Se construyeron viviendas sobre el talud y en el sector que debería ocupar el canal colector, que recibe las filtraciones que se producen cuando hay crecida. Además, hay muchos pozos en el coronamiento de la defensa.
Si el pico de la crecida del Paraná oscila alrededor de los 5,15 metros en la ciudad, como estimó la última proyección del INA, el anillo defensivo de Rincón y Colastiné Norte resistirá con margen la onda de crecida, ya que son terraplenes que se planificaron -hace 20 años-, teniendo en cuenta las inundaciones históricas de la cuenca del Paraná (la de 1992, por ejemplo, superó los 7 metros en el Puerto de Santa Fe).
Pero una recorrida que realizó El Litoral por los terraplenes que protegen Colastiné Norte y Rincón confirmó que hay problemas de erosión, muchos pozos en el coronamiento que se socavan cuando llueve y hay viviendas que se construyeron sobre el talud de la defensa y en el sector que debería ocupar el canal colector, que encima falta -o nunca se hizo- en una buena parte del anillo defensivo. Son situaciones que en una crecida más importante podrían generar problemas.
En condiciones ideales y cuando es factible técnicamente, un terraplén debería contar con una protección de árboles, antes del comienzo del talud mojado -para que el “oleaje” del río no llegue con tanta intensidad, y necesita un canal colector (o canal de guarda) para conducir las filtraciones que se suelen producir cuando hay crecida y también el agua de lluvia hacia los reservorios (ver Infografía pág. 4).
En Villa Añatí y en Los Espinillos, dos barrios de Rincón, hay familias asentadas en donde debería estar el canal colector y también sobre el talud del terraplén. También en zonas que estaban previstas como reservorios. Son viviendas muy vulnerables en un escenario de crecida -por las filtraciones- y también en el caso de lluvias intensas, como las que podrían producirse en la primavera.
Como plantea el Plan de Desagües para la Costa, es prioritario establecer zonas de seguridad hídrica en el área de defensas. “La regularización dominial del sector que ocupan las defensas y los reservorios es una prioridad en la Costa para poder mitigar el riesgo hídrico”, advirtió -en diálogo con El Litoral- Héctor Bianchi, ingeniero del Instituto Nacional del Agua (INA) y director del Plan de Desagües de la Costa, un estudio que el INA está realizando para la Municipalidad de Santa Fe.
Bajo la lupa
En relación con los puntos vulnerables de la defensa, el tablestacado que se colocó junto a la toma de agua en Colastiné Norte se volvió a socavar. Es una zona en la que el agua corre con mucha fuerza, porque “pega” la corriente del río Colastiné y está muy cerca de la desembocadura del Ubajay, que viene de Rincón.
Pozos. Muchos sectores de la defensa se utilizan como calle. Los días de lluvia se hacen pozos que luego van rompiendo el coronamiento del terraplén.
Foto: PABLO AGUIRRE
Barrio Los Espinillos. Hay familias que se radicaron junto al terraplén y en el espacio del canal colector. En caso de una crecida, las filtraciones pueden inundarlos. Una parte de este sector estaba destinada a integrarse con el reservorio. Foto: PABLO AGUIRRE
Vandalismo. Para poder pasar por encima del terraplén, un particular rellenó el canal colector en Villa Añatí, lo que traba la circulación del agua. El tramo debió despejarse varias veces. Foto: PABLO AGUIRRE
“El año pasado, el gobierno provincial realizó reparaciones en este sector, pero en los próximos meses se va a licitar la obra de restitución de la protección del talud sumergible para evitar que se siga erosionando. El presupuesto de los trabajos asciende a 13 millones de pesos”, confirmó Juan Carlos Minetti, subdirector provincial de Obras Hidráulicas del Ministerio de Aguas, que analizó la situación de las defensas junto a El Litoral.
Los funcionarios del Ministerio de Aguas, que tienen la responsabilidad de mantener los más de 130 kilómetros de defensas que hay en el área metropolitana de Santa Fe, aseguran que se realizan reparaciones con regularidad, pero dicen que es difícil ganarle la batalla al vandalismo, a los usos incorrectos en una zona de seguridad hídrica y al intenso tránsito de vehículos en algunas zonas, que son problemas que aceleran el lógico deterioro de las defensas por la erosión que genera el río, la lluvia y el viento.
