Ocurrió en la madrugada del domingo en una casa de Laprida al 4.300. Cuatro ladrones maniataron a una pareja y se llevaron 1.100 dólares y 500 pesos en efectivo. La policía llegó 45 minutos después.
.Diario UNO |
Estamos vivos, nuestra hija de un año y tres meses, mi esposa Marcela y yo. Así fue el inicio de la charla con Claudio Fianucchi de 38 años, especialista en incendios y capacitados durante 10 años en Estados Unidos de Norteamérica. Él y su mujer fueron sorprendidos por cuatro delincuentes mientras estaban entregados al descando en la vivienda que alquilaron hace un mes sobre calle Laprida al 4360 en el corazón del barrio residencial Siete Jefes de la ciudad de Santa Fe. Lo que sigue es la desgarradora historia de lo que tuvieron que vivir los esposos y su beba a manos de cuatro delincuentes que estuvieron en su casa y se convirtieron en dueños absolutos de la situación.
Inmediatamente después, a mi me maniataron los pies, después las manos en la espalda y finalmente me amordazaron y me pusieron boca abajo en la cama. A mi esposa y a nuestra beba la llevaron a una habitación contigua, y a ella le maniataron una mano a la cama y los dos pies y solo le dejaron una mano libre para que pudiera tener en brazos a nuestra pequeña hija.
—¿Evidentemente los ladrones tuvieron la situación completamente controlada desde el principio?
—Sí. Los cuatro delincuentes estaban completamente encapuchados y tenían colocados guantes de látex, cuando nos tuvieron controlados completamente a mi esposa y a mi, se dedicaron a revolver y dar vuelta toda la casa por completo. En un momento me dijeron que les diga adonde estaba el dinero y se lo dije y se los dí. Le dije que fueran y buscaran en determinado lugar el dinero en efectivo, algo así como 1.100 dólares y algo más de 500 pesos. Ellos lo encontraron y luego se dedicaron a robar otras cosas de valor que hallaron en la casa.
—¿Cuáles cosas les robaron además del dinero en efectivo?
—Bueno. Una notebook, una netbook, los dos teléfonos celulares, el de mi esposa y el mio, y dos relojes pulseras.
—¿Cuánto tiempo duró el mortificante calvario al que fueron sometidos?
—Bueno, en eso coincidimos con mi mujer, que a pesar de que fue una eternidad para cualquiera que tenga que padecerlo, nosotros coincidimos en que fue una hora, hasta más o menos las tres y media de la mañana y terminó cuando los ladrones se convencieron que no había un solo centavo más en la casa como tampoco ninguna otra cosa de valor y bueno ahí vinieron las amenazas.
—¿Cuáles amenazas?
—Bueno, los cuatro ladrones, que eran relativamente jóvenes, nosotros calculamos entre 25 y 30 años, nos dijeron que no se nos ocurriera llamar a la Policía y hacer la denuncia, ya que ellos estarían cerca porque se cruzarían a robar la casa de nuestro vecino que vive enfrente, y si lo denunciábamos ellos volverían y se llevarían a nuestra hija.
—¿Cómo lograron soltarse?
—Usted recordara que a mi esposa le dejaron un brazo libre para que pudiera tener a nuestra hija, así que cuando se convenció que los ladrones se habían ido, comenzó a soltarse sus ataduras y cuidaba a la nena, pero finalmente lo logró.
Después vino hasta nuestro dormitorio, yo estaba completamente maniatado, pero ella con paciencia logro empezó a cortar las ataduras de los lienzos que usaron para maniatarme y amordazarme, hasta que después de 20 minutos o media hora quede liberado.
—¿Denunciaron el suceso a la Policía?
—Sí, llamamos al 911, pero los policías que llegaron demoraron 45 minutos en llegar hasta nuestra casa, ellos entraron a nuestra casa como a las cuatro de la mañana, la revisaron en todas las dependencias y en el patio. Después antes de irse nos dijeron que el martes deberíamos hacer la denuncia ante la comisaría de nuestra jurisdicción, que es la 3°, la que corresponde al barrio Candioti.
—¿Ustedes alquilaron esta vivienda hace un mes?
—Sí, nosotros alquilamos esta casa hace un mes, y la verdad es que lo hicimos llenos de las mejores expectativas, pero después de esto la verdad es que estamos muy conmovidos, tristes, amargados y completamente devastados.
—¿Ustedes pudieron saber como entraron los ladrones?
—Sí, claro. Usaron una llave, en este caso la del portón del vehículo, no hubo fuerza alguna a la hora de entrar, ahora estamos pensando que no cambiamos las llaves, pero esa es una cuestión de la que deberán hacerse cargo los investigadores policiales o los fiscales del nuevo sistema penal.
Esa es una cuestión que a nosotros como familia nos trasciende completamente, pero lo cierto es que esto nos cambió la vida tranquila que nosotros teníamos. Ahora con mi mujer ya sabemos que todo será bien distinto. Va a ser difícil recuperar la tranquilidad perdida.
