sábado, 21 de diciembre de 2013

SANTA FE: Balearon a un comerciante que se defendió a palazos en Barrio República del Oeste

Un pequeño negocio familiar fue asaltado este viernes por dos delincuentes armados, que hirieron al propietario de 52 años y trataron de ejecutar a su padre, de 80. La víctima corrió a los ladrones y los golpeó con un palo de escoba que terminó hecho astillas.
.El Litoral | 
 Un humilde comercio familiar ubicado en la cuadra de calle San Lorenzo al 2500, en barrio República del Oeste, fue blanco de un violento asalto durante la tarde de ayer. Los ladrones dispararon contra el comerciante y su padre. El primero fue alcanzado por dos proyectiles. El segundo se salvó de ser ejecutado cuando cayó al suelo, porque uno de los delincuentes le gatilló varias veces pero no salió ninguna bala. Herido, el comerciante echó a los malvivientes y le partió un palo de escoba en la espalda a uno de ellos.

Todo se desencadenó después de las 18 de ayer. Orlando Cuesta, de 52 años, atendía su negocio dedicado al rubro de artículos de limpieza. El local no era más que el garaje de su propio domicilio. En la vereda, estaba su padre, de 80 años, sentado en una silla, relajado y tratando de soportar las altas temperaturas.

Abruptamente una moto llegó al lugar, con dos ocupantes arriba. Se trataba de sujetos jóvenes que nunca se quitaron el casco. Uno quedó sobre el vehículo, mientras su acompañante descendía para preguntar precios por un escobillón y un plumero de techos.

Sin demasiados preámbulos, inmediatamente uno de los ladrones sacó de su cintura un arma de fuego que llevaba oculta. Cuando Orlando se dio cuenta de que iba a ser asaltado reaccionó y empujó a los malvivientes, que cayeron al piso, con moto incluida. Fue en ese momento que el delincuente que tenía la pistola abrió fuego contra el comerciante y su padre, que ya se había levantado para ayudar a su hijo. Orlando recibió dos tiros, cerca de una de sus ingles. Con mucha fortuna, los plomos lo atravesaron sin provocar daños en órganos vitales. Por su parte, el octogenario fue empujado a la calle, donde quedó tendido en el pavimento. En ese momento, el criminal armado le apuntó y gatilló en varias oportunidades, pero -para fortuna del anciano- ya no tenía balas o el mecanismo se descompuso.

Orlando, lejos de dejarse amedrentar y con dos heridas de bala en el cuerpo, corrió a los asaltantes y los golpeó en reiteradas oportunidades con un palo de escoba que terminó hecho astillas.

Rápidamente, muchos vecinos y médicos de una clínica privada ubicada a pocos metros auxiliaron a las víctimas. Luego, una ambulancia trasladó al comerciante hasta el Hospital Cullen, donde se recupera, mientras los profesionales evalúan la necesidad de practicarle una intervención quirúrgica. Su padre seguía conmocionado esta mañana por lo sucedido.

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