El viernes por la noche hubo rumores de furia presidencial contra el jefe de Gabinete, que quedó desautorizado a pedido de La Cámpora. La Casa Rosada será socia de los “secuestradores del gol” para transmitir el mundial.
El sainete del Fútbol para Todos culminó ayer con rumores de renuncia del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. El chaqueño le dijo a Perfil que “son todas mentiras e inventos”, y se preguntó: “¿Ahora van a decir todos los días que estoy por renunciar?”.
Según el chaqueño, Cristina no le pidió la dimisión. Lo que queda claro en todo caso es que la presidente fue la que -aparentemente a instancias de su hijo Máximo y por reclamos de La Cámpora- decidió que Ideas del Sur Sport, la productora de Marcelo Tinelli, quede afuera del producto.
La idea de Capitanich y del secretario Legal y Técnico Carlos Zannini era dar un perfil más profesional a las transmisiones y tal vez vender publicidad privada para alivianar las afligidas cuentas públicas.
Pero Máximo Kirchner no estuvo dispuesto a que la Casa Rosada ponga la plata ($ 1.700 millones el año pasado) mientras los relatores militantes quedan afuera del esquema.
“Es para hacer política, no plata”, sentenció Hebe de Bonafini. Los neocamporistas agitaron la memoria y banderas del Nestornauta, el jefe de Gabinete quedó burdamente desautorizado y Tinelli terminó admitiendo: “Me di cuenta tarde”.
¿Habrá más funcionarios, productores y periodistas que apelarán a esa frase? Lo cierto es que la AFA de Julio Grondona le dio a Torneos los derechos de transmisión del Mundial en la Argentina y que esa empresa se los vendió al gobierno en $ 26 millones para que la TV Pública ofrezca la cajita feliz a los argentinos.
Alejandro Burzaco y el “mandamás” de la AFA eran los “secuestradores de los goles” junto a Clarín, pero hoy son íntimos -millonarios- beneficiarios de las decisiones presidenciales.
El 6 de enero, Tinelli visitó a Capitanich en la Casa Rosada y sentaron las bases del nuevo Fútbol para Todos. Dos semanas después, se sumaron Zannini y el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, además del coordinador del FPT, Pablo Paladino. Y tras los preanuncios fallidos, la presidente terminó laudando en contra de la iniciativa de su jefe de Gabinete que no renuncia.
Según el chaqueño, Cristina no le pidió la dimisión. Lo que queda claro en todo caso es que la presidente fue la que -aparentemente a instancias de su hijo Máximo y por reclamos de La Cámpora- decidió que Ideas del Sur Sport, la productora de Marcelo Tinelli, quede afuera del producto.
La idea de Capitanich y del secretario Legal y Técnico Carlos Zannini era dar un perfil más profesional a las transmisiones y tal vez vender publicidad privada para alivianar las afligidas cuentas públicas.
Pero Máximo Kirchner no estuvo dispuesto a que la Casa Rosada ponga la plata ($ 1.700 millones el año pasado) mientras los relatores militantes quedan afuera del esquema.
“Es para hacer política, no plata”, sentenció Hebe de Bonafini. Los neocamporistas agitaron la memoria y banderas del Nestornauta, el jefe de Gabinete quedó burdamente desautorizado y Tinelli terminó admitiendo: “Me di cuenta tarde”.
¿Habrá más funcionarios, productores y periodistas que apelarán a esa frase? Lo cierto es que la AFA de Julio Grondona le dio a Torneos los derechos de transmisión del Mundial en la Argentina y que esa empresa se los vendió al gobierno en $ 26 millones para que la TV Pública ofrezca la cajita feliz a los argentinos.
Alejandro Burzaco y el “mandamás” de la AFA eran los “secuestradores de los goles” junto a Clarín, pero hoy son íntimos -millonarios- beneficiarios de las decisiones presidenciales.
El 6 de enero, Tinelli visitó a Capitanich en la Casa Rosada y sentaron las bases del nuevo Fútbol para Todos. Dos semanas después, se sumaron Zannini y el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, además del coordinador del FPT, Pablo Paladino. Y tras los preanuncios fallidos, la presidente terminó laudando en contra de la iniciativa de su jefe de Gabinete que no renuncia.
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