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domingo, 6 de julio de 2014

SANTA FE: Cuidacoches: Denuncian aprietes cerca de los boliches y de las canchas

Los automovilistas cuentan que les cobran entre 20 y 50 pesos, casi en forma obligatoria, y a veces más. En otras zonas de la ciudad, la situación es variada: hay vecinos que tienen una buena relación con los cuidacoches pero hay otros que también denuncian abusos.
.El Litoral | 
Cuidacoches: Denuncian aprietes cerca de los boliches y de las canchas

 A la salida de los boliches, de la cancha y en el centro, los roces y tensiones entre los automovilistas y los cuidacoches van en aumento. Es que lo que comenzó como un aporte voluntario —como una “changa”— a veces se convierte en una tarifa obligatoria y por momentos extorsiva, por el miedo de que el auto quede todo rayado y las gomas tajeadas cuando no se acepta pagar una tarifa que puede oscilar entre los $ 10 y los $ 50, según la hora y el lugar.

En la plaza que está frente al Centro Cívico, en el Parque del Sur, esta semana la Guardia de Seguridad Institucional (GSI) del municipio intervino frente a una denuncia que aseguraba que los cuidacoches cobraban 500 pesos por mes a los personas que dejan su auto para trabajar en las oficinas de la zona. “No es cierto, hay gente que nos da 120 pesos por mes y también mucho menos.

Es un aporte voluntario”, se defendió Alberto, uno de los cuidacoches que hace 12 años que está en la plaza, en diálogo con El Litoral. El miércoles, además, un grupo de cuidacoches se movilizó al municipio para pedir que les dejen lavar autos en la vía pública, una cuestión que no está permitida por ordenanza.

En Buenos Aires y en Rosario, se viene analizando qué hacer con los trapitos desde hace varios años (ver “Qué hacen en otras ciudades”). En Santa Fe, el municipio comenzó a relevar la cantidad de cuidacoches que hay en la ciudad. Se estima que son unos 400, pero es sólo una aproximación porque la informalidad del rubro hace difícil precisar la cifra.

“La idea es incorporarlos en forma progresiva al Programa Calles Seguras, que se viene llevando adelante con 170 limpiavidrios. También se los está censando, para conocer mejor sus condiciones sociales y familiares”, contó Carlos Medrano, secretario de Desarrollo Social del municipio, en una entrevista con El Litoral.

A través del programa, lo que se intenta es lograr que los cuidacoches puedan conseguir un trabajo más formal. “Pero es un proceso que no es sencillo y lleva su tiempo”, reconoció Medrano. Cuando hay abusos, el funcionario recomendó llamar al 0800 777 5000 y hacer la denuncia. “La guardia de seguridad del municipio interviene cuando hay aprietes”, aseguró.

En la ciudad, hay una ordenanza que prohíbe que los cuidacoches trabajen en la zona del estacionamiento medido, pero en muchos casos no se respeta. Además, se iniciaron causas judiciales a cuidacoches que “trampeaban” los parquímetros en acuerdo con los automovilistas.

En una recorrida, El Litoral habló con varios cuidacoches del centro y de la zona sur de la ciudad.

“Nosotros no queremos subsidios sino que nos dejen trabajar. El aporte es siempre ‘a voluntad’ y no tenemos la culpa de que algunos se abusen”, planteó “El Porteño”, que cuida autos desde hace más de diez años en la zona de la terminal. En Suipacha, entre 25 de Mayo y Rivadavia, el cuidacoches de la cuadra hace 8 años que trabaja allí. “Fui a registrarme al municipio. No tendría problema de trabajar de otra cosa pero necesito mantener a mis cinco hijos”, aseguró.

A favor y en contra

En una encuesta on line, que se realizó a través de las redes sociales, El Litoral recopiló fuertes reclamos por aprietes, malos tratos y la exigencia de pagar una tarifa, incluso en zonas de estacionamiento medido. Pero no es justo meter a todos en la misma bolsa: también hay personas que reconocen que los trapitos los ayudaron en momentos difíciles y hay otros que lograron establecer vínculos con los vecinos de la zona que cuidan.

Los reclamos más habituales son:

— “Los cuidacoches te cobran entre 20 y 30 pesos y si no les da ¡se enojan! Te cobran por adelantado y cuando llegas al lugar donde estacionaste ya no están más. ¡Uno no puede estacionar tranquilo! Si no les das, corrés el riesgo de que te rompan el auto o moto”, contó Jorge Garofalo.

