El derrumbe de las ventas llegó a los precios de las propietades

Por primera vez, las inmobiliarias reconocieron que la crisis que sufre el sector empezó a impactar en el valor de las unidades que se venden en la Capital. Cayeron 1,5% en dólares. Los alquileres, siguen en alza.

Infobae | 

 "El impacto en los precios se sintió en enero y a partir de mayo el mercado se estabilizó con una baja acumulada del 1,5 por ciento. Esta caída igualmente no es tan grande como la que se esperaba, pero da cuenta del mal momento del mercado inmobiliario", advierte la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).

La entidad lanzó ayer un índice que se puso en marcha hace un año, a partir del relevamiento de los precios publicados de más de 40.000 propiedades mensuales en la Capital Federal, explicó al diario La Nación Roberto Arévalo, presidente de la CIA.

El indicador incluye propiedades a estrenar y usadas, y en más del 90% de los casos los valores corresponden a ofertas en dólares, con una incidencia cada vez mayor de los monoambientes, que representan más de la mitad de la oferta actual de viviendas en venta.

En el índice también se incluye un sondeo de los precios de los alquileres. En este caso, la situación es totalmente contraria. La inmensa mayoría de las publicaciones son en pesos y registran un crecimiento sostenido de los valores a lo largo del último año.

Según el indicador, en 12 meses, los alquileres acumularon un incremento de 22,1%, con una tendencia a la aceleración: en los primeros cinco meses de 2014 sufrieron un alza del 14 por ciento y sólo en mayo escalaron el 6,4 por ciento.

Pese a este incremento, que resiente el bolsillo de los trabajadores porque se refugian en los alquileres como única alternativa ya que la gran mayoría no puede comprar una vivienda, en el sector aseguraron que la suba en los precios estuvo por debajo de la inflación del último año. "Pese a las dificultades, ha primado un criterio de racionalidad por parte de los actores en el ajuste de valores", señalaron en el informe de la CIA, un criterio que difícilmente sea compartido por los inquilinos.