—¿Puede contarnos lo vivido en la madrugada del domingo?
—Si, claro que puedo y lo voy a hacer. Mi esposa, nuestra pequeña hija de 15 meses y yo estábamos durmiendo y fuimos despertados a las dos y media de la mañana por desconocidos que nos iluminaron los rostros con una linterna. Se presentaron como ladrones y nos exigieron todo el dinero en efectivo que tuviéramos: dólares y pesos.
—Si, claro que puedo y lo voy a hacer. Mi esposa, nuestra pequeña hija de 15 meses y yo estábamos durmiendo y fuimos despertados a las dos y media de la mañana por desconocidos que nos iluminaron los rostros con una linterna. Se presentaron como ladrones y nos exigieron todo el dinero en efectivo que tuviéramos: dólares y pesos.
Inmediatamente después, a mi me maniataron los pies, después las manos en la espalda y finalmente me amordazaron y me pusieron boca abajo en la cama. A mi esposa y a nuestra beba la llevaron a una habitación contigua, y a ella le maniataron una mano a la cama y los dos pies y solo le dejaron una mano libre para que pudiera tener en brazos a nuestra pequeña hija.
—¿Evidentemente los ladrones tuvieron la situación completamente controlada desde el principio?
—Sí. Los cuatro delincuentes estaban completamente encapuchados y tenían colocados guantes de látex, cuando nos tuvieron controlados completamente a mi esposa y a mi, se dedicaron a revolver y dar vuelta toda la casa por completo. En un momento me dijeron que les diga adonde estaba el dinero y se lo dije y se los dí. Le dije que fueran y buscaran en determinado lugar el dinero en efectivo, algo así como 1.100 dólares y algo más de 500 pesos. Ellos lo encontraron y luego se dedicaron a robar otras cosas de valor que hallaron en la casa.
—¿Cuáles cosas les robaron además del dinero en efectivo?
—Bueno. Una notebook, una netbook, los dos teléfonos celulares, el de mi esposa y el mio, y dos relojes pulseras.
—¿Cuánto tiempo duró el mortificante calvario al que fueron sometidos?
—Bueno, en eso coincidimos con mi mujer, que a pesar de que fue una eternidad para cualquiera que tenga que padecerlo, nosotros coincidimos en que fue una hora, hasta más o menos las tres y media de la mañana y terminó cuando los ladrones se convencieron que no había un solo centavo más en la casa como tampoco ninguna otra cosa de valor y bueno ahí vinieron las amenazas.
—¿Cuáles amenazas?
—Bueno, los cuatro ladrones, que eran relativamente jóvenes, nosotros calculamos entre 25 y 30 años, nos dijeron que no se nos ocurriera llamar a la Policía y hacer la denuncia, ya que ellos estarían cerca porque se cruzarían a robar la casa de nuestro vecino que vive enfrente, y si lo denunciábamos ellos volverían y se llevarían a nuestra hija.
—¿Cómo lograron soltarse?
—Usted recordara que a mi esposa le dejaron un brazo libre para que pudiera tener a nuestra hija, así que cuando se convenció que los ladrones se habían ido, comenzó a soltarse sus ataduras y cuidaba a la nena, pero finalmente lo logró.
Después vino hasta nuestro dormitorio, yo estaba completamente maniatado, pero ella con paciencia logro empezó a cortar las ataduras de los lienzos que usaron para maniatarme y amordazarme, hasta que después de 20 minutos o media hora quede liberado.
—¿Denunciaron el suceso a la Policía?
—Sí, llamamos al 911, pero los policías que llegaron demoraron 45 minutos en llegar hasta nuestra casa, ellos entraron a nuestra casa como a las cuatro de la mañana, la revisaron en todas las dependencias y en el patio. Después antes de irse nos dijeron que el martes deberíamos hacer la denuncia ante la comisaría de nuestra jurisdicción, que es la 3°, la que corresponde al barrio Candioti.
—¿Ustedes alquilaron esta vivienda hace un mes?
—Sí, nosotros alquilamos esta casa hace un mes, y la verdad es que lo hicimos llenos de las mejores expectativas, pero después de esto la verdad es que estamos muy conmovidos, tristes, amargados y completamente devastados.
—¿Ustedes pudieron saber como entraron los ladrones?
—Sí, claro. Usaron una llave, en este caso la del portón del vehículo, no hubo fuerza alguna a la hora de entrar, ahora estamos pensando que no cambiamos las llaves, pero esa es una cuestión de la que deberán hacerse cargo los investigadores policiales o los fiscales del nuevo sistema penal.
Esa es una cuestión que a nosotros como familia nos trasciende completamente, pero lo cierto es que esto nos cambió la vida tranquila que nosotros teníamos. Ahora con mi mujer ya sabemos que todo será bien distinto. Va a ser difícil recuperar la tranquilidad perdida.
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