Familiares y vecinos de Luciano Callejos, el chico de 9 años herido el viernes en Barrio Las Delicias por un enfrentamiento entre bandas, se concentrarán hoy, a las 17, en Av. Gorriti y Aristóbulo del Valle.
Diario UNO |
Por la violencia del hecho y cansados de la inseguridad, organizaron una marcha para hoy, a las 17, que se realizará en la intersección de las avenidas Gorriti y Aristóbulo del Valle: “Lucho es un nene muy querido. Tiene amigos y es muy sociable. Él tiene derecho a jugar en la vereda como cualquier chico de cualquier barrio de la ciudad de Santa Fe sin estar preocupado de que en la mitad de la tarde lo mate una balacera”.
El violento ataque se desató a las 17, en calle Lehmann entre 1º de Mayo y 4 De Enero cuando ninguno de los vecinos se imaginaba que sus hijos, que jugaban en la vereda aprovechando la tarde de verano, podía resultar una víctima fatal de la desidia de otros. Los tiroteos habían arrancado el martes. La violencia de los enfrentamientos había alarmado a los vecinos, que dieron aviso al 911. “Cuando llegaban los patrulleros, aflojaban con los tiros, pero después volvían a arrancar”, contó la mujer.
Y es que las caras de los agresores son conocidas en la zona, aunque no pertenecen al barrio. Claudia, la tía de Luciano dijo que los pistoleros se esconden al lado de la Granja de la Esmeralda: “La policía va y sale como si nada y todo esto es culpa de la droga”. “Hoy no podemos ni esperar el colectivo tranquilos. Los delincuentes se ríen en la cara de la gente. Hace una semana iba con mi hija en la moto, pasó uno de ellos con el arma en la mano y pegó un tiro al aire para hacerse notar con la bandita que estaba en la esquina”, agregó Estela.
Éste es el tercer caso en pocas semanas de balaceras que tienen como víctimas a niños menores de 10 años. En la tarde del 29 de noviembre del año pasado, un enfrentamiento entre bandas en Alto Verde dejó como víctima fatal a Serena Martínez, una chiquita de 6 años que recibió un disparo en la cabeza, desde el otro lado de la laguna Setúbal cuando participaba de una fiesta de fin de año en la colonia del club Regatas. Murió seis días después, en el Hospital de Niños.
El miércoles 15 de enero de este año, poco después de las 22 y en una noche de muchísimo calor, las balas volvieron a cortar el aire en Alto Verde. Esta vez, el blanco fue el cuerpito de Federico Martínez, un chiquito que estaba jugando en la vereda de la manzana 2 con su bicicleta. Luego de varias semanas de internación y de superar instancias críticas, Federico volvió a su casa. Le quedó como secuela la marca de la bala que le entró por la espalda. Sólo una semana después del caso de Federico, Agustina Monje, una adolescente de 15 años, también fue herida de bala, en la manzana 7 de Alto Verde.
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