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lunes, 23 de junio de 2014

El Gobierno estudia ofrecer un pago a Griesa mientras los bancos buscan financiar la deuda

El Ejecutivo trabaja para tener definida en pocos días una propuesta de pago a los holdouts con el fin de evitar caer en default. En paralelo, hay movimientos de entidades monetarias interesadas en comprar el juicio.
Infobae | 
El Gobierno estudia ofrecer un pago a Griesa mientras los bancos buscan financiar la deuda
 En el mercado estiman que la Argentina podría pagarle unos 300 millones de dólares en efectivo a los fondos NML Eliot, Aurelius, Blue Anngel y 13 bonistas particulares (20% de lo ganado en el fallo del juez Thomas Griesa) y negociar la forma de cancelar los más de 1.000 millones restantes, con una fórmula capaz de estirar los plazos y evitar apremios financieros.
 
Se especula con que esta semana una delegación argentina podría reunirse cara a cara con representantes de los acreedores de bonos en default que no aceptaron los canjes de 2005 y 2010 para avanzar en esta negociación, con aval del juez de Nueva York.
 
A fin de mes, la Argentina debe saldar vencimientos de deuda por 900 millones de dólares, de los cuales 225 millones deben ser cancelados en Nueva York. Por eso existiría cierto apuro en avanzar en un acuerdo que dé señales a los mercados de que el país no caerá en default.
 
Se aprovecharía, para ello, el seguro que le da un plazo de 30 días más a la Argentina, hasta fines de julio, para evitar técnicamente la cesación de pagos.
 
Ante el revés judicial en Estados Unidos, la Argentina dejaría de lado la posibilidad de pedir una quita y operaría con una estrategia similar a la utilizada ante el Club de París: pagar todo lo reclamado pero a largo plazo.
 
Así, el país podría ofrecer un "anticipo" de 300 millones de dólares y acordar emisiones de títulos a varios años. Los fondos denominados buitre ya hicieron trascender que están dispuestos a escuchar ofertas pero manifestaron su pretensión de negociar "cara a cara" con referentes con poder de decisión a la vez que aclararon que no pondrán en juego el monto total que deben cobrar, de acuerdo a lo dispuesto por Griesa.
 
El ministro de Economía, Axel Kicillof, estuvo el fin de semana definiendo los pasos a seguir. Entre la batería de estrategias, se descarta una negociación directa con los holdouts dado que ello podría gatillar demandas de los bonistas que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010, por la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers).
 
A ellos se les aseguró que la Argentina no haría una mejor oferta a acreedores antes del 31 de diciembre de 2014, por lo que acordar de forma directa y antes de esa fecha con los que iniciaron el litigio en Nueva York es un riesgo latente de potenciales juicios. El Gobierno por ellobuscaría hacer garantizar con un pago al juez Griesa el cumplimiento de su sentencia ynegociar con los holdouts el pago final recién en 2015, sostiene el matutino.
 
Y añade que en paralelo hay movimientos de algunos bancos, interesados en destrabar esta situación ofreciendo como alternativa la compra a los fondos buitre del juicio que tienen ganado a la Argentina y luego en 2015 negociar la solución definitiva con el gobierno nacional. Ya habría tres entidades monetarias efectuando gestiones ante el Ejecutivo previendo el desenlace judicial negativo.
 
"Participar de un acuerdo como el de los holdouts es una gran vidriera. Además, tenemos mucho para aportarle al Gobierno", sostuvo un banquero que prefirió no revelar su identidad al diario La Nación. "Hoy por hoy, nadie se quiere perder la posibilidad de ganarse el mandato para negociar el acuerdo con los holdouts. Pero la realidad es que hasta ahora el Ministerio de Economía se mantiene bastante hermético", confió otro hombre de negocios.
 
En los bancos no sólo ven atractivo el negocio de financiar los 1.330 millones de dólares que el Gobierno debería pagarles a los bonistas que ganaron la demanda en el juzgado de Griesa porque le significaría el ingreso de unos 5 millones de dólares en comisiones, sino que saben que ese trato podría abrirles las puertas para una operación aún mayor, como algún acuerdo con el resto de los acreedores que todavía están en default y que, según dijo Kicillof, podrían sumar unos 15.000 de dólares millones más.
En el mediano plazo, por otro lado, dan por hecho que la Argentina también intentará salir a los mercados a colocar deuda y que probablemente será uno de los países más activos en el circuito internacional en los próximos años.
A comienzos de año, Goldman Sachs había sido uno de los bancos que más cerca estuvieron de cerrar un acuerdo con el Gobierno para financiarlo, entonces mediante la compra de una cartera de bonos de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) por 3000 millones de dólares. En ese momento, ejecutivos del banco le habían hecho saber además al equipo económico que estaban dispuestos a desembolsar hasta 5000 millones de dólares en la Argentina, indicó La Nación.
También UBS había intentado algún acercamiento, para buscar una salida al problema de los holdouts y ahora se sumarían Bank of America Merrill Lynch, Morgan Stanley y JP Morgan.

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