A cargo del programa de rescate de víctimas de explotación sexual, Zaida Gatti, pidió sancionar a quienes consumen servicios de mujeres esclavizadas y brindó detalles del abuso a las que son sometidas. Unas 3 mil víctimas fueron liberadas en 6 años.
Rosario 3 |
“Los clientes son miembros de la organización criminal en tanto que si no irían al prostíbulo a diario a buscar mujeres que son ofrecidas por los tratantes, habría muchas menos víctimas de trata”. Zaida Gatti es la Directora del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas y visitó Rosario en el marco de una jornada de capacitación sobre el delito de trata de personas, que tuvo lugar el miércoles pasado en el Espacio Cultural Universitario (ECU), con la presencia de Susana Trimarco, la mamá de Marita Verón.
Aunque admitió que es una postura personal, la funcionaria –Trimarco aseguró que trabajó “codo a codo” con ella en la búsqueda de Marita y la liberación de cientos de mujeres esclavizadas– remarcó la necesidad de avanzar en la sanción de la figura del “cliente”. Contraria a la existencia de prostíbulos y a entender el ejercicio de la prostitución como un trabajo voluntario, sostuvo que la mayoría de las meretrices no eligen “estar con diez tipos que no desean al día” al tiempo que reveló detalles del trato aberrante que sufren de parte de clientes y proxenetas. Para la profesional, trata y prostitución son caras de la misma moneda.
“Estos clientes no sólo hacen que el negocio de la trata prolifere sino que además cosifican a la mujer. Pagan y compran por un rato a esa mujer y la humillan. Muchas mujeres nos dicen que les hacen hacer las peores cosas que se pueda imaginar. No hay ningún tipo de satisfacción sexual detrás de todo eso, no hay nada más que un abuso de poder de parte de un hombre sobre una mujer, de parte de un cliente sobre una víctima”, analizó.
En esta sintonía, Gatti tampoco apoya la permanencia de prostíbulos, cuestión que está siendoevaluada en la legislatura santafesina con bastante polémica alrededor. Para la especialista, “muchas personas sostienen que los prostíbulos son necesarios para la satisfacción de los hombres. Pero si esto es real, cualquier hombre es un potencial violador y deberíamos entender que si cierran estos comercios, van a ir por la calle violando mujeres. Sabemos que esto no es así”, apuntó.
Una pesadilla real
La dirección que conduce a nivel nacional tiene los mismos años que la ley de trata de personas, vigente desde 2008. A partir de su puesta en marcha, un total de 6.604 personas fueron rescatadas: “El 48 por ciento de las liberaciones fueron por explotación sexual”, detalló. Desde este espacio, pudo contactarse y conocer de cerca a mujeres que padecieron el secuestro, el abuso sexual, la violencia y el sometimiento. En su exposición durante la jornada, fue contundente al compartir algunos ejemplos que demuestran el grado de abuso ejercido por el proxenetismo y por algunos que consumen este “servicio”.
“Las mujeres son trasladadas miles de kilómetros, se las amenaza con matar a familiares, se las castiga, se les inventan falsas deudas por vestimenta y por comida”, manifestó. “También se les impone deudas de entre 100 y 1000 pesos por cuestiones inverosímiles, por ejemplo, por menstruar. A muchas se las obliga a colocarse esponjas en las vaginas durante esos días”, reveló.
De acuerdo a los datos brindados por el abogado de la Fundación María de los Ángeles, Germán Díaz, una víctima suele atender un promedio de 10 “pases” diarios. Es decir, debe mantener ese número de relaciones sexuales al día. “Los proxenetas logran un negocio millonario porque con cada pase ganan más de 200 pesos”, observó. Para el letrado, como para Gatti, “prostitución y trata son las caras de una misma moneda. En ninguna de las dos situaciones hay voluntad ni libertad de parte de la mujer, en tanto que en ambas existe una relación injusta y perversa totalmente verticalista.
Al respecto, la directora de Rescate de personas del Ministerio de Justicia de la Nación, amplió: “Hay algo que se discute, a partir de asociaciones que levantan la voz para sostener a la prostitución como un trabajo. No es nuestra postura –subrayó–. La República Argentina es un país abolicionista, debemos proteger a las mujeres. La prostitución autónoma y libre no está penada pero sabemos que no existe, puede haber un uno o dos por ciento que están solas ejerciendo la prostitución pero hay un 98 por ciento que no. Siempre hay alguien que explota detrás”, confió.
“Las mujeres son trasladadas miles de kilómetros, se las amenaza con matar a familiares, se las castiga, se les inventan falsas deudas por vestimenta y por comida”, manifestó. “También se les impone deudas de entre 100 y 1000 pesos por cuestiones inverosímiles, por ejemplo, por menstruar. A muchas se las obliga a colocarse esponjas en las vaginas durante esos días”, reveló.
De acuerdo a los datos brindados por el abogado de la Fundación María de los Ángeles, Germán Díaz, una víctima suele atender un promedio de 10 “pases” diarios. Es decir, debe mantener ese número de relaciones sexuales al día. “Los proxenetas logran un negocio millonario porque con cada pase ganan más de 200 pesos”, observó. Para el letrado, como para Gatti, “prostitución y trata son las caras de una misma moneda. En ninguna de las dos situaciones hay voluntad ni libertad de parte de la mujer, en tanto que en ambas existe una relación injusta y perversa totalmente verticalista.
Al respecto, la directora de Rescate de personas del Ministerio de Justicia de la Nación, amplió: “Hay algo que se discute, a partir de asociaciones que levantan la voz para sostener a la prostitución como un trabajo. No es nuestra postura –subrayó–. La República Argentina es un país abolicionista, debemos proteger a las mujeres. La prostitución autónoma y libre no está penada pero sabemos que no existe, puede haber un uno o dos por ciento que están solas ejerciendo la prostitución pero hay un 98 por ciento que no. Siempre hay alguien que explota detrás”, confió.
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