Una joven de 28 años, oriunda de Esperanza, se disponía volver a su ciudad cuando sintió fuertes contracciones. Antes de iniciar el viaje, decidió ir al baño, donde sorpresivamente tuvo a su beba.
Diario UNO |
El sábado al mediodía un particular episodio sacudió la tranquilidad de los viajeros que se encontraban en las instalaciones de la terminal de ómnibus Manuel Belgrano. La mayoría de los presentes iban y venían cargando con sus valijas y bolsos en mano cuando, de golpe, una ambulancia y personal vestido de blanco se acercaba a las inmediaciones del baño de mujeres.
Y es que no era para menos, ya que Silvana Romero, una joven esperancina de 28 años había dado a luz a su pequeña hija en las instalaciones del baño. Kate Nicole Bergese nació en medio de la conmoción y aturdimiento de los pasajeros.
Todo sucedió cuando momentos antes de embarcarse en el colectivo que la llevaría de regreso a su casa en Esperanza, la joven, un poco molesta por los dolores que estaba teniendo, decidió ir al baño.
Luego de sentir una serie de contracciones, la mujer se sorprendió al confirmar que sus molestias eran el anuncio de la llegada de su hija a este mundo.
“Venía de visitar a un familiar. Caminé desde el centro hasta la terminal unas seis cuadras y cuando estaba arriba del colectivo (momentos antes de partir) empecé a sentir dolores. Fui al baño antes de que saliera el ómnibus, me dieron tres contracciones y ahí la tuve”, relató feliz Silvana.
Lejos de asustarse o entrar en pánico, esta joven madre se comportó como una experta enfermera el momento de asistir a su pequeña hija.
“No estaba asustada, reaccioné en el momento y todo salió bien por suerte. La misma alegría que tenía me hizo olvidar del susto”, agregó Silvana con su hija en brazos.
Fue así que sacó un toallón que traía en su bolso con el cual envolvió a la pequeña, para que ésta mantuviera su calor y mantenerla resguardada.
“A pesar de que venía con un poco de dolores no me imaginé que esto iba a pasar –explicó Silvana– porque me venía haciendo los controles en Esperanza. Allá me habían dicho que estaba de siete meses y medio. Cuando pasó esto creí que eran dolores por haber caminado o de los nervios. No que iba a nacer”.
Sorpresivo
El improvisado parto resultó todo un éxito, ya que la pequeña Kate nació con 2,800 kilogramos y totalmente sana. La emoción y colaboración de la gente que asistió a Silvana la conmovió. Gracias a los trabajadores del lugar, la ambulancia llegó rápidamente.
El improvisado parto resultó todo un éxito, ya que la pequeña Kate nació con 2,800 kilogramos y totalmente sana. La emoción y colaboración de la gente que asistió a Silvana la conmovió. Gracias a los trabajadores del lugar, la ambulancia llegó rápidamente.
Quienes presenciaron este inusual acontecimiento en las instalaciones de la estación de colectivos, trataron de asistir a las protagonistas del hecho. Un poco nerviosos y excitados, todos aportaron algo para que madre e hija se sintieran protegidas a todo momento.
La joven que en ese momento se encontraba de turno trabajando en el baño de la terminal, actuó sin dudar y se comunicó con el servicio de ambulancia.
“Yo había caminado seis cuadras, y ya tenía el pasaje comprado para viajar a casa. Cuando me dio la primera contracción fui al baño –reiteró Silvana–. Si me iba, seguro la tenía en el colectivo”.
El nacimiento ocurrió a las 13.10. A las 13.45, Silvana y Kate ya se encontraban en el nosocomio.
“Había mucha gente y estaban todos nerviosos; yo estaba tranquila y contenta, porque no podía creer lo que estaba pasando”.
Solidaridad
Silvana se encuentra internada con su hija en el área de ginecología del hospital Iturraspe. Su familia que es oriunda de Esperanza vive a la distancia este insólito pero feliz suceso.
Silvana se encuentra internada con su hija en el área de ginecología del hospital Iturraspe. Su familia que es oriunda de Esperanza vive a la distancia este insólito pero feliz suceso.
“Me van a venir a buscar, pero tengo que esperar hasta mañana (por hoy) para que me hagan unos estudios y esperar qué pasa”, explicó la joven madre.
Kate Nicole es la cuarta hija de Silvana; esta joven es ama de casa y a diario lleva adelante las tareas de su hogar al mismo tiempo que cuida de sus hijos de 12 y 4 años y 14 meses y ahora a la recién nacida. Su marido se gana la vida trabajando como albañil en la vecina localidad de Esperanza.
“La ayuda de la gente de acá fue muy buena. El personal del hospital, igual que los de la ambulancia, me trataron y atendieron muy bien –dijo la mamá al momento de agradecer la ayuda de todos–. Con la gorda, siendo de Esperanza, me ayudaron con ropa, pañales. Les agradezco a todos la atención”.
Luego del particular episodio que las tuvo como protagonistas, madre e hija se encuentran resguardadas en una de las habitaciones del área de ginecología del nosocomio local.
No hay comentarios:
Publicar un comentario