El conjunto rojinegro había bajado los brazos tras la dura caída en Floresta, pero al día siguiente revivieron las ilusiones porque en este fútbol argentino todo puede pasar.
La Capital |
¿Cómo llegan los equipos a la última presentación? Esa es una de las grandes preguntas instaladas en la extensa previa y donde hay diversas variables de acuerdo al momento de cada uno. Newell’s había bajado los brazos tras la dura caída en Floresta, pero al día siguiente revivieron las ilusiones porque en este fútbol todo puede pasar. Eso quedó demostrado en un certamen cuyo campeón lo hará con la menor cantidad de puntos obtenidos desde que se juegan torneos cortos. Hoy San Lorenzo tiene las mejores chances porque depende de sí mismo, aunque carga con el “peso escénico”. Lanús, motivado, dependerá de cómo termine la Sudamericana. Si la gana tendrá la motivación en su máxima expresión. Y Vélez entró a esta instancia casi de casualidad y llega sin la presión de conseguir el título.
El equipo de Berti logró un bonus track por esas cosas del fútbol. Parecía impensado que hubiese una definición tan tremenda como la que se presenta. Por lo menos así se presagiaba en Floresta luego de que Newell’s recibiera un duro cachetazo, quizás el más fuerte que padeció el rojinegro a lo largo del torneo. Esta chance no hizo otra cosa que alimentar la esperanza de por lo menos llegar a un partido final (cabe recordar que por más que gane no obtendrá el título directamente).
“Me da la sensación que dejamos pasar la chance del título. Más allá de las matemáticas, mi experiencia me indica que haber perdido el partido con All Boys nos aleja del campeonato”, fue la interpretación que realizó Gabriel Heinze después de la opaca presentación leprosa en Floresta. Y sus palabras tenían un enorme fundamento por sus experiencias vividas.
En la misma sintonía se había expresado Bernardi. “No tuvimos repuestas y da la sensación que la chance que teníamos para pelear hasta la última fecha la dejamos pasar”, avizoró en aquel momento de amargura.
Las palabras de los jugadores más experimentados del plantel entregaron un diagnóstico y un pensamiento de despedida. No fue así y la definición se estiró y tendrá una posibilidad de soñar con llegar a una finalísima en el cierre de 2013. Situaciones y sorpresas que entrega este bendito deporte. Ahora depende de su recuperación. Como dijo Nelson Mandela, “la gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre”.
Con ventaja. El mejor parado en números es San Lorenzo, porque venciendo en Liniers se quedará con la vuelta olímpica sin tener que esperar otro resultado. Claro que pesa en estas instancias el famoso “miedo escénico” que manifestó días atrás en su estadio con Estudiantes y que obligó a suspender la fiesta que tenía preparada. Ahora espera que el Papa Francisco duplique sus plegarias divinas para no desperdiciar esta enorme oportunidad que tiene.
El problema es que enfrente tendrá a su archienemigo Vélez, que se metió en silencio cuando parecía que hacía rato se había despedido de la lucha por el torneo.
El rival de la Lepra es una incertidumbre, porque podrá llegar al Coloso con el ánimo en alza o algo golpeado, pero no desmotivado. Todo dependerá del resultado que obtenga en la final de la Sudamericana, donde lo tiene como favorito después de lograr un empate en Brasil.
Newell’s tiene una chance. La última. Deberá primero hacer lo suyo y después esperar la ayuda divina de Vélez. Todo puede pasar.
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