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domingo, 9 de marzo de 2014

SANTA FE: Resolver crisis es salvar vidas

El jueves a la tarde gran parte de la ciudad se sacudió cuando un hombre trepó a una de las torres del Puente Colgante y, desde allí, amenazó con arrojarse al vacío.
Tensión extrema. En la imágen el hombre que el jueves amenazó tirarse al agua. Fotos: Luis Cetraro

Tras varias horas de tensión, el drama tuvo un final satisfactorio al que se arribó gracias a la intervención de un negociador de las TOE (Tropas de Operaciones Especiales).
Lo acontecido sirvió para preguntarnos cómo es eso de trabajar en situaciones de crisis extremas donde la vida y la muerte están en juego.
Crisis de alta visibilidad
Diego Nasimbera tiene 29 años. Hace 9 que ingresó a la repartición y desde hace 4 años se desempeña como negociador policial TOE. Él fue quien resolvió el conflicto del jueves.
Lo que sigue son sus conceptos respecto al delicado trabajo que desarrolla.
“Existe un protocolo para este tipo de crisis que se llaman ‘crisis de alta visibilidad', justamente por las características que tienen. Normalmente ocurren en lugares públicos, a la vista de todo el mundo, intervienen los medios, etc. No es que es un hecho aislado.
Este tipo de episodios donde es necesario la intervención de un negociador tiene características similares a lo que es una toma de rehenes porque las personas en este tipo de situaciones lo que quieren es llamar la atención.
En el caso particular del puente, era un hombre, digamos, común. No era un drogadicto, no estaba alcoholizado, no era un enfermo mental. Era, como decimos nosotros, un hombre común víctima de una crisis neurótica.
Este tipo de casos suelen ser peores que los otros que mencioné. Cuando una persona, digamos, normal entra en crisis extrema, puede pasar cualquier cosa. Ése es un dato que hay que tener muy en cuenta porque significa que realmente está bajo una crisis importante. Porque si se sabe que es un esquizofrénico o que tiene algún otro delirio vos tratás de seguirle la corriente.
Forma correcta
“La forma correcta en que se llevaría a cabo una intervención es que la primer fuerza que llegue al lugar tome la mayor información posible. Que averigüé los motivos que produjeron ya sea la toma de rehenes o la tentativa de suicidio. Esto si se puede, si la persona en crisis lo permite.
Lo segundo es aislar el lugar, tanto para seguridad del protagonista de la crisis como para la de terceros.
También es importante que esta persona no tenga comunicación con el exterior. Eso es muy importante porque incluso después ésa es una de las cosas con las que uno puede llegar a negociar.
Yo necesito ver a ‘tal persona', suelen decir. Bueno, yo te consigo esa persona pero necesito a cambio algo de vos.
Pero también pasa que cuando llegamos ya en el lugar está la gente, está una cámara y los familiares. Entonces se complica. Ya te quitó tres elementos posibles para la negociación.
Por eso es importante la aislación. Para eso también existen medios técnicos como un inhibidor de señal para celulares, muy útil para estos casos.
En este tipo de crisis no hay muchos elementos para negociar. Se le puede ofrecer un medio de comunicación para que exprese su pedido; una cámara, un periodista en particular, un juez, un familiar, en fin... Pero si de entrada ya tenés todo eso ahí, se complica.”
—¿Te tocó alguna vez una intervención que termine con muerte?
—Por suerte nunca me tocó un caso que termine de manera negativa. Tampoco estuve en tantas crisis. Intervine en dos tomas de rehenes y lo del Puente Colgante fue la segunda tentativa de suicidio. En total cuatro. Por suerte todas terminaron bien.
Te hago una confesión. En el caso del puente, en particular, yo pensé que no se iba a resolver de manera favorable. Cuando yo llegué, el tipo ya estaba recontra “chiflado”, ya lo habían cansado, estaba todo el mundo. El tipo se había ido más arriba y estaba colgando completamente. Entonces pensé que se iba a tirar.