Punto por punto
Con la mirada “anclada” en futuras crecidas, El Litoral encontró varios problemas:
— En Rincón, en calle Santa Rosa, entre Bonsembiante y Las Tijeretas, las bolsas de arena que se colocaron para reforzar el terraplén y elevar el coronamiento se rompieron para permitir el ingreso a las casas que dan al río. Minetti reconoció que en caso de una crecida importante deben volver a colocarse bolsas para reparar estos puntos.
— En el barrio rinconero de Villa Añatí, del lado de la laguna Setúbal, un particular rellenó y rompió el canal de guarda para poder pasar con su auto sobre la defensa (lo que traba el escurrimiento hacia el reservorio). El Ministerio de Aguas y el municipio de Rincón ya limpiaron el sector varias veces.
— En distintos sectores del anillo defensivo, hay familias que construyeron sus ranchos y viviendas precarias sobre el talud del terraplén, en el canal de guardia y también en zonas de reservorios.
— El tránsito de vehículos sobre la defensa erosiona el coronamiento y los taludes, al punto de que en muchos tramos se ve la malla geotextil que consolida el terraplén. En la Costa hay circulación de camiones que van a sacar tierra del otro lado de la defensa, familias que necesitan cruzarlo porque crían ganado en la zona de islas y también ladrilleros. Organizar la circulación de estas familias también es prioritario para evitar daños.
— En Villa Añatí y al fondo de calle Los Urunday, en Colastiné Norte, hay familias que viven del cirujeo junto a la defensa. El problema es que la basura tapa el canal colector que va a la estación de bombeo Los Naranjos. Estas son sólo algunas de las situaciones de riesgo, que se pueden mitigar con medidas de concientización y planificación territorial. Hay que tener en cuenta que en los últimos años el boom inmobiliario que se desarrolló en Rincón, Colastiné Norte y ahora también en Arroyo Leyes incrementó el riesgo hídrico, porque aumentó la densidad poblacional y la construcción de viviendas permanentes en zonas más bajas.
El anillo de defensas, que fue uno de los factores que empujó esta tendencia, protege contra las inundaciones pero es fundamental mantenerlo en condiciones y también necesita de un sistema de canales colectores, desagües, reservorios y estaciones de bombeo para sacar el agua de lluvia, la otra gran vulnerabilidad que tienen los barrios de la Costa y Rincón.
Los otros barrios de la Costa
El terraplén que protege a los vecinos de Alto Verde también tiene la altura suficiente para resistir con margen esta crecida, aunque es probable que el sector de La Boca quede aislado.
“Pero estas defensas también están muy afectadas por el paso de los animales, la radicación de familias en los taludes y la circulación de vehículos”, reconoció Juan Carlos Minetti, subdirector provincial de Obras Hidráulicas del Ministerio de Aguas.
En La Guardia, el anillo de defensa tiene la misma cota que en Colastiné Norte y Rincón, pero en crecidas más significativas las filtraciones pueden generar problemas en los sectores más bajos.
En El Bañado, preocupa la situación del sector que se abrió en la defensa para hacer una alcantarilla de la futura autovía, en el kilómetro 0 de la ruta 1. “Se reparó en la crecida del año pasado y debería resistir bien”, aseguró Minetti.
La situación de Colastiné Sur es distinta. Allí, las defensas son más bajas y tienen distintas cotas. Con esta proyección de crecida, el barrio debería “aguantar” el paso del caudal máximo, pero será prioritario reforzarlas y organizar la situación de un barrio -incluso en cuanto a la regularización dominial- que es vulnerable.
Reservorios
El Concejo Municipal de Santa Fe aprobó la primera etapa del plan de reservorios de la Costa. Estos trabajos coinciden con la obra de la autovía de la ruta 1, para la que se necesita mucha tierra para levantar la futura calzada (que en este momento se saca del otro lado del anillo defensivo). Una alternativa que analiza el municipio es solicitar a Vialidad Provincial que la empresa concesionaria (Vial Agro) extraiga la tierra de los futuros reservorios, para de esta forma comenzar a prepararlos.
EL LITORAL.
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