A los 34 minutos del segundo tiempo, Aubone marcó el gol que le dio la ventaja al equipo local. En el último minuto del tiempo complementario, Mazza anotó el segundo y cerró el partido.
/Diario UNO |
Unión sufrió su segunda derrota en el año al perder ayer como visitante ante Douglas Haig de Pergamino por 2-0, en el estadio Miguel Morales. Mauricio Aubone (ST 34’) y Pablo Mazza (ST 48’) anotaron los tantos para la formación que orientó la dupla Molinari-Herrón ante la renuncia de Fernando Quiroz por problemas de salud. El equipo de Madelón sumó una unidad de las últimas nueve dejando una pálida imagen en territorio bonaerense.
Dolor de ojos
En los primeros 15’ el cotejo fue parejo y por momentos trabado en el sector del mediocampo, circunstancia que hizo que el juego no tenga un alto vuelo futbolístico. Las imprecisiones que mostraron los jugadores estuvieron a la orden del día y no sólo por el mal estado del campo sino porque los protagonistas no hicieron méritos suficientes como marcar alguna ventaja a través de un buen manejo de la pelota. Tan parejo y por momentos mal jugado fue el cotejo en el primer cuarto que solamente se dieron dos opciones de gol, la primera fue a los 4’ para el equipo de Madelón, pero después de la buena diagonal que realizó el Gurí García, de derecha a izquierda, el remate se fue desviado por encima del travesaño de Olivero. Y a los 6’ respondió Douglas, pero el zurdazo de Leandro Fleitas, después de la habilitación que realizó de cabeza Carlos Quintana, también se fue muy lejos del arco del uruguayo Castro. Luego de las dos situaciones citadas y a pesar de la iniciativa que tuvo Unión para intentar ser el más claro de los dos equipos, no pudo sobreponer su juego con Alemán, García o hasta el mismo Gagliardi. Y el local fue siempre un racimo de voluntades, pero por sobre todo de limitaciones individuales y colectivas a las que el Tatengue no supo ni pudo vulnerarlas, salvo algunas subidas por la derecha del Tano Vella, que no fueron bien resueltas: poco y nada. Por suerte para la vista de los asistentes lo mejor que hizo el árbitro de la tarde fue poner punto final al primer tiempo en el Miguel Morales.
En los primeros 15’ el cotejo fue parejo y por momentos trabado en el sector del mediocampo, circunstancia que hizo que el juego no tenga un alto vuelo futbolístico. Las imprecisiones que mostraron los jugadores estuvieron a la orden del día y no sólo por el mal estado del campo sino porque los protagonistas no hicieron méritos suficientes como marcar alguna ventaja a través de un buen manejo de la pelota. Tan parejo y por momentos mal jugado fue el cotejo en el primer cuarto que solamente se dieron dos opciones de gol, la primera fue a los 4’ para el equipo de Madelón, pero después de la buena diagonal que realizó el Gurí García, de derecha a izquierda, el remate se fue desviado por encima del travesaño de Olivero. Y a los 6’ respondió Douglas, pero el zurdazo de Leandro Fleitas, después de la habilitación que realizó de cabeza Carlos Quintana, también se fue muy lejos del arco del uruguayo Castro. Luego de las dos situaciones citadas y a pesar de la iniciativa que tuvo Unión para intentar ser el más claro de los dos equipos, no pudo sobreponer su juego con Alemán, García o hasta el mismo Gagliardi. Y el local fue siempre un racimo de voluntades, pero por sobre todo de limitaciones individuales y colectivas a las que el Tatengue no supo ni pudo vulnerarlas, salvo algunas subidas por la derecha del Tano Vella, que no fueron bien resueltas: poco y nada. Por suerte para la vista de los asistentes lo mejor que hizo el árbitro de la tarde fue poner punto final al primer tiempo en el Miguel Morales.
Inolvidable
En el comienzo del segundo tiempo, los protagonistas siguieron animando un muy mal partido, similar a lo que se observó durante todo el primer tiempo. Lleno de imperfecciones, se dio un inicio muy pero muy mal disputado. Ni siquiera se observó a una de las dos formaciones tomando la iniciativa del cotejo. Así, por lo menos en los 15’ iniciales del segundo tiempo los arqueros de Douglas y Unión fueron prácticamente espectadores de lujo. Tan pobre fue lo de la formación del elenco dirigido por Madelón que dejó crecer al rival de turno, Etevenaux y Levato se adueñaron con poco del mediocampo, los volantes Tatengues no manejaron nunca la pelota, sólo intentó Alemán pero sin lograr el resultado esperado, los delanteros perdieron toda la tarde con los zagueros Quintana y Gioda. El remate de pelota detenida que tuvo Alemán a los 31’ y la posterior salvada del golero Olivero fue lo primero y contundente de Unión, luego a los 33’ otra vez el arquero local salvó espectacularmente con su pecho la caída de su valla tras el remate de Gagliardi.
En el comienzo del segundo tiempo, los protagonistas siguieron animando un muy mal partido, similar a lo que se observó durante todo el primer tiempo. Lleno de imperfecciones, se dio un inicio muy pero muy mal disputado. Ni siquiera se observó a una de las dos formaciones tomando la iniciativa del cotejo. Así, por lo menos en los 15’ iniciales del segundo tiempo los arqueros de Douglas y Unión fueron prácticamente espectadores de lujo. Tan pobre fue lo de la formación del elenco dirigido por Madelón que dejó crecer al rival de turno, Etevenaux y Levato se adueñaron con poco del mediocampo, los volantes Tatengues no manejaron nunca la pelota, sólo intentó Alemán pero sin lograr el resultado esperado, los delanteros perdieron toda la tarde con los zagueros Quintana y Gioda. El remate de pelota detenida que tuvo Alemán a los 31’ y la posterior salvada del golero Olivero fue lo primero y contundente de Unión, luego a los 33’ otra vez el arquero local salvó espectacularmente con su pecho la caída de su valla tras el remate de Gagliardi.
Y como lo lindo del fútbol es lo imprevisto que tiene este deporte es que en el contragolpe después del tanto que casi marca el ex Instituto, se fueron los locales rápido a zona defensiva santafesina, la tomó Aubone, hizo una diagonal de derecha hacia el centro y remató rasante, no tan fuerte, pero ese tiro se metió al primer palo de un adelantado Matías Castro y así a los 34’ puso la ventaja para el local y terminó de descolocar a un dormido equipo de Unión. Pero no todo quedó con el gol de Aubone sino que a los 47’, se vino un rápido contragolpe por la derecha, Mazza superó en velocidad a su marcador, solo se metió en diagonal y ante la salida de Castro la tocó suave por debajo del cuerpo del arquero Tatengue y selló un 2-0 impensado en la previa y mucho más en el partido. Se fue la tarde, finalizó el cotejo con una derrota que duele y mucho en un equipo que no demostró nada en el reducto. Acá la historia y los pergaminos no alcanzaron para nada.
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