Alternativas tácticas
“En las crisis, la intervención de un negociador es una de las posibilidades dentro de las alternativas tácticas.
Pongamos este escenario: toma de rehenes. Bueno, la primer alternativa y la que siempre es la mejor es la negociación. Se trata de agotar todo lo que refiere a esta índole hasta que veamos que esta parte ya no va más. Hay parámetros a tener en cuenta que demuestran que la negociación no da para más. Uno no puede tratar de negociar y negociar hasta el infinito.
Agotada esta instancia, hay que dar paso a otra alternativa táctica. En este caso sería la utilización de un método no letal, para neutralizar a esta persona. Siempre tratando de resguardar la vida de los rehenes, de las víctimas.
Si fracasa esto, se abre camino para la tercera etapa, que es la utilización de un método letal. Esto podría ser la intervención de un equipo táctico, como ocurrió una vez en Santo Tomé.
La última -hubo un solo caso en la historia de la compañía- es la utilización de un francotirador. La compañía cuenta con personal especializado para este tipo de situación.
Ésas son las alternativas tácticas. Siempre se arranca con la más viable, la menos cruenta, que es el poder de la palabra. Se trata de llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes.
En el caso del suicida, lo satisfactorio es lograr aplacar la pena o el dolor que está sufriendo y que lo llevó a esa situación extrema.
En el caso de los captores con toma de rehenes, ellos lo único que quieren es resguardar su vida.”
Es un equipo
“Uno cuando entra a trabajar en una crisis debe contar con la mayor información posible. Uno no puede ingresar a ese cuadro desinformado. Trato de interiorizarme en todos los sentidos. Si el sujeto está drogado, normal, alcoholizado, si tiene algún arma, si está empastillado, en fin... todas las variantes posibles.
El negociador tampoco trabaja solo. Hay un equipo que trabaja con él. Siempre se trata de que haya dos negociadores en el lugar. A una crisis uno nunca va solo. Existe un negociador primario, un negociador secundario, un psicólogo. También un planillero o anotador que es quien va llevando el paso a paso del suceso. Por ejemplo: a las 15 hs el sujeto en crisis toma contacto con el negociador. A las 15.30 pidió un vaso de agua. En fin, así detalla todo y luego se puede analizar la evolución o involución del caso.
También hay casos en los que se forma un comité de crisis, de resolución de crisis. Eso es para crisis de mayor magnitud, donde hay más actores y más vidas en juego.
Cuatro pasos
* 1- Negociación
* 2- Utilización de un método no letal
* 3- Intervención de un equipo táctico (método letal)
* 4- Francotirador
Esto no es matemática
  • Si bien hay parámetros a tener en cuenta y demás, uno en cada crisis o intervención va aprendiendo. La formación de un negociador no termina nunca. Porque todas las crisis, a su vez, son diferentes.
Entonces requieren que uno vaya agarrando permanentemente los libros y revea situaciones, conceptos, más todo lo nuevo que aporta cada caso en particular. Es muy amplio. Las crisis nunca son iguales. Esto no es matemática. Uno tiene que adecuarse a la crisis.
EL LITORAL.


“La misión de un negociador siempre es salvaguardar el bien supremo, que es la vida”.

“En cada crisis uno aprende. Se trata de no perder la cordura nunca y ser consciente de lo que pasa. Mantener la tranquilidad para superar la situación”.
* Ser negociador es un desafío y una gran responsabilidad. Uno lo tiene que tomar con todo el optimismo y toda la tranquilidad posible.
* Uno por dentro puede estar nervioso y también entra en una especie de crisis. Pero hay que tener un control de impulsos muy especial para ser negociador.
* Siempre se trata de salvaguardar el bien mayor que es la vida.
* Uno lo que quiere es un buen resultado.
* Se dice que en la negociación siempre se busca un resultado satisfactorio que deje conformes a las dos partes.

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