La intendenta Mónica Fein
presentó la evaluación del municipio sobre siete posibles estaciones de
cabecera de los servicios de pasajeros.
/La Capital |
Si
se reemplazan 4 kilómetros de vías y se acuerda el traslado de 2 mil
familias que construyeron sus viviendas sobre el tendido que corre en
forma paralela a Felipe Moré, Rosario Norte se muestra como la estación
más atractiva para recibir al tren Rosario-Buenos Aires. Al menos eso se
desprende de un estudio realizado por el municipio sobre siete posibles
emplazamientos. El intercambiador de Patio Parada (cercano al cruce
Alberdi) o Central Córdoba (27 de Febrero y Buenos Aires), son otros
sitios con posibilidades. La inversión aportada por el gobierno nacional
y el tiempo necesario para desarrollar las obras serán finalmente las
cuestiones que inclinen la elección.
La
intendenta Mónica Fein fue la encargada de presentar ayer el análisis
realizado por equipos técnicos de la Municipalidad. El trabajo permitirá
abrir el debate sobre el lugar de llegada del servicio de pasajeros que
se proyecta poner en marcha entre Rosario y Buenos Aires. La semana
próxima, el informe se debatirá con los concejales de las comisiones de
Planeamiento y Servicios Públicos, integrantes del Consejo Económico y
Social y de entidades vinculadas a la temática ferroviaria, como Amigos
del Riel o Tren para Todos.
Las
conclusiones de estos encuentros, anticipó Fein, se presentarán el 21
de enero al ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio
Randazzo. "El tren es un objetivo estratégico para la ciudad y lo más
importante es que Nación, provincia y municipio lleguemos a un acuerdo
lo más pronto posible", señaló la intendenta, que encabezó la reunión de
la que participaron también su secretaria de Servicios Públicos, Clara
García, el subsecretario de Planeamiento, Eduardo González, y la
subgerenta del Ente de Movilidad, Eva Jokanovich.
En carrera. Los
técnicos del municipio analizaron los pro y los contras de siete
posibles estaciones de llegada de las formaciones: Rosario Norte
(avenida del Valle y Callao), Patio Parada (Bordabehere 4280, a metros
del cruce Alberdi), Rosario Oeste (Paraná y 9 de Julio), Barrio
Triángulo (Godoy y Felipe Moré), Central Córdoba (27 de Febrero y Buenos
Aires), el ingreso al puerto por avenida Belgrano y por la Terminal 7.
Para
cada uno de esos sitios se evaluaron cinco variables: la conectividad
con la ciudad, el área metropolitana y los servicios hacia el resto del
país, además de la caracterización del lugar en función del tendido
ferroviario, el desarrollo urbanístico y los proyectos adicionales
necesarios.
"La
decisión final dependerá de la inversión y el tiempo que tengamos",
sostuvo Fein y consideró: "Rosario Norte y Patio Parda son lugares de
desarrollo importantes para la ciudad, pero demandan inversiones
importantes para que el tren llegue a este lugar a un tiempo adecuado.
La otra posibilidad es la Estación Central Córdoba que podría
convertirse en una terminal optativa, pensando en ese caso la existencia
de dos estaciones ya que Rosario Norte va a seguir teniendo los trenes a
Salta, Tucumán y Córdoba".
De
acuerdo al análisis de los técnicos del municipio, la fortaleza de
Rosario Norte reside en su conectividad dentro de la ciudad y hacia el
resto del país. No requiere de obras de adecuación de la traza ni
expropiaciones. Además, "se encuentra en un punto de alta accesibilidad y
con transformaciones urbanísticas recientes (Puerto Norte)". En cambio,
advierte, las vías están intrusadas por sectores y para llegar el "tren
debe atravesar largos tramos, densamente urbanizados, implicando
trastornos en la movilidad interna de la ciudad".
En
el caso de Central Córdoba, como uno de los puntos desfavorables se
apunta la falta de conectividad con el transporte ferroviario actual y
futuro. "Para ello se necesita atravesar toda la ciudad con obra y con
muchos tramos intrusados", señala el informe. En cuanto a los aspectos
ferroviarios, se deben reconstruir varios tramos con trocha ancha y
requiere expropiaciones en zonas de curvas y a lo largo de la nueva
traza.
Como
potencialidades se suma que "se encuentra en un punto de alta
accesibilidad, recupera un edificio con valor patrimonial y podría
revitalizar una zona deprimida. Además, la llegada del tren no
implicaría graves trastornos a la movilidad cotidiana, pero una
prolongación a Córdoba hacia el oeste implicaría trastornos en la
movilidad interna u obligaría a un retorno hacia el sur, extendiendo el
recorrido.
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