las casas se comenzaron a inclinarse hacia el pozo. Al momento de surgir el problema los vecinos aseguraban que en esas cuatro viviendas no se iba a poder habitar más. Sin embargo, la falta de respuestas hizo que algunos decidieran empezar a arreglar las viviendas por su cuenta.

En su momento, desde la empresa le explicaron a los vecinos que “había un caño suelto y seguramente arrastró tierra y por eso se tapó y provocó el socavón”. “También nos dijeron que las napas están muy altas, pero yo hace 30 años que vivo acá y nunca tuvimos problemas de este tipo ni siquiera durante la inundación”, explicó Waldino Luque, cuando Diario UNO visitó el barrio.

DIARIO UNO.

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