— “Pagamos 30 pesos para que nos ‘cuiden’ el auto y a la vuelta no había nadie y nos vaciaron el baúl, porque las puertas no pudieron violentarlas, sino nos faltaban hasta las alfombras”, aseguró Shaila.

— “Te cobran 30 pesos en cercanías de boliches (aunque no vayas al boliche) por adelantado y a las 2 de la mañana desaparecen”, planteó Rosario Res.

— “El cuidacoches me dijo que estacione en frente del boliche que está en bulevar Gálvez, casi llegando a Rivadavia. Me cobró 20 pesos por adelantado y me dijo que no había problema para estacionar ahí. Cuando volví el inspector me había hecho una multa”, advirtió Julieta Elizabeth López.

— “Te cobran en todos lados y a toda hora. Tienen sus tarifas y reglas. A veces están borrachos o drogados y somos rehenes de ellos. Nadie les dice nada”, opinó Daniel Borda.

— “A mi papá después de un partido de Colón le pidieron 50 pesos por cuidarle el auto. Como se negó y quiso darle menos, comenzaron a patear el auto y agredirlo. Cuando mi viejo se quiso bajar le pusieron una pistola en pecho”, relató Maxi Rico.

Pero también hay gente que recibió ayuda de los cuidacoches y que hace foco en la vulnerable situación económica y social de los trapitos:

— “Me quedé sin nafta en 3 de Febrero y Francia. Yo vivo cerca del Puente Negro y así que tuve que volver arrastrando la moto. Los cuidacoches de Tucumán y Rivadavia me dieron 10 pesos para poder llegar a casa, así que no pongan a todos en la misma bolsa”, pidió Inés Venturini.

— “Hay cuidacoches y oportunistas. Quien cuida siempre en el mismo lugar es un cuidacoches. Sabés lo que es que dejen un auto ahí a las 18 y que vuelvan a retirarlo a la medianoche y el cuidacoches está ahí al lado del auto cuidando, cansado y pasado de frío, y el dueño del auto ni lo mira o lo que es peor le dice yo no te dije que lo cuides. ¿Qué prefieren que trabajen de cuidacoches para llevar su comida a casa o que salgan a robar?”, se preguntó César Cipriano Álvarez.

— “En el palomar, por la Rioja, siempre me cobraron tarifa fija, nunca me faltaron el respeto y no tuve problema en pagarle por su servicio. El cuidacoches me dijo hasta qué hora se quedaba y siempre estaba cuando yo volvía. Lo resalto porque es el único que se lo merece”, destacó Mauro Oroño.

— “En Candioti Sur, el cuidacoche me hace de sereno. Cuando guardo el auto en la cochera, siempre me acompaña hasta la puerta de mi casa para que no me pase nada y nos cuida a todos los vecinos”, reconoció Gabriela Fernández.

Los vecinos de bulevar Pellegrini y Urquiza también cuentan que en esa esquina el cuidacoches es el mismo desde hace 26 años. Tiene 71 años y se ha ganado el afecto de varios vecinos y de la gente que va a los bares de la zona.

En definitiva, como hay una situación social del fondo, el tema es complejo, pero es importante estar alerta y denunciar los aprietes para no convalidar los abusos.

¿Qué hacen en otras ciudades? 

En Buenos Aires, los “trapitos” quedaron varias veces en la mira por exigir sumas excesivas (entre 100 y 200 pesos) por cuidar los autos cerca de los estadios de fútbol. El gobierno porteño le pidió a la Justicia que investigué si detrás de estos trapitos hay “barrabravas” u organizaciones mafiosas —que tienen su tajada en el negocio—, un vínculo que también está bajo sospecha en Santa Fe. Durante los últimos años, el macrismo intentó muchas veces aprobar una ley que vete la actividad de los trapitos y los limpiavidrios.

En Rosario, el Concejo también debatió la posibilidad de prohibir los cuidacoches y hay distintas posiciones: el municipio quieren controlar la actividad pero hay un proyecto del PRO para inhabilitarlos en los puntos concurridos. “Allí aparecen verdaderas bandas organizadas que actúan como trapitos”, explicó el concejal del PRO Rodrigo López Molina, en declaraciones a medios rosarinos cuando presentó el proyecto.

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