La organización advierte que no cuenta con apoyo de la Municipalidad para detener el maltrato a los caballos, recuperarlos y erradicar la tracción a sangre. Anoche hubo otro accidente con un carro en pleno microcentro.
.El Litoral |
Hoy SOS Caballos tiene bajo custodia judicial 46 animales que fueron retenidos a los carreros en el plazo de un año, alojados en un campo de 13 hectáreas, cerca de la ciudad. Pero debido a las reiteradas amenazas e intentos de robos, se ven obligados a trasladarlos a otro predio, cuya ubicación permanecerá en secreto. La reubicación de los animales se producirá en los próximos días. La actividad de la asociación se sostiene con el aporte solidario de vecinos interesados en el cuidado de los animales.
Si bien desde el municipio sostienen que se encuentran trabajando para la reconversión de los carreros para insertarlos en la formalidad laboral mediante la recolección de residuos, los números dan cuenta de la complejidad de la problemática y las dificultades para darle soluciones. En una nota que publicó ayer El Litoral, el secretario de Desarrollo Social de la Municipalidad, Carlos Medrano, señaló que de 700 carreros relevados hay sólo 20 en proceso de reconversión.
Dicha transformación surge a partir de una ordenanza que rige desde enero del año pasado que obliga a grandes empresas y entidades a contratar un servicio para el retiro de los residuos urbanos y así evitar que los carreros hagan esa tarea para la que utilizan a los equinos.
El cruce entre las autoridades municipales encargadas del área y los representantes de SOS Caballos no es nuevo y fue expuesto en varias oportunidades públicamente.
El trabajo diario
“Al municipio no le interesa intervenir en el tema”, disparó Rosa Ahumada, representante legal de la ONG. A su vez, la veterinaria de SOS Caballos, Cristina Pagani, señaló para contextualizar las dificultades que atraviesa la organización que “hay gente que ya sabe dónde tenemos los caballos y amenazaron de muerte a quienes cuidan el campo”.
—¿Cómo están trabajando actualmente?
—R.A.: Tenemos una guerra. Mientras nosotros nos peleamos con los carreros por los caballos y con la gente del Foro contra la Impunidad y por la Justicia, que protege los derechos de los carreros, la Municipalidad observa un espectáculo que es macabro. Nunca obtuvimos la lista de las patentes de los carros y qué caballo pertenece a ese carro. El trabajo de reconversión se desvirtuó. La realidad hoy es patética porque mientras nosotros rescatamos caballos famélicos y maltratados, soportamos la queja de los carreros que reclaman por sus caballos y la Municipalidad no controla el trato que ese animal recibe. Creemos que no les interesa el problema y se está agravando.
—C.P.: También es cierto que el carrero no tiene mucha intención de reconvertirse. De hecho, no podemos decir dónde están los caballos porque los quieren para que sigan tirando de los carros. Éste es el cuarto campo que tenemos que abandonar por los intentos de robos. Esta semana se hacen las extracciones de sangre para los análisis que exige el Senasa para el traslado y los llevamos. Algunos se van a quedar ahí hasta que estén mejor, porque están en muy mal estado y no los podemos mover.
—¿Realizan el control periódico de la anemia infecciosa equina?
—C.P.:Si, se hace el análisis a todos los caballos que recibimos. Pero nosotros no somos verdugos para mandarlos al frigorífico. Además, la misma Municipalidad ha habilitado caballos enfermos por presiones y amenazas. Si alguno da con anemia, lo trasladamos a la zona de la costa. Los caballos están expuestos al contagio de anemia como cualquier caballo que anda circulando por cualquier lugar. Nosotros los tenemos controlados adentro de un campo, hay que preocuparse por el que circula sin control por la ciudad.
Finalmente, vale mencionar que la tarea de SOS tiene un límite y éste es legal, ya que si bien la organización se hace cargo del caballo que es retenido de la calle, no obtiene la propiedad del animal. Por lo que no pueden disponer de él en caso de que detecten anemia y, a la vez, cada vez suman más animales bajo su custodia.
Control de la enfermedad
La Anemia Infecciosa Equina (AIE) es una enfermedad retroviral de los équidos, que se caracteriza por signos clínicos que pueden incluir fiebre, anemia, edema y caquexia. Para detectarla, es necesario realizar pruebas serológicas. No es curable. Se transmite mecánicamente por piezas que contengan sangre infectada hasta por insectos, como las moscas de los establos. La normativa oficial del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) obliga a la realización de un test serológico previo al movimiento de equinos, debiendo ser negativo. En caso que la prueba dé positiva, el animal debe aislarse o sacrificarse para evitar el contagio